Crisis en Renault Argentina: avanzó con despidos y retiros voluntarios masivos

Santa Isabel en la provincia de Córdoba es casi una ciudad. Representa uno de los complejos automotores más legendarios de la Argentina, pero hoy está en crisis y por sus calles caminan más de 300 trabajadores que fueron o despedidos o que accedieron a un retiro voluntario.

Setenta años transcurrieron desde 1955 cuando se inauguró la Fábrica Santa Isabel, convertida, en una Argentina del pasado más desarrollada e industrial, en una verdadera ciudad factoril que llegó a tener su propio aeropuerto y código postal.

Una ciudadela del rubro automotor que llega al año 2025 con Renault, aplicando una reforma laboral de hecho como la pensaran Cristiano Rattazzi y Mauricio Macri, y con algunos proyectos de producción para el futuro. Y con su asociada japonesa Nissan, que acaba de producir la última pick-up Frontier para cerrar sus operaciones cordobesas, con 300 trabajadores calificados sin saber que será de su futuro.

En este contexto, octubre de 2025 será recordado como uno de los peores meses en 70 años de la historia industrial de Santa Isabel. El mes comenzó con la decisión de la casa matriz de Nissan al anunciar que se puso fin a la producción de las pick-ups Nissan Frontier y Renault Alaskan en la Argentina. Un final anunciado que la gerencia de Renault descontaba desde hace tiempo por la conocida crisis financiera mundial de Nissan. Para Renault ya era un lastre que había que desprenderse. 

La pick-up Frontier comenzará a llegar en los próximos meses importada desde México, mientras que la pick-up Alaskan no tendrá un reemplazo inmediato.

Américo Fernández, economista especializado en pymes cordobesas, señaló a iProfesional que "los problemas en Santa Isabel arrastran a muchas empresas de autopartes. En general, el sector esta muy mal. Desde principio de año la crisis se está agudizando y los despidos empiezan a ser masivos, como en General Motors y Nissan, afectando a las autopartistas. La firma Maxim Montich presentó un preventivo de crisis, con la posibilidad de despidos", explicó.

En febrero de 2023, Nissan y Renault anunciaron en conjunto que producirían en Santa Isabel, dos pick-ups compactas derivadas de la Niagara Concept. Renault avanzó sin su socia en el proyecto porque sus problemas mundiales la superaron. "Básicamente, fracasaron las negociaciones para una fusión entre Nissan y Honda que provocó la renuncia de su directiva. Esto afectó los proyectos en la Argentina", recordó Fernández, al referirse al paso al costado del CEO de Nissan, Makoto Uchida que se retiró y dejó a la compañía con tan solo un año de liquidez para seguir en funcionamiento a nivel global.

Renault, en crisis total: despidos y retiros voluntarios

La ciudadela industrial de Santa Isabel muestra calles menos transitadas. La firma Renault no niega las desvinculaciones, pero no las anota como despidos, sino como operarios que se fueron voluntariamente con acuerdos firmados a raíz de la debacle de Nissan.

Sin embargo, en voz baja, tampoco niegan que la crisis económica recesiva se siente y, al igual que las indefiniciones políticas de la adminstración de Milei en torno al Mercosur, lleva a que los planes productivos para el próximo año se centren en la fabricación de un pequeño utilitario. Y, nada más.

Referentes del mundo sindical y trabajadores que continúan en la compañía, coincidieron en explicar que "a los compañeros los depuraron. Son todos trabajadores calificados, con antiguedad, que intentan reemplazar con jóvenes contratados a los que les pagan dos veces menos con la promesa de que algún día los van a efectivizar. Cuestión que no pasa casi nunca. Es una reforma laboral de hecho y no comenzó con el gobierno de Milei".

Bajar el costo en recursos humanos, sumar más procesos automatizados y aggiornar las leyes laborales fue y es la preocupación de los integrantes del "cordobesismo" liderados por Juan Schiaretti, hoy, embarcados en la oferta electoral de Provincias Unidas, y del dirigente del PRO y ex presidente, Mauricio Macri.

El proceso que desemboca en las 300 desvinculaciones recientemente producidas tuvo su origen en 2015 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que junto al peronismo cordobés festejaron en un mismo escenario la inversión de la malograda Nissan en la planta de Renault en Santa Isabel. En ese momento se contrataron 1.000 trabajadores.

Durante el gobierno de Cambiemos de Mauricio Macri, los proyectos de Renault-Nissan fueron anotados como parte de la "lluvia de inversiones" que se convirtió en sequía. El punto en cuestión es que en el proceso, el gremio de SMATA, acordó reducir salarios (cerca de 30%) y ceder beneficios como descansos y aumentos por categorías. 

Para Macri y Schiaretti se trataba de un ejemplo de reforma laboral de hecho que se lograba por acuerdo entre partes del sector laboral y empresario. Fue el comienzo del plan Macri-Rattazzi.

Dejar atrás las discusiones centrales y pasar a los convenios por empresa como hizo Toyota. Hay un antecedente en el modelo de la década del '90 de Carlos Menem. En esos tiempos, con la anuencia del sindicto de mecánicos (SMATA), se produjo con fragmentación de vacaciones, turnos rotativos, polivalencia funcional y el banco de horas que permite extender la jornada laboral si la producción lo requiere.

Sin embargo, lo que acaba de suceder en Santa Isabel, Córdoba es peor para 300 trabajadores. Deberán dejar sus puestos para los que calificaron por una compensación acordada que le permitirá a Renault maquillar su sangría en recursos humanos mientras espera algún tipo de despegue económico prometido por la administración de Javier Milei que se demora en producir.