De frente le sonríen, de espaldas le dan con un caño: industriales, furiosos con el plan productivo de Caputo
:quality(85)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2025/04/595433.jpg)
Se abre una nueva etapa en el sector industrial. El empresario Pyme Martín Rapallini asumió como nuevo presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) con un discurso moderado pero firme. Reclamó abrir con el Gobierno una nueva agenda de "competitividad, costos laborales, logísticos, tributarios e importaciones".
Según pudo saber iProfesional de altas fuentes industriales, la nueva gestión de Rapallini buscará abrir un diálogo fluido con el presidente Javier Milei y el equipo del ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo.
En un auditorio lleno ante 600 empresarios, en la sede de la UIA en Avenida de Mayo 1147, Rapallini también subrayó la importancia de "equilibrar las reglas de juego de la producción nacional con los productos importados".
Rapallini lo dijo en un contexto de polémica por el objetivo de Milei de forzar a la baja un dólar de $1.000, el piso de la banda cambiaría acordada con el FMI, y la política firme de incrementar las importaciones de bienes de consumo para bajar los precios. El objetivo principal del Presidente es bajar la inflación de cara a las elecciones de este año
La industria pide a Javier Milei "equilibrar la cancha" frente a los productos importados
Precisamente, tal como anticipó iProfesional el sábado último, la idea de "equilibrar la cancha" con especial recaudo ante las importaciones de China, es el principal propósito de la nueva conducción de la UIA apadrinada por Paolo Rocca, el dueño de Techint, y un grupo de industrias grandes.
En un claro mensaje al presidente Milei, el dueño de cerámicas Alberdi señaló que la mejora de los precios o de la producción "no se logra fomentando la importación; se alcanza otorgándole al sector productivo competitividad".
Los primeros aplausos del auditorio surgieron cuando Rapallini señaló los desafíos para la industria en un contexto de la guerra comercial global. "Si en este proceso se establecen mejores condiciones para el ingreso de importaciones, se deben mejorar las condiciones en las que nosotros producimos". Primera ovación a Rapallini.

Entre los empresarios, en voz baja, señalaron que en la actualidad la UIA visualiza que solo existen cuatro sectores empresarios competitivos: la energía, la minería, la economía del conocimiento y el agro. "Los demás todos estamos mal", señaló a iProfesional un ejecutivo cuando se lo consultó sobre si coincidía con la afirmación de Milei el domingo último en la Casa Rosada cuando dijo que la Argentina "está creciendo un 10%" del PBI y "como pedo de buzo".
El presidente saliente, Daniel Funes de Rioja, se despidió de la conducción de la central fabril con un breve discurso, tras el cual asumió la nueva conducción.
"Ahora se viene una etapa de diálogo con el Gobierno sobre la agenda de competitividad, costos tributarios, laborales, logísticos, cambiarios, para igualar la cancha", dijo a iProfesional un hombre del sector alimenticio.
En el estrado, acompañaron a Rapalini los vicepresidentes del nuevo Comité Ejecutivo: David Uriburu (Cámara Argentina del Acero, de Techint), Rodrigo Pérez Graziano (Asociación de Fábricas de Automotores, Adefa), Eduardo Nougues, (secretario (Unión Industrial de Córdoba), y Silvio Zurzalo (Asociación de Industriales de Corrientes), tesorero.
Entre el auditorio estaba el resto de la conducción fabril, Modesto Magadán (Unión Industrial de Córdoba), Martín Cabrales (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, Copal), Guillermo Moretti (Federación Industrial de Santa Fe), Luis Tendlarz (Unión Industrial de Catamarca), Isaías Mauricio Drajer (Federación de Industrias Farmoquímicas y de Sanidad Agropecuaria) y Daniel Urcia (Unión Industrial de Córdoba).
Dólar y costos impositivos, entre las inquietudes de los industriales
Rapallini señaló que valoraba "el progreso macroeconómico y la reducción del gasto público, sabemos que se está construyendo un nuevo escenario para la Argentina y queremos ser parte activa de esta etapa, pero también sabemos que se debe transitar este camino con responsabilidad y equilibrio, si en este proceso se establecen mejores condiciones para el ingreso de importaciones se deben mejorar las condiciones en las que nosotros producimos". Si bien no lo mencionó, se refería entre otras cosas al tipo de cambio y a los costos impositivos.
También se implora a gritos entre el empresariado una reforma impositiva y parte de ella, señalan, debe ser la rebaja del gasto tributario, un sistema desigual de exenciones impositivas por el que se drenan recursos por el 4,7% del PBI, que generan promoción a unos sectores sobre otros y que cada día está más cuestionado.
Rapallini también señaló que "lo que Argentina debe asumir con urgencia es que la única forma de potenciar una industria sólida y dinámica es igualando las reglas de juego entre quienes producen localmente y entre quienes lo hacen en el exterior". También en este tramo arrancó aplausos.
El nuevo presidente fabril dijo que la mejora de la competitividad se debe orientar a que "las empresas inviertan en tecnología, capacitación de sus trabajadores, mejoren la productividad y hagan los mejores productos al menor costo posible compitiendo en el mercado internacional". Señaló que "es la discusión que nos atraviesa a nivel global: no alcanza con diseñar, tener marca o vender, cuando se pierde la producción se pierde el negocio".
"Somos un sector transable que compite en calidad y precio con productos de todo el mundo", dijo y lo repitió dos veces.
También denunció que "en la Argentina el camino ha sido inverso: durante demasiado tiempo se cargó sobre la industria nacional un conjunto de distorsiones que fueron asfixiando su capacidad de competir y crecer: alta presión fiscal, inflación crónica, falta de financiamiento productivo, rigideces laborales, costos logísticos elevados, inseguridad jurídica, industria de juicio, regulaciones ineficientes y una estructura macroeconómica inestable, son alguno de los pasivos que nos han quitado la competitividad".
En ese sentido, se puede señalar que la inflación, la reforma laboral, y las regulaciones forman parte de la agenda de Milei y de su gabinete económico, aunque los industriales visualizan mayores demoras den la reforma tributaria, laboral, seguridad jurídica y un tipo de cambio competitivo, aunque esto último no estuvo en el textual de Rapallini.
El nuevo líder de la UIA señaló que busca competitividad, pero se cuidó en todo momento hablar del tipo de cambio y menos aún de una devaluación.
"No retroceder en esta carrera global, defender un sistema industrial con talento, con tecnología, con espíritu exportador y compromiso local. La industria argentina es la forma de multiplicar todas las oportunidades que tenemos en agro, minería, servicios energía, multiplicar oportunidades es generar cadenas de valor, para que eso suceda producir en la Argentina debe volver a ser un buen negocio".
El mensaje al Gobierno sobre la apertura de importaciones
En las entrelíneas generales señaló que en la Argentina la producción hoy no es un negocio. "Venimos a defender y poner en valor a la industria con responsabilidad y compromiso, nuestro objetivo fundamental es avanzar en la construcción de propuestas y en la búsqueda activa de consensos, necesitamos que los distintos poderes del estado, todos los espacios políticos, el sector de los empresarios y el sector de los trabajadores, con toda la dirigencia nacional trabajemos juntos para construir un sistema nacional competitivo, viable, sostenible e integrado al mundo".
En ese sentido estuvo presente su llamado al diálogo.
"El camino de la competencia debe ser pari passu para que la integración al mundo se construya en igualdad de condiciones, hoy la Argentina necesita diseñar un nuevo contrato productivo, que combine el orden macroeconómico con una visión de desarrollo estratégico, que deje atrás el péndulo entre proteccionismo extremo y la apertura sin reglas, que reconozca a la industria como un pilar fundamental para la creación de empleo y la generación de divisas y el desarrollo territorial", dijo, en un abierto reclamo a Milei y Caputo de no abrir las importaciones al extremo.
"Por eso nuestra propuesta es trabajar en una normativa que genere condiciones para quienes producen en nuestro país. Tenemos que avanzar en propuestas concretas que aborden los cinco pilares de desarrollo productivo, un sistema impositivo que incentive la producción, una legislación laboral moderna, acceso al financiamiento, capacitación técnica orientada al trabajo, tecnología aplicada al saber productivo e infraestructura que reduzca los costos logísticos. No estamos inventando nada, simplemente estamos tomando nota de lo que funciona en los países que lograron poner a su industria a la altura de las circunstancias", señaló.
"La mejora de los productos no se logra fomentando la importación, se alcanza otorgándole al sector productivo competitividad, las condiciones para producir más mejor y con el costo más bajo posible", dijo.
"Nuestro sector productivo necesita tiempo y herramientas frente al nuevo orden productivo global, porque solo así vamos a lograr que más empresas puedan competir, crecer y exportar", aseguró. También le dio un guiño a las Pymes y dijo que "deben ser el entramado productivo nacional y motor clave de la generación de empleo y desarrollo, en ese camino impulsaremos el desarrollo y fortalecimiento de los parques nacionales como espacios estratégicos para la generación de entornos más competitivos y sostenibles: trabajaremos con cada eslabón de la cadena industrial porque no hay eslabón menor en un país que quiere producir".