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La recaudación de diciembre confirma que el plan de Milei tendrá mayor dependencia del impuesto PAIS

Es el único impuesto que sube en términos reales, mientras los demás acusan el impacto del freno en la actividad. No hay margen para alivio durante 2024
05/01/2024 - 17:38hs
La recaudación de diciembre confirma que el plan de Milei tendrá mayor dependencia del impuesto PAIS

La recaudación tributaria de diciembre confirmó lo que todos sospechaban: que el impuesto PAIS está llamado a ser una de las más importantes fuentes de ingreso fiscal en 2024, y que difícilmente se puedan producir reducciones de las alícuotas, a pesar de las quejas de importadores y exportadores afectados por este gravamen.

Con $311.708 millones, en el último mes del 2023 representó un 5,3% del total recaudado, y la tendencia es claramente creciente. La ampliación de la base tributaria, desde que en agosto se comenzara a aplicar también a las importaciones de bienes y servicios, hizo que el impuesto PAIS tuviera un crecimiento explosivo.

De hecho, para un mes muy complicado de la economía, como fue el del recambio presidencial, con varias actividades virtualmente paralizadas, fue prácticamente el único rubro de la recaudación que tuvo una variación real positiva.

Así, mientras los derechos de exportación, medidos en términos interanuales, se desplomaron un 41,1% y los ingresos por importaciones cayeron un 14,8% real, en medio de un brusco freno al comercio exterior, el impuesto PAIS se multiplicó por tres. Claro que la comparación está distorsionada por el hecho de que, hace un año, todavía quienes pagaban este impuesto eran solamente los ahorristas y turistas que compraban divisas, mientras que luego se empezó a aplicar la alícuota del 7,5% para una vasta nómina de importaciones.

Sin embargo, también cuando se hace la comparación con los meses inmediatamente anteriores, se nota la continuidad del crecimiento: la recaudación de diciembre superó en 58% nominal -es decir, en 22% real- la cifra que se había ingresado en noviembre.

La excepción en un entorno recesivo

Son cifras que contrastan notablemente con las que se están viendo en los números de la AFIP y la Anses. En diciembre, como consecuencia en parte de las tendencias recesivas, y en parte de las decisiones políticas tomadas sobre el final de la gestión del ex ministro Sergio Massa, cayeron los ingresos de los principales rubros.

Para la AFIP, el impuesto PAIS será este año uno de los principales rubros de ingreso y aportará un 0,8% del PBI
Para la AFIP, el impuesto PAIS será este año uno de los principales rubros de ingreso y aportará el equivalente a un 0,8% del PBI

Así, Ganancias tuvo un desplome de 41,9% real interanual, debido a la modificación legislativa que liberó del gravamen a los salarios de niveles altos. Mientras que el IVA cayó un 9,2% real, en el contexto del régimen de devolución para el consumo de bienes de la canasta básica que se implementó en el cierre de la campaña electoral.

Ambas situaciones están en camino de revertirse: el proyecto de "ley ómnibus" enviado por Javier Milei al Congreso ya habilita la reinstauración de Ganancias para los asalariados -el presidente desechó la petición de los gobernadores provinciales de coparticipar el impuesto al Cheque-. Y, además, ya se avisó oficialmente que caducó el 31 de diciembre el plan "Compre sin IVA", que implicaba la devolución del 21% del valor de alimentos, bebidas, productos de limpieza, higiene personal y productos de cuidado del hogar, adquiridos por medio de tarjetas de débito.

Como suelen remarcar los dirigentes de la oposición, ambas iniciativas habían sido respaldadas en su momento por el entonces diputado Milei, que ahora, ante la urgencia fiscal, dejó que el pragmatismo se impusiera por encima de su rechazo ideológico a los impuestos.

Sin margen para un alivio

Pero si hay un impuesto que choca de frente contra los principios libertarios del presidente, ese es el impuesto PAIS en su nueva versión, que supondrá un gravamen generalizado a las importaciones, por una alícuota de 17,5%, así como una retención general de exportaciones -excepto las agrícolas- por un 15%.

Milei había sido siempre un crítico del régimen de retenciones que castigaba al campo, pero en la emergencia fiscal decidió no solamente mantener el gravamen a los rubros exportaciones más representativos, como la soja, el maíz y el trigo, sino que se implementaron también subas para los derivados industrializados del agro. Y, además, se generalizaron a las demás categorías industriales.

Con una mayor alícuota, la expectativa es que el peso del impuesto PAIS gane este año un mayor peso dentro del total de la "torta" tributaria. Más aun si se considera que otros rubros ligados a la actividad comercial interna -como el caso típico del IVA- podrán verse afectados por una recesión que los economistas estiman en dos puntos del PBI-.

Los cálculos del ministro Luis Caputo indican que, sin una suba impositiva, este año terminaría con un nuevo déficit fiscal de 3% del PBI
Los cálculos del ministro Luis Caputo indican que, sin una suba impositiva, este año terminaría con un nuevo déficit fiscal primario de 3% del PBI

Esto es lo que hace dudar sobre la viabilidad algunas proyecciones de economistas privados -como la que acaba de publicar Domingo Cavallo-, que prevén una reducción gradual de la alícuota del impuesto PAIS en el correr del año.

El propio ministro de Economía, Luis Caputo, admitió públicamente que le resultaba una situación desagradable el hecho de gravar al comercio exterior, algo que contradice los postulados ideológicos de un gobierno liberal, pero manifestó que esa situación resultaba inevitable dada la emergencia de las cuentas fiscales.

Según la proyección oficial, en 2024 el impuesto PAIS podría aportar recursos equivalentes a un 0,8% del PBI, un monto que duplica la mejora prevista por Ganancias y por el ingreso de fondos por la nueva moratoria y blanqueo.

Los números de Caputo indican que, aun considerando que en 2024 se duplicará el volumen de la exportación agrícola respecto del año pasado, igual resulta necesaria la suba de impuestos, dado que la inercia de la situación fiscal de 2023 llevaría a que este nuevo año se volviera a obtener un déficit primario del 3% del PBI.