Frío polar en el AMBA: cómo calefaccionar tu casa sin que se dispare el gasto en gas o electricidad
Con el avance del frente frío, las temperaturas se desploman en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y ya rigen alertas por mínimas extremas. En este contexto, crece la inquietud en los hogares: cómo calefaccionar la vivienda sin que se dispare el gasto en gas o electricidad.
Te compartimos una guía con recomendaciones para calefaccionar tu hogar de forma segura, eficiente y sin gastar de más.
¿Qué sistema de calefacción conviene?
- Estufas de gas:
Son las más utilizadas en los hogares. Las de tiro balanceado se destacan por ser más seguras y eficientes, especialmente recomendadas para ambientes amplios y un uso continuo. Es clave garantizar una ventilación adecuada del espacio.
Paneles eléctricos: ideales para espacios pequeños y muy fáciles de instalar. Sin embargo, hay que controlar el consumo ya que sin tarifa subsidiada el gasto puede ser alto.
- Aire acondicionado frío/calor:
Los aires acondicionados con tecnología inverter suelen ser más costosos al comprar, pero ahorran energía a largo plazo. Son una buena alternativa si ya contás con este sistema instalado.
- Caloventores:
Calientan rápido y son útiles para ambientes pequeños como el baño, pero su alto consumo eléctrico los hace poco recomendables para usarlos todo el día.
Sin sistema de calefacción: qué hacer
Aislar la vivienda es clave para conservar el calor y reducir el uso de artefactos. Algunas recomendaciones sencillas:
- Colocar burletes en ventanas y puertas para evitar corrientes de aire.
- Utilizar cortinas gruesas y aprovechar el sol durante el día.
- Tapar rendijas bajo las puertas con trapos o barreras térmicas.
- Incorporar alfombras que actúan como aislantes térmicos desde el suelo.
Trucos económicos que ayudan
- Cocinar en horno y dejar la puerta abierta al apagarlo (solo si es seguro).
- Apagar estufas una hora antes de acostarse: el calor residual suele ser suficiente.
- Juntar a la familia en un solo ambiente en los momentos de más frío.
- Evitar calefaccionar habitaciones que no se utilizan.
Lo que no hay que hacer
- Nunca uses el horno ni las hornallas para calefaccionar.
- No obstruyas las rejillas de ventilación si usás gas.
- Ventilá los ambientes al menos 10 minutos por día para renovar el aire.
- No olvides instalar un detector de monóxido de carbono si tus estufas son antiguas o no reciben mantenimiento frecuente.
Con simples medidas de prevención y algunos ajustes en el uso de la energía, es posible atravesar el invierno sin sobresaltos en la factura ni comprometer la seguridad
Otros ahorros para tu bolsillo: a qué velocidad se debe manejar para ahorrar combustible
Para trayectos urbanos cortos, la recomendación consiste en mantener una velocidad constante entre 50 y 70 km/h. En cambio, en rutas o autopistas, el rango óptimo se mantiene entre 80 y 90 km/h, una franja que le permite al motor trabajar de forma eficiente sin exigir esfuerzo adicional.
Sin embargo, en ciudad no siempre es posible mantener un ritmo estable debido al tráfico y las paradas frecuentes. En estos casos, la clave es acelerar con suavidad y evitar los arranques bruscos que se traducen en gastos más elevados de combustibles.
Además de cuidar la velocidad, existen otras alternativas que pueden ayudarte a mejorar el rendimiento de la nafta:
- Chequear la presión de los neumáticos: unas llantas con presión incorrecta generan mayor resistencia al rodar, lo que obliga al motor a trabajar más y, por ende, a consumir más combustible
- Limitar el uso del aire acondicionado: según Mobil, el sistema de aire acondicionado exige un esfuerzo adicional al motor, lo que repercute en un mayor consumo de nafta
- Evitar aceleraciones bruscas: arrancar de golpe y pisar el acelerador a fondo no solo aumenta el gasto, sino que también afecta la vida útil del motor y otros componentes