Se dispara el precio del petróleo y Luis Caputo se asegura los dólares para el segundo semestre
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La caída de la inflación al 1,5% mensual no es el único dato que tiene feliz a Luis Caputo por estas horas. Hay otro tema coyuntural que tiene una fuerte incidencia sobre la sustentabilidad del plan económico: el precio del petróleo.
En medio de la escalada de tensión entre Israel e Irán, el precio internacional del crudo se disparó. Los futuros de Brent treparon este viernes 7%, a u$s74,23 por barril, luego de haber llegado a saltar hasta 13%; mientras que el estadounidense WTI subió 7,6% (llegó a saltar 14%) a u$s77,62 el barril. Se ubicaron, así, en máximos desde enero.
En realidad, es una mala noticia para el mundo -porque es consecuencia de una escalada de las tensiones en Medio Oriente, con amenazas de ataques entre Estados Unidos e Irán-, pero para Argentina, objetivamente, implica una consecuencia económica positiva.
Ocurre que el gobierno cuenta con un fuerte aporte de dólares de Vaca Muerta para el segundo semestre -justo la época en que empieza a diluirse el ingreso de los dólares del agro, ya pasada la época de liquidación de la cosecha gruesa-.
Las cuentas de Luis Caputo
Hablando en plata, las previsiones de Caputo implican que la balanza energética deje un resultado neto de unos u$s8.000 millones. Es una cifra que ayudará a acotar el déficit de la cuenta corriente y, además, a conseguir un refuerzo para las reservas del Banco Central.
Los números son bien elocuentes: las importaciones crecen a un 35% interanual, mientras las exportaciones apenas lo hacen al 5,8%. Y, si no hubiera sido por el aporte del petróleo, la balanza comercial ya habría acumulado un déficit de u$s1.419 millones.
Sin embargo, hasta hace pocas semanas esa apuesta al petróleo argentino se había visto comprometida por el "factor Trump" y estaba obligando a los analistas a revisar sus números a la baja.
Con la caída experimentada hace un mes, se corría el riesgo de que, aun con un incremento en el volumen del petróleo exportador por Argentina, no se registrara una mejora en el ingreso de dólares registrado del año pasado, porque el contrapeso de los precios a la baja.
El factor Trump
El mercado estaba preparado para una baja en los precios del crudo. Ya en la campaña electoral, Donald Trump había hecho del petróleo un tema central de su propuesta: planteó que era una forma de bajar la inflación, además de una revitalización de ciertas economías regionales y una disminución de la dependencia de proveedores problemáticos.
En contra de la agenda ambientalista de la "izquierda woke", Trump se erigió en un firme defensor del petróleo shale -el mismo tipo que existe en Vaca Muerta-, que exige la técnica del fracking -fractura de la roca mediante presión de agua-.
En el propio discurso de asunción, Trump pronunció el célebre eslogan "drill, baby, drill". Y los expertos conjeturaban que, para compensar la inflación que causaría su política de suba arancelaria, Trump haría lo posible por bajar el precio del petróleo debajo de los u$s60.
Y al incremento de la producción estadounidense se le agrego el "efecto OPEP". Cuando se esperaba que los principales productores mundiales frenaran su expansión en la producción -que ya estaba dejando una oferta excedente de 1,5 millones de barriles diarios-, Arabia Saudita pateó el tablero. Comunicó que se incrementará la oferta de crudo en hasta 2,2 millones de barriles diarios hacia el último trimestre de este año. El anuncio implica no sólo que este país subirá su producción sino que, además, aplicará sanciones a otras naciones petroleras que se mostraban renuentes a subir su cuota.
Arabia Saudita es el principal aliado de Estados Unidos en el medio oriente, y la decisión de incrementar la oferta ocurrió, no por casualidad, a pocos días de una visita de Trump en la que se discutió un acuerdo sobre defensa y armas nucleares.
Sube la tensión y aumenta el precio
Con ese panorama, todo hacía prever que la tendencia a la caída en el precio no se detendría. Sin embargo, el empeoramiento de las tensiones en Medio Oriente llevó a la expectativa de que el comercio petrolero -muy sensible a la situación geopolítica- se viera afectado por una escalada bélica.
Trump remarcó que desconfía de las promesas iraníes sobre un congelamiento de su programa nuclear y dio a entender que si las negociaciones fracasaban, estaba dispuesto a pasar a la acción bélica. Por lo pronto, Estados Unidos ya está evacuando población civil de la región.
Irán elevó el tono de la discusión, al advertir que tomaría represalias militares contra bases estadounidenses si fuera objeto de un ataque por parte de Trump.
El riesgo de que se generalice una situación bélica en Medio Oriente -que además implicaría a Israel contra Irán- hizo que súbitamente todas las previsiones sobre excedente de oferta de petróleo quedaran en duda.
Crédito para Vaca Muerta
Mientras esto ocurre en el plano internacional, en Argentina el sector energético sigue dando señales de pujanza. Para este año se espera una suba aproximada de 25% en la producción shale de petróleo y gas.
Y, al hablar ante inversores respecto de la situación de los precios, los principales empresarios destacaron que, gracias a la baja en los costos de producción por la eficiencia desarrollada en la técnica requerida para el shale oil, Vaca Muerta no tiene riesgo de verse afectada por las fluctuaciones. Concretamente, Horacio Marín, presidente de YPF, dijo que la petrolera nacional es "resiliente a menos de u$s40 el barril".
Confirmando esa declaración optimista, Oldeval -el consorcio liderado por YPF para transporte de gas- consiguió una financiación de u$s85 millones a una tasa de 7,89% -es decir, se financia más barato que el gobierno argentino-.
Y, además, el consorcio Vaca Muerta Oil Sur, también liderado por YPF, está a punto de recibir un préstamo de un grupo de bancos por u$s1.700 millones, la mayor operación de crédito para el sector energético en años. El préstamo fondeará la construcción de un oleoducto que llevará el hidrocarburo desde la zona de Vaca Muerta, en Neuquén, hasta la costa atlántica en la provincia de Río Negro.
El objetivo del consorcio es duplicar su nivel actual de exportación, con lo que el complejo de Vaca Muerta llegaría, en cinco años, a igualar el aporte del campo, con más de u$s30.000 millones al año.