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¿La Argentina es un país caro o barato?: este relevamiento responde al eterno debate

Un análisis de precios de bienes de consumo masivo, durables y servicios para entender cómo el país se fue moviendo entre los polos de "caro" y "barato"
02/10/2025 - 15:46hs
¿La Argentina es un país caro o barato?: este relevamiento responde al eterno debate

¿Es Argentina un país caro o barato? La respuesta depende tanto del prisma con el que se mire como del momento histórico en el que se haga la pregunta. Para el ciudadano de a pie, la percepción cambia cuando hace las compras del supermercado, paga la nafta o piensa en cambiar el televisor. Para los inversores, la clave pasa por la competitividad de la economía y los costos relativos frente a los socios comerciales. Y para los turistas, la comparación es inmediata: cuánto rinden los dólares o reales en una estadía en Buenos Aires.

La discusión cobra relevancia en un país donde la moneda y los precios no son simples números, sino termómetros de la política y la macroeconomía. Los vaivenes del tipo de cambio, la inflación y las decisiones fiscales convierten a la Argentina en una montaña rusa donde, en cuestión de semanas, puede pasar de ser considerada "una de las economías más caras de la región" a transformarse en un destino relativamente barato.

En esta nota, vamos a recorrer tres momentos recientes que permiten ver con claridad cómo la dinámica cambiaria y las decisiones de política económica alteran esa percepción: diciembre de 2023, con la asunción de un nuevo gobierno y un shock devaluatorio; marzo de 2025, cuando la estabilización fiscal y monetaria abrió la puerta al fin del cepo cambiario; y septiembre de 2025, marcado por tensiones políticas que derivaron en un fuerte respaldo de Estados Unidos y un regreso a la apreciación de la moneda. Los precios se analizarán en bienes de consumo masivo, durables y servicios, para entender cómo Argentina se fue moviendo entre los polos de "cara" y "barata", y dónde se ubica hoy en la comparación con países vecinos como Chile y Brasil, y con Estados Unidos.

La economía argentina en diciembre de 2023

El cambio de gobierno en diciembre de 2023 llegó en un contexto de inflación desbordada, atraso cambiario y desequilibrios fiscales de magnitud. El dólar oficial se mantenía en torno a los $400 hasta la asunción de Javier Milei, lo que contenía en parte los precios medidos en dólares pero a costa de un esquema insostenible: emisión monetaria para financiar al Tesoro, déficit gemelos y un Banco Central sin reservas. La inflación había cerrado el año con un salto del 25,5% en diciembre y un acumulado anual superior al 200%, dejando en claro que lo "barato" en dólares de ciertos bienes era apenas el reflejo de una economía desordenada.

En ese escenario, medio kilo de pan costaba casi u$s2,5 y una docena de huevos no llegaba a u$s3, valores sorprendentemente bajos frente a países vecinos. Incluso la carne vacuna mostraba precios relativamente competitivos en dólares, lo que podía dar la falsa impresión de que Argentina era barata. La llegada del nuevo gobierno y el "sinceramiento" del tipo de cambio, que duplicó la cotización oficial a $800, fue el primer paso para corregir estas distorsiones. Aun así, a fin de 2023, Argentina aparecía barata en algunos rubros, aunque a costa de un desorden macroeconómico que hacía insostenible la situación.

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Precios de los alimentos y bebidas en tres momentos distintos del país

En marzo de 2025 la foto era muy distinta

Casi un año y medio después, en marzo 2025, la foto era muy distinta. La Argentina ya transitaba un escenario de inflación controlada, equilibrio fiscal y un esquema monetario más previsible. El levantamiento del cepo y la adopción de una banda cambiaria entre $1.000 y $1.400 por dólar consolidaban la idea de un mercado más transparente, sin los atrasos cambiarios de años anteriores. Además, el financiamiento del FMI reforzó las reservas del Banco Central, despejando dudas sobre la sostenibilidad del esquema.

Los precios en dólares lucían más altos que en diciembre de 2023, reflejando una economía en transición hacia la normalidad: el pan superaba los u$s3, los huevos rondaban los u$s4 y la carne vacuna se acercaba a los u$s11. Los servicios también se encarecieron: un plan de internet costaba unos u$s31 al mes y una comida para dos personas, alrededor de u$s67. Los bienes durables mostraban los mayores desafíos en términos de accesibilidad y competitividad de precios, con televisores cercanos a los u$s620 y zapatillas por encima de los 150 dólares. 

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Precios de los bienes durables en la Argentina en distintos contextos

En síntesis, marzo de 2025 fue el momento en que Argentina apareció más cara en dólares, pero ya no por distorsiones cambiarias sino por un reacomodamiento genuino de precios. Lo que antes era una "baratura" artificial se convirtió en un encarecimiento con fundamentos macroeconómicos sólidos.

Septiembre de 2025, un mes marcado por la política y su impacto en la economía

Septiembre de 2025, en tanto, estuvo marcado por la política y su impacto directo en la economía. La derrota del oficialismo en las elecciones legislativas de Buenos Aires encendió las alarmas: el riesgo país se disparó, el dólar tocó el techo de la banda cambiaria y el Banco Central intervino por primera vez desde la salida del cepo. La estabilidad previa parecía tambalear. Sin embargo, el anuncio de un fuerte respaldo de Estados Unidos cambió el panorama. El Tesoro norteamericano comunicó la disposición a comprar bonos argentinos, habilitar un swap de u$s20.000 millones con el Banco Central y ofrecer un crédito stand-by a través del Fondo de Estabilización Cambiaria. Esto fue interpretado como un respaldo financiero que generó confianza en los mercados. La reacción fue inmediata: el dólar retrocedió de $1.550 a $1.360, el riesgo país bajó y los precios locales en dólares se abarataban, volviendo a niveles cercanos a diciembre de 2023.

En este escenario, los alimentos mostraban precios competitivos: el pan rondaba u$s2,8, la carne u$s9,8 y la leche u$s1,5. Los servicios conservaban una brecha respecto de países vecinos, y los bienes durables seguían siendo caros, aunque la apreciación cambiaria alivió parcialmente la diferencia.

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Lo qie costaban los servicios en diciembre de 2023 y lo que valen ahora

En este nuevo escenario, los alimentos volvieron a mostrar precios muy competitivos en dólares: el pan en torno a los u$s2,8, la carne vacuna en u$s9,8 y el litro de leche en u$s1,5. Los servicios, en cambio, conservaron una brecha respecto de los países vecinos, con un restaurante de gama media en u$s63 para dos personas y un gimnasio en u$s43,5 mensuales. Los bienes durables siguieron siendo el rubro más caro, aunque la apreciación cambiaria alivió parcialmente la diferencia.

Argentina: cara para bienes durables, competitiva en alimentos

Con los precios recalibrados tras la apreciación del peso, resulta inevitable confrontar a Argentina con sus vecinos y con economías desarrolladas como la de Estados Unidos. En alimentos y bebidas, la leche y las papas son apenas más caras que en Chile y Brasil; pan y arroz superan los precios regionales.

La carne vacuna se mantiene competitiva frente a EE. UU., aunque algo más cara que en Brasil. Huevos, manzanas y agua muestran precios equilibrados, atractivos para turistas y para quienes convierten su ingreso a dólares.

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La carne vacuna se mantiene competitiva frente a EE. UU., aunque algo más cara que en Brasil

Los bienes durables persisten como un rubro caro: automóviles, electrodomésticos y ropa tienen precios significativamente superiores a Brasil y Chile.

Un Toyota Corolla cuesta u$s29.600 en Argentina, frente a u$s19.900 en Chile y u$s29.300 en Brasil; una heladera Samsung de 320 litros se paga u$s891, frente a u$s398 en Chile y u$s808 en Brasil; jeans y zapatillas deportivas superan el doble del precio en Chile y son más caros que en Brasil.

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Los bienes durables persisten como un rubro caro en la Argentina

En servicios, los costos de restaurantes, café o transporte urbano son comparables a los de Brasil y relativamente competitivos frente a EE. UU., aunque más altos que en Chile. Telefonía e internet muestran ventaja frente a EE. UU., con menor brecha respecto de Brasil y Chile.

Expensas de departamentos y jardines de infantes privados reflejan diferencias: un departamento de 85 m² cuesta u$s61 en Argentina, u$s110 en Chile y u$s210 en EE. UU., mientras que la educación infantil privada alcanza valores cercanos a Chile, pero sigue muy por debajo de EE. UU.

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En servicios, los costos de restaurantes, café o transporte urbano son comparables a los de Brasil

Una pregunta que no tiene una respuesta absoluta

La Argentina muestra un patrón mixto: alimentos y servicios cotidianos son competitivos, mientras que bienes durables y ciertos servicios sofisticados siguen siendo caros. La apreciación de septiembre de 2025 no solo estabilizó los precios en dólares, sino que reconfiguró la percepción de lo barato o caro, combinando competitividad relativa con encarecimiento estructural.

Al final del día, la pregunta sobre si Argentina es un país caro o barato no tiene una respuesta absoluta. Depende de qué se mida, cómo se haga la conversión de moneda y en qué momento se tome la foto. Los alimentos y servicios básicos pueden ofrecer ventaja relativa frente a la región, mientras que los bienes durables y algunos servicios sofisticados siguen impactando directamente en el bolsillo del ciudadano común.

La historia reciente muestra que la percepción de lo caro o barato puede cambiar en semanas, según la política, el tipo de cambio y la confianza de los mercados. En otras palabras, en la Argentina, ser barato o caro no es un estado permanente, sino un reflejo de la interacción constante entre economía, política y confianza de los mercados.

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