La UTA amenaza con un paro nacional de colectivos si no se garantiza el pago de salarios y aguinaldo
Alejada de las decisiones que tome la Confederación General del Trabajo (CGT), la Unión Tranviarios Automotor (UTA) está preocupada por su propia situación laboral y salarial, masticando la posibilidad de convocar a un paro nacional si no se garantiza el pago completo de los habares en tiempo y forma.
La organización gremial que encabeza Roberto Fernández subrayó que la advertencia sobre la posibilidad de aplicar un plan de lucha se debe a la "amenaza" de las empresas del sector, quienes adelantaron que las próximas liquidaciones de sueldos se realizarían en dos cuotas en tanto que cómo se abone el aguinaldo es "una incógnita".
Empresarios reclaman por subsidios. Cuánto gana un colectivero
Desde el sector empresario no salió una comunicación oficial, pero fuentes del sector revelaron a iProfesional que "esta es una situación repetida, porque los subsidios no se cumplen en tiempo y forma y ha caído la recaudación, producto de la situación económica y de la suba del boleto… es una combinación peligrosa…".
No se descarta que, ante este panorama, las secretarías de Trabajo y de Transporte convoquen a la UTA y a representantes de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros (CEAP), la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (CETUBA), la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (CTPBA) y la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (CEUTUPBA).
El último acuerdo paritario data de julio y finaliza en noviembre, y se dio en un marco conflictivo también con amenazas de protestas. Finalmente, las partes pactaron un aumento del 11,5 por ciento, con un salario básico que hoy quedó en 1.682.000 pesos, sin adicionales como antigüedad y presentismo.
El sindicato advierte que peligran 150.000 puestos de trabajo
El aviso de protesta se disparó con dichos de directivos de AAETA, quienes le habrían advertido al gobierno que pagarán el sueldo de noviembre en dos cuotas y el aguinaldo en seis. Si bien cuestiona el accionar de los empresarios, el sindicato apuntó contra el Ejecutivo como responsable del llamado a un paro nacional en el transporte automotor, señalando que "una vez más, la demora en la transferencia de fondos de los subsidios a las empresas, pone en peligro el pago de los salarios de los trabajadores y trabajadoras".
Fernández aseguró que "hay muchas líneas de colectivos paradas por falta de pago de salarios a sus trabajadores" y afirmó que el Estado no interviene "poniendo en peligro el salario y las fuentes de trabajo de 150.000 trabajadores del transporte".
Explicó que "el transporte urbano de pasajeros se financia con un sistema complejo y poco claro de subsidios, donde participan el Estado nacional, los Estados provinciales y los municipales y tarifas que se ajustan por arriba de la inflación" y agregó: "Para que funcione el sistema deben estar presentes los trabajadores, los empresarios y el Estado en sus diversos niveles. Hoy hay dos sectores que no dicen nada: Empresarios y el Estado"
Interna gremial, salida de la CGT y poder de fuego vigente
Fernández sostuvo que el gobierno se retiró de la discusión sobre el funcionamiento pero que se entromete en la salarial evitando que las paritarias "sean realmente libres" y reiteró que "esta situación, con trabajadores que no cobran los salarios no puede continuar, porque causa una perturbación innecesaria".
En un reciente comunicado, el gremio aclaró: "Buscamos la paz social y la tranquilidad de todos los actores. Somos protagonistas, no nos rebajemos a meros espectadores. Como entidad sindical, es nuestro deber advertir lo que pasa y estamos dispuestos a colaborar en un camino, en el que participen todos los protagonistas involucrados, transparentando números, de cara a la sociedad, para dejar de ser la variable de ajuste del sistema".
La situación en la actividad es por demás compleja, ya que a la situación laboral y salarial, además del contexto económico y la decisión de la administración libertaria de seguir aplicando la motosierra, la UTA enfrenta una virtual atomización, con agrupaciones internas que toman decisiones al contrario de la conducción nacional, en tanto que Fernández decidió retirarse del nuevo consejo directivo de la CGT en desacuerdo con la designación de Cristián Jerónimo, integrante del flamante triunvirato. Sin embargo, el sindicato continúa manteniendo su poder de fuego: Una protesta paraliza el servicio de transporte en todo el país.