Acuerdo de cooperación aduanera con EE.UU.: qué implica y por qué es importante para el agro

A poco más de una semana de que quedara oficializado el acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca) avanzó con otro paso clave: cerró un nuevo convenio de cooperación con Estados Unidos que modificará la forma en que ambos países intercambian información, con posibles efectos futuros sobre el esquema de retenciones.

Desde el organismo informaron días atrás: "Hoy firmamos un convenio de cooperación con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus iniciales en inglés), un paso clave para profundizar la modernización, la digitalización y la automatización de los procesos aduaneros entre ambos países".

ARCA firmó un acuerdo aduanero con Estados Unidos: qué implica

La rúbrica se realizó en Washington y contó con la presencia del titular de ARCA, Juan Pazo, el director general de Aduanas, Andrés Veliz, y el subcomisionado Ejecutivo Adjunto del CBP, Donald R. Stakes.

En la misma línea, remarcaron que "este acuerdo nos permite fortalecer la coordinación bilateral, potenciar la detección temprana de amenazas y combatir delitos transnacionales, alineando nuestro trabajo con los estándares internacionales de la Organización Mundial de Aduanas".

Además del mayor flujo de información, la cooperación con la autoridad aduanera estadounidense tendrá impacto directo en la operatoria cotidiana: menor tiempo logístico, menos burocracia para el sector privado y un nuevo impulso al objetivo gubernamental de consolidar una Aduana completamente digital.

Este entendimiento forma parte de los puntos que el Ejecutivo había anticipado a los exportadores del agro, con quienes mantiene conversaciones permanentes. Una fuente con acceso al diálogo lo sintetizó así: "Trabajarán en intercambiar información sobre el mercado de soja", aunque aclaró que el comercio en sí mismo "es entre empresas y depende de la oferta y la demanda".

Cómo puede impactar el nuevo acuerdo en el agro argentino

En el acuerdo difundido por la Casa Blanca, ambos gobiernos asumieron compromisos adicionales: cooperar para atraer inversiones en minerales críticos y coordinar acciones para estabilizar el comercio mundial de soja. Esto reabrió el debate sobre el capítulo al que Scott Bessent llamó tax holiday.

El tema tiene historia reciente. A fines de septiembre, con la urgencia de conseguir dólares que permitieran intervenir en el mercado cambiario, la administración decidió aplicar "retenciones cero" a los principales cultivos con un límite de u$s7.000 millones. La medida duró menos de 72 horas, pero se anunció justo en medio de la negociación por el swap de USD 20.000 millones con Estados Unidos, lo que generó irritación entre los farmers norteamericanos.

"No quieren que la Argentina implemente esquemas de beneficios que lleven a desplazar la soja americana de China", relató una fuente vinculada al tema. Consultada sobre si esto podría obstaculizar la reducción de retenciones prometida al campo, admitió que existe "cierta dificultad para que ese deseo se concrete".

En el sector agroexportador hay quienes observan con preocupación la presión estadounidense, aunque el canciller Pablo Quirno insiste en desactivar esa lectura. En una entrevista con A24, afirmó que "la Argentina mantiene su soberanía impositiva y su decisión sobre su marco regulatorio", al ser consultado sobre un posible pedido de Estados Unidos para sostener las retenciones.

La colaboración aduanera entre ambos países no es algo nuevo: existe desde los años 90. Washington dispone de una Unidad de Transparencia Comercial especializada en rastrear operaciones sospechosas y maniobras de lavado vía comercio (TBML, por sus siglas en inglés), y realiza análisis permanentes a partir de acuerdos con unidades similares de diferentes países.

Una fuente experta en la operatoria de Arca explicó que Estados Unidos podría "introducir una cláusula en ese intercambio para que el Gobierno argentino tenga que anticipar en caso de llevar a cabo medidas de baja de retenciones, como sucedió en septiembre".

Financiamiento externo para ARCA

En paralelo a estas negociaciones, y ante la necesidad de divisas del equipo económico, Arca obtuvo este año varias líneas de crédito destinadas a modernizar el sistema tributario y aduanero.

El Banco Interamericano de Desarrollo aprobó un préstamo de u$s1.200 millones, de los cuales u$s800 millones se destinarán a respaldar reformas tributarias orientadas a mejorar la equidad y la eficiencia, incluida la simplificación de los procesos de IVA y Ganancias para personas físicas.

A esto se suma un proyecto del Banco Mundial por u$s300 millones, enfocado en optimizar la eficacia y transparencia de la administración tributaria mediante digitalización, automatización y mayor claridad en la información al contribuyente. Cuando se consultó a Arca para qué se usarían específicamente estos fondos, no pudieron dar mayores precisiones.