Las principales consultoras económicas que monitorean la evolución de los precios en forma semanal confirmaron que la inflación de este mes llegará a los dos dígitos. Se trata de fuertes aumentos producidos tras la devaluación del 22%, el lunes post PASO, y que se montó a una dinámica inflacionaria que ya venía disparada. 

La consultora Eco Go, por ejemplo, le dijo a sus clientes que la inflación de los alimentos de la semana pasada trepó al 4,8%, más del doble de las semanas previas.

La estimación de los economistas Marina Dal Poggetto y Sebastián Menescaldi calcularon que el IPC llegará al 11,5% este mes, pero que en el caso de los alimentos superará el 12%.

La fuerte aceleración se dio en tres rubros frescos: la carne, que promedió un alza del 12% en una sola semana, mientras que las frutas avanzaron 11,7% y el precio del pollo trepó 11,5%. En el acumulado de lo que va del año, las carnes ya aumentaron 100,7%, por encima de la inflación promedio.

Por detrás se ubicaron otros productos, en general los que se venden en los almacenes, como fideos, aceites, harina y galletitas, que registraron aumentos superiores a los de las semanas previas, y sobre los cuales el Gobierno ató acuerdos de precios para limitar los incrementos al 5% mensual por los próximos 90 días.

Se confirma explosión de precios tras la devaluación y estiman que la inflación de agosto llega a los dos dígitos

Escenario complicado

El cuadro político y social post PASO parece complicado. El salto del dólar, que se complementó con la actualización del blue, no hace más que presionar sobre los precios. De todos los sectores, pero de los alimentos en particular.

En este contexto, para el Gobierno, y así lo hacen saber los funcionarios, las compañías se armaron un colchón de rentabilidad en los últimos meses -con subas de precios que para los técnicos luce injustificada- y que ahora llegó el momento de absorber costos inesperados, como fue la devaluación del lunes de la semana pasada.

Las compañías no lo dicen abiertamente, pero lo más probable es que dejen de producir aquellos productos que les dejen menor margen de ganancia, o que directamente impacten negativamente en sus balances.

"Y, sí, es muy probable que haya menos variedad en las góndolas", admite el director de una alimenticia.

Desde las cadenas de supermercados siguen las negociaciones con suma atención: "Nos cortaron las entregas y están pasando unas listas tremendas", refiere el directivo de una cadena. Incluso pone el ejemplo de la fábrica Arcor, que "nos aumentó los helados un 52% de un día para otro". En simultáneo, desde su equipo dejan trascender que en los próximos días habrá medidas para los trabajadores. Para compensar la inevitable aceleración inflacionaria. Los anuncios, demorados, se empezarán a oficializar mañana jueves, no bien Massa baje del avión que lo traerá desde Estados Unidos.