Obreros de la construcción, en estado de alerta: fuerte caída del empleo y virtual congelamiento salarial
El consejo directivo de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) dispuso el estado de alerta y movilización en todo el país "producto de la negativa de las cámaras patronales para actualizar los salarios frente a los índices inflacionarios registrados en los últimos meses", según señaló a través de un comunicado.
La decisión de la organización gremial que lidera Gerardo Martínez se da frente a un panorama complejo: el desencadenante resulta la cuestión salarial, pero en un contexto donde está paralizada la obra pública que generó la pérdida de miles de puestos de trabajo, a lo que hay que agregarle la precariedad de la actividad, junto con el trabajo agrario y el personal doméstico.
Postura de los empresarios y un contexto económico complejo
La UOCRA cuestiona la postura de Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) y la Federación Argentina de Entidades de la Construcción (FAEC), quienes sostienen que, justamente, la falta de obra pública y la deuda acumulada de parte del gobierno, sumado a la situación económica, le impide hacer frente a subas salariales en niveles del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Según datos del INDEC, en marzo el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) cayó un 4,1 por ciento respecto al mes anterior.
El otro factor es que el ministerio de Economía no flexibiliza las paritarias, e insiste en que no autorizará aumentos por encima del 1 por ciento mensual, discusión que se viralizó con el acuerdo firmado entre la Federación de Empleados de Comercio, que encabeza Armando Cavalieri, y las cámaras del sector.
Según la UOCRA, "la medida dispuesta abarca a todos los sectores y ámbitos de actuación incluidos en la industria de la construcción". En este caso, la protesta no tiene un impacto que afecte a las obras y se limita a la realización de asambleas en los lugares de trabajo, para informar sobre la marcha de las negociaciones y, llegado el caso, preparar el clima para profundizar el plan de lucha.
Martínez, una voz escuchada por el gobierno y las patronales
Un dato no menor es que la advertencia viene del gremio que conduce Martínez, uno de los sindicalistas más influyentes, con llegada a ciertos miembros de gabinete y habitual participante de los foros empresariales que quieren escuchar una voz del movimiento obrero a través de un dirigente que ocupa un cargo relevante en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Martínez, además, fue citado por el presidente Javier Milei para conocer el seguro de desempleo que se aplica en la construcción y que el gobierno sueña con trasladar a todas las actividades, con el propósito de eliminar el actual sistema de indemnizaciones.
En una de sus últimas participaciones públicas, señaló que sin inversión pública y crecimiento productivo será imposible reducir el trabajo informal. Afirmó que "si paramos el 100 por ciento de la obra pública, ¿cómo vamos a ayudar a la formalidad laboral?", cuestionó. Además, criticó el contexto regional marcado por la desigualdad estructural y la falta de transparencia, remarcando que "América Latina y el Caribe tienen la cultura del privilegio, que es la desigualdad y la concentración en los monopolios".
Pérdida de puestos de trabajo: último aumento salarial
El último incremento de haberes pactado entre la UOCRA y las cámaras empresariales fue de un 4,3 por ciento. Si bien el gremio no formuló un reclamo concreto, los números apuntan a una recuperación de lo perdido durante el primer trimestre y una suba para los próximos meses.
Fuentes consultadas por iProfesional indicaron que "el incremento tendría que superar el 10 por ciento, pero sabemos que eso es imposible que se acepte, tanto de parte del gobierno como de las patronales". Detallaron que "el salario inicial de un obrero está por encima de los 600.000 pesos, suponiendo que le apliquemos ese porcentaje, el ingreso sería de unos 660.000 pesos, que no son suficientes para mantener una familia".
En cuanto al empleo, según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la pérdida de puestos de trabajo en la construcción está, aproximadamente, en el orden de los 60.000 trabajadores. Más allá de las mediciones oficiales, también hay que apuntar la caída de las "changas" que le permiten a muchos obreros mantener un ingreso por fuera del sistema laboral registrado.
Con la paritaria estancada, Martínez piensa en los pasos a seguir. Se teme que la conflictividad se dispare en las provincias, en casos puntuales como Vaca Muerta donde la actividad petrolera está directamente relacionada con la construcción. El estado de alerta, entonces, viene a alinear a las regionales de la UOCRA, que no descarta convocar a una masiva movilización para canalizar sus reclamos y visualizar el conflicto.