Supermercados se niegan a otorgar aumento de sueldo: empleados de comercio, en alerta
:quality(85):max_bytes(102400)/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2025/04/595424.jpg)
Las principales cadenas de supermercados del país anunciaron que no abonarán el aumento de sueldo correspondiente al mes de abril acordado con la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS), alegando que el Gobierno nacional no homologó el convenio paritario.
La medida, adoptada por las firmas agrupadas en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y respaldada por otras entidades del sector, afecta a cerca de 120.000 trabajadores que no percibirán el aumento del 1,9% ni la suma fija no remunerativa establecida en el acuerdo.
Aumento de sueldo para abril: supermercados vs. empleados de comercio
La decisión se enmarca en las gestiones que lleva adelante el Poder Ejecutivo para frenar la escalada inflacionaria y contener los precios tras la modificación del régimen cambiario. En ese contexto, el ministro de Economía, Luis Caputo, mantuvo una reunión con representantes de ASU en la que, según trascendió, ratificó que el acuerdo paritario no será homologado, lo que fue interpretado por el sector como un aval para no liquidar los aumentos.
El convenio salarial había sido firmado por la FAECyS y las cámaras empresarias CAC, CAME y Udeca, y contemplaba un aumento acumulativo del 5,4% en tres tramos, junto con tres pagos no remunerativos para compensar la inflación registrada en el primer trimestre del año.
Desde el sindicato que conduce Armando Cavalieri, enviaron cartas documento a las cámaras firmantes para exigir el cumplimiento del acuerdo, que contenía una cláusula específica mediante la cual las empresas se comprometían a abonar los incrementos aún en ausencia de homologación oficial. Sin embargo, este compromiso fue desconocido por los supermercados, que procedieron a liquidar los sueldos sin aplicar los ajustes convenidos.
Gremios: un conflicto que escala
La negativa empresarial genera un nuevo foco de conflicto entre el Gobierno y la Confederación General del Trabajo (CGT), que ya había realizado un paro general en abril en respuesta a diversas políticas del oficialismo. Al mismo tiempo, tensiona la posición de Cavalieri, uno de los dirigentes sindicales que mantenía una relación más cercana con la administración de Javier Milei.
Incluso dentro del ámbito empresario surgieron críticas a la actitud oficial: "El aumento acordado fue moderado y sensato. El problema lo tiene el Gobierno, que pide cosas imposibles", señaló un dirigente del sector comercial en diálogo reservado.
El conflicto abre interrogantes sobre el futuro de las relaciones laborales en un contexto de creciente presión sindical y fuerte intervención del Ejecutivo en la dinámica de las paritarias privadas.