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El dólar congelado en $350, ¿la principal "víctima" del lunes para un mercado en modo Milei?

Los últimos análisis de los economistas en la previa de la elección argumentan que la nueva estrategia cambiaria de Massa no soportará la presión política
22/10/2023 - 08:02hs
El dólar congelado en $350, ¿la principal "víctima" del lunes para un mercado en modo Milei?

Sergio Massa se dio el gusto de llegar a la elección presidencial manteniendo un nivel de importaciones por encima de u$s6.500 millones, una cifra que la mayoría de los economistas juzga incompatible con el estado de la economía -y, sobre todo, con una situación de reservas negativas ya en u$s7.000 millones-.

Según los datos de comercio exterior de septiembre que acaba de difundir el Indec, aun con esa situación de crisis, las compras del exterior se mantienen relativamente altas -lo cual explica el déficit de u$s793 del último mes y el rojo de u$s6.960 acumulado en lo que va del año-.

La cifra impacta más si se considera que este año descendió notablemente la compra del rubro combustibles, en comparación con las importaciones récord de gas del año pasado, impactadas por el conflicto de Ucrania que disparó los precios. Cuando se hace la cuenta sin considerar ese rubro, entonces la importación es prácticamente igual a la de hace un año.

La diferencia, claro, es que hace un año el campo había tenido una cosecha récord en volumen y precio, y se habían acumulado exportaciones por u$s67.000 millones, que permitieron financiar un nivel relativamente alto de importaciones. En cambio, este año el acumulado exportador es de apenas u$s51.000 millones.

Lo cierto es que ese déficit comercial es una decisión deliberada de Massa, que fue en contra de lo que indican los manuales: con crisis de reservas y una sequía histórica, lo que se suele hacer es reprimir las compras y, en lo posible, generar un superávit comercial. El costo, por lo general, es agravar las tendencias recesivas.

Y el propio Massa, en una entrevista en la campaña, no tuvo reparos en confesar que, puesto en la disyuntiva de frenar la actividad o de sufrir mayores distorsiones financieras y una inflación más alta, eligió este segundo escenario. Lo que no dijo, pero quedó entrelíneas, es que él consideraba que esa decisión lo beneficiaría en su carrera hacia la Casa Rosada.

Lo cierto es que la actividad económica se mantuvo por encima de lo que habían pronosticado los economistas. De hecho, hasta hay algunas señales de recuperación: el último indicador industrial marca una suba de 3,1% respecto del mes anterior, y en el acumulado del año se mantiene el mismo nivel que el del año pasado.

A pesar de las limitaciones por la escasez de divisas, Massa forzó el mantenimiento de importaciones por encima de u$s6.500 millones, que si se descuenta el rubro combustible equivale al nivel del año pasado
A pesar de las limitaciones por la escasez de divisas, Massa forzó el mantenimiento de importaciones por encima de u$s6.500 millones, que si se descuenta el rubro combustible equivale al nivel del año pasado

El dólar de $350, bajo presión

Pero ese objetivo de forzar el nivel de actividad puede estar llegando a su final. Y, aunque Massa se jactó de que el efecto del nuevo swap con China será la continuidad de las importaciones, las fuerzas del mercado -y de la política- juegan en su contra. ¿Será el de septiembre el último mes con altas importaciones? Para quienes afirman que la devaluación post electoral es inevitable, la respuesta es sí.

Según Massa, que acaba de prometer un congelamiento cambiario en $350 hasta el 15 de noviembre y luego un lento "crawling peg" de 3% mensual, la maquinaria seguirá funcionando.

El problema es que, para que eso ocurra, habrá que sostener un tipo de cambio que hoy está más atrasado que el del momento previo a las PASO, y además en medio de un clima de nerviosismo financiero, que hizo que desde las primarias salieran de los bancos casi $2 billones, que corrieron a refugiarse en dólares o activos que se compran con dólares.

Lo cierto es que la demanda de pesos está en su punto más bajo de toda la gestión Fernández y se acerca a los niveles de crisis del final del gobierno macrista. Con el detalle, claro, de que ahora hay un estricto cepo cambiario.

Es por eso que la pregunta que se instaló en el mercado es si Massa será capaz de sostener su promesa de llegar a la segunda vuelta electoral sin devaluar un centavo el tipo de cambio oficial. El escepticismo del mercado es contundente, al punto que abundan los pronósticos en el sentido de que la medida traerá un resultado inverso al buscado, porque el dólar paralelo seguirá a la inflación, de manera que la brecha con el oficial se hará más grande, acaso hasta superar el 200%.

"La huida del peso es absoluta", grafica el analista Nery Persichini, tras constatar el pasaje masivo de los inversores a los activos que los protejan de una pérdida de valor del peso.

"Massa intenta transmitir la idea de que se recupera un ancla nominal, pero su medida podría ser como darse un tiro en el pie, porque el agravamiento de la brecha no hará más que exacerbar la expectativa por una devaluación", apunta Salvador Vitelli, economista de Romano Group en declaraciones a iProfesional.

Los principales analistas del mercado creen que el intento de Massa por volver al ancla cambiaria le podría salir en contra de sus planes
Los principales analistas del mercado creen que el intento de Massa por volver al ancla cambiaria le podría salir en contra de sus planes

Su pronóstico es que, a pesar de los esfuerzos intervencionistas por cambiar las expectativas del mercado -que se reflejan en el sacrificio de reservas que hace el Banco Central en la operatoria de bonos y en las posturas de contratos de dólar futuro-, su influencia y margen de acción será cada vez menor.

El viernes, por ejemplo, se volvió a constatar un salto del dólar "contado con liquidación", que cerró en $1.110. Y el BCRA tuvo que triplicar su volumen de intervención -ya en torno de u$s7.000 millones- para contener las cotizaciones del mercado de futuros Rofex. Aun así, esos contratos siguen reflejando que en la semana posterior a la elección el tipo de cambo oficial saltará a $376.

Para el mercado, aún no se vio lo peor

Aun con estos datos preocupantes que llegan del mercado, los analistas creen que todavía no se vio lo peor, porque afirman que los precios de los activos todavía no están reflejando un escenario de crisis en el cual colapse la demanda de pesos.

Y, si se toma en cuenta que todas las encuestas dan a Javier Milei altas chances de llegar a la presidencia, ese riesgo de crisis monetaria está en el menú de situaciones probables.

El último reporte de la administradora de fondos Consultatio hace una observación inquietante: que el precio del "contado con liqui" está reflejando el resultado de las PASO. Es decir, toma en cuenta la irrupción de Milei pero no considera todavía que la concreción del proyecto dolarizador sea algo cercano en el tiempo. Por lo tanto, le asigna un potencial de suba abrupta en el precio si se confirman los resultados que marcan las encuestas, salvo que el BCRA redoble su esfuerzo intervencionista.

En la misma línea argumentativa, Consultatio cree que los bonos -tanto los emitidos en dólares como en pesos- no están reflejando aún en su precio el escenario de dolarización y que, por lo tanto, podrían sufrir el impacto post electoral.

Lo cierto es que se llega al domingo electoral con abundancia de pronósticos de "Rodrigazo" o de alguna variante confiscatoria de los depósitos.

Qué tan rápido pueda ocurrir ese deterioro del escenario financiero dependerá, según los analistas, de las señales que se den desde los centros de campaña en la noche del domingo. La consultora LCG advierte que en caso de que Milei haga "un nuevo desprecio por el peso", se podría acelerar la salida de depósitos bancarios.

Y cree que el dólar anclado en $350, conviviendo con una inflación de dos dígitos, sufrirá una fuerte presión del mercado, aun cuando Massa haga un uso intensivo de los yuanes obtenidos en el swap. "A todas luces es una estrategia que aplica sólo para el cortísimo plazo y que pretendería comprar tiempo para pasar el proceso electoral".

El efecto electoral sobre el mercado cambiario será alto, advierten los analistas, que creen que se exacerbará la presión devaluatoria
El efecto electoral sobre el mercado cambiario será alto, advierten los analistas, que creen que se exacerbará la presión devaluatoria

¿Hacia una brecha del 300%?

Otro análisis que aportó más argumento para los pesimistas fue el de Jorge Vasconcelos, economista jefe de la Fundación Mediterránea, quien observa que el esquema de "devaluaciones sectoriales" que Massa extendió a varios sectores exportadores está perdiendo su efectividad.

Peor aun: Vasconcelos destaca que en el nuevo esquema -que permite liquidar 25% de la exportación en el mercado del "contado con liqui"-, se hará necesario un dólar paralelo más alto para compensar a los exportadores por el congelamiento del tipo de cambio oficial en $350.

¿Qué tan grave sería esa presión? El cálculo de Vasconcelos es que, para comienzos de diciembre, el dólar CCL tendría que cotizar a $1.435 para que, en el mix con un dólar oficial planchado, los exportadores sigan teniendo un incentivo para vender. Eso implicaría una brecha cambiaria de 300%

"Así, este ejercicio no es más que una ‘demostración por el absurdo’ para concluir acerca de lo insostenible del actual régimen cambiario", argumenta el economista de la Mediterránea.

Lo cierto es que, en las últimas semanas hubo una virtual parálisis exportadora en el sector agrícola, toda una señal de que se espera una nueva corrección cambiaria.

Y las expectativas para el momento post electoral es que haya señales claras en el sentido de que se buscará pasar rápidamente del actual déficit comercial a un holgado superávit. Algunos analistas ya hacen números al respecto, como Gustavo Neffa, de la firma Research for Traders, quien señaló que se necesitará pasar de un déficit de cuenta corriente de 3% a un superávit de 1,5%.

"Se va a necesitar un tipo de cambio que desfavorezca las importaciones, de manera que haya el año próximo un saldo de balanza comercial de u$s20.000 millones. Y por más que muchos vean hoy al tipo de cambio MEP como competitivo, creo que el dólar va a superar ese precio, por los desafíos de la economía para organizarse", planteó el analista.

En definitiva, todos los análisis apuntan a que la estrategia de Massa por usar al dólar como "ancla" tiene amenazas de todo tipo. La mayoría de ellas son de tipo económico, pero también hay una de índole político, y se llama Javier Milei.