El endeudamiento familiar no se detiene: más de la mitad recurre al crédito para comprar alimentos
El 91% de los hogares argentinos se encuentra endeudado, y la mayoría de esos compromisos financieros fueron adquiridos durante 2024, tras la fuerte devaluación, la escalada inflacionaria del primer semestre y la caída del poder adquisitivo. Así lo revela el último informe del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE), que advierte sobre una creciente dependencia del crédito para cubrir gastos esenciales.
En este contexto crítico, más de la mitad de las familias utiliza tarjetas de crédito -bancarias y no bancarias- para la compra de alimentos, el principal destino del endeudamiento. Este rubro representa el 58% del total de deudas con tarjeta, muy por encima de otros como indumentaria (15%) o combustible (11%). Según el IETSE, esta tendencia pone en evidencia el carácter estructural que ha adquirido el endeudamiento y el deterioro sostenido del nivel de vida.
Del total de pasivos familiares, un 73% fue contraído a lo largo de 2024, coincidiendo con la devaluación impulsada por el gobierno de Javier Milei. En los primeros cuatro meses del año, la inflación acumuló un 64,99%, mientras que el poder adquisitivo sufrió una caída real del 10,38%.
Deuda creciente y fragmentada
El informe detalla que el 65% de los hogares mantiene entre dos y tres deudas activas, mientras que un 12% carga con más de tres. Solo un 23% tiene una única deuda. En comparación con el año anterior, creció el número de familias con más de tres deudas (de 8% a 12%), lo que refleja una mayor fragmentación del endeudamiento y una utilización reiterada del crédito como herramienta de subsistencia.
El 15% de los hogares tomó deuda en 2025, mientras que un 12% ya arrastraba pasivos desde 2023 o antes. Esta dinámica evidencia la imposibilidad de muchas familias de cancelar deudas anteriores, lo que alimenta una rueda de endeudamiento acumulativo.
Además, el 76% de las deudas presentan algún grado de mora, ya sea simple o judicial. Las instancias judiciales crecieron 6 puntos porcentuales interanuales, una señal clara del agravamiento de la situación financiera en los hogares.
La tarjeta de crédito, el principal salvavidas
Entre las formas de financiamiento más utilizadas, las tarjetas de crédito -bancarias y no bancarias- lideran con un 30,5% del total, lo que representa un incremento de 5 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2024. Por el contrario, las financieras tradicionales y prestamistas informales redujeron su participación, lo que puede responder tanto a restricciones en el acceso como a una mayor desconfianza por parte de los consumidores.
La refinanciación de saldos en tarjetas de crédito representa el 34% del endeudamiento bancario, seguida por préstamos personales (19%), créditos prendarios (14%) e hipotecarios (6%). Esta preferencia refuerza el fenómeno de la "deuda circular": se toma crédito para pagar otras deudas, sin lograr cortar el ciclo.
Un impacto directo sobre los ingresos
El impacto del sobreendeudamiento en los ingresos es significativo: el 56% de los hogares destina entre el 40% y el 60% -o más- de sus ingresos mensuales al pago de deudas. Esto representa un salto considerable respecto al año anterior y deja a muchas familias sin margen para cubrir otros gastos esenciales.
"El endeudamiento dejó de ser una herramienta transitoria y se transformó en una condición estructural en la economía de los hogares argentinos", concluye el IETSE. "El uso creciente del crédito para acceder a bienes básicos como alimentos da cuenta de un proceso de empobrecimiento que excede la coyuntura. Pese a que la inflación ha tendido a estabilizarse, su nivel sigue siendo elevado, y la pérdida de poder adquisitivo ha generado una crisis de ingresos que sumerge a millones de familias en una emergencia financiera permanente".