Milei gana respaldo de los mercados, pero el ajuste golpea el consumo, según Financial Times

El triunfo electoral de Javier Milei el domingo pasado abre una pregunta que trasciende lo político: ¿dónde invertirán sus vacaciones los argentinos con recursos? Que elijan recorrer Mendoza antes que ir de compras a Nueva York podría reflejar que la economía argentina empieza a transitar un rumbo más estable.

El peso argentino, protagonista inesperado

Las estadísticas oficiales muestran que, en agosto, por cada visitante extranjero, dos argentinos viajaron fuera del país. Para diversos especialistas en economía, esto refleja que la moneda local está sobrevalorada frente al dólar.

Capital Economics estima que, en un mercado libre, el peso podría ser hasta un 35% más caro. Tras el repunte del 10% del lunes, motivado por la victoria de Milei, la diferencia con su valor "real" es todavía más evidente.

La sobrevaloración ha tenido un efecto secundario positivo: ha contenido la inflación al hacer que las importaciones resulten más económicas, aunque esto afecte la competitividad de las exportaciones argentinas. Además, los recortes drásticos del gasto público impulsados por Milei han contribuido a contener los precios internos.

Reservas en juego y apoyo internacional

Sostener el peso sin reponer las reservas de divisas ha consumido parte de los dólares necesarios para cubrir los aproximadamente 20.000 millones que Argentina debe pagar de deuda a finales del próximo año.

Trump y su equipo han respaldado a Milei como un aliado natural; es posible que Washington aporte más fondos, aunque en forma restringida.

Devaluación gradual podría impulsar exportaciones y retorno de capital

La victoria de La Libertad Avanza otorga a Milei una posición de fuerza: aunque no cuenta con la mayoría absoluta en la Cámara Baja, sus vetos y decretos presidenciales serán difíciles de cuestionar. Esto genera confianza entre los inversores, quienes ya han reaccionado positivamente: los bonos subieron y el índice Merval trepó un 20%.

Los economistas esperan que el presidente aproveche su capital político consolidado para posibilitar que el peso se devalúe gradualmente. De concretarse, las exportaciones podrían repuntar, retornaría capital desde el extranjero y Argentina podría reincorporarse a los mercados globales de capital. No obstante, esto implicará que las vacaciones en el exterior dejen de ser una ganga.

Desafíos internos: inflación y gasto familiar

La fuerte reducción del gasto público impulsada por Milei ya empieza a notarse en los bolsillos de las familias argentinas. Una depreciación del peso podría provocar un aumento temporal de la inflación, reduciendo el consumo. Aun con su victoria, la popularidad del presidente sigue acotada: la participación en las elecciones fue la más baja desde 1983, según datos de Goldman Sachs.

Un camino complejo hacia la estabilidad

Después de tantos años de inflación persistente, inestabilidad cambiaria y planes económicos que no prosperaron, era evidente que el camino hacia la recuperación no sería rápido. El voto a favor de Milei representó una apuesta por el cambio, incluso sabiendo que el proceso podría ser doloroso antes de mostrar resultados. Hoy, tanto los mercados como buena parte del electorado mantienen su confianza en esa promesa. El presidente dispone ahora del tiempo político necesario para demostrar que puede cumplirla.