Colapsan las jugueterías y no todo es culpa de las importaciones: ya cerraron 300 en los últimos meses
Las jugueterías se suman a la larga lista de rubros que enfrentan una profunda crisis, producto de la fuerte caída del consumo y la apertura masiva de importaciones. Así lo graficó la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) en un informe y lo ratificó su presidente, quien estimó que en los últimos meses cerraron 300 locales del sector.
Según el estudio difundido por la CAIJ, este escenario se da por una serie de factores, entre los que destacó las "transformaciones demográficas profundas, cambios en los hábitos de juego y una coyuntura económica y comercial adversa que impacta a la producción local, a los importadores y al comercio minorista".
Crisis de los juguetes: "El problema es que no hay consumo"
Matías Furió, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), señaló en una entrevista que el principal problema del sector es la fuerte caída del consumo: "Hoy el problema no es el tema de la importación, porque toda la vida se compite en la industria nacional y nosotros hacemos juguetes competitivos, estamos bien en precio y desarrollamos como en la última generación. O sea, nosotros estamos por debajo de los precios de los juguetes importados. Hoy la problemática que hay es otra, que no hay consumo".
En ese sentido, resaltó que "no es que no se vende juguete de industria nacional, no se vende ni nacional ni importado". "Hoy la juguetería, que es nuestro principal cliente, no vende. Al no vender, no compra", señaló, desde su óptica industrial.
Y repasó que lo que ocurre con los juguetes también se replica en otros sectores, como "el turismo, las carnicerías y las panaderías".
"Es preocupante la situación en todo sentido", sostuvo Furió, quien se refirió a los cierres de distintas jugueterías: "A fin de año se va a dar más, porque todo el mundo dice llego hasta fin de año porque tengo el stock y quiero vender y ahí baja la persiana. Pero estamos viendo que han cerrado jugueterías de más de 50 años, tradicionales del lugar".
Cerraron más de 300 jugueterías, algunas de ellas históricas
Y aseguró que en "los últimos meses han cerrado 300 jugueterías" y reiteró que muchas esperan hasta fin de año, "para terminar de vender el stock, porque no tienen forma para pagar alquiler y todos los gastos que tienen, porque no hay consumo, no vende la juguetería".
Entre los más de 300 cierres de los últimos meses, desde la Cámara de la Industria del Juguete destacan tres locales tradicionales que bajaron las persianas:
- Rossier (Escobar): cerró en octubre de 2025 tras casi 40 años en la calle Rivadavia al 500, frente a la terminal de ómnibus. Continuará únicamente como tienda virtual.
- Halago's (Quilmes): cerró su local al público luego de años de actividad.
- Lilián (Trelew): juguetería con cerca de 50 años de trayectoria. "Pasan tres días y no abrimos la caja", relató su dueña.
Crisis en las jugueterías: "Una avalancha sin precedentes de importaciones"
Según detalló el informe de la CAIJ, el consumo en jugueterías de cercanía, cadenas y supermercados no muestra señales de recuperación. Si bien el comercio electrónico crece, representa solo el 25% de las ventas, planteando desafíos para las pequeñas y medianas empresas.
De forma simultánea, se registra un marcado aumento de las importaciones, las compras directas al exterior y el contrabando. La CAIJ denunció la presencia de juguetes con alertas de retiro en Estados Unidos que se ofrecen en plataformas, así como productos que, aunque declarados "certificados", no cumplen con la normativa tras ser analizados en laboratorios.
Entre enero y octubre, las importaciones de juguetes alcanzaron u$s91,3 millones FOB y 17,5 millones de kilos, lo que representa un incremento interanual del 59,5% en valores y del 94% en volumen. China explica el 85,7% del valor y el 94,4% del volumen importado. "En un año pasamos de 199 a 530 importadores de juguetes, de 9 millones a 17,5 millones de kilos importados y con el consumo en caída. Una avalancha sin precedentes", señaló Furió
Fábricas en jaque y cierres de comercios
La industria nacional del juguete puede competir en calidad y diseño, pero enfrenta una desventaja estructural frente a China, donde los costos laborales y energéticos son significativamente más bajos.
Esta asimetría profundiza la competencia desleal. Además, el contrabando explica el 30% del mercado, con productos que ingresan sin control y sin cumplir ninguna norma de seguridad, representando un riesgo para las familias. Los indicadores muestran un deterioro acelerado, con ventas estancadas, sobreoferta de stock acumulado de 2023, y jugueterías con márgenes negativos por el aumento de tarifas.
Las fábricas toman crédito para pagar sueldos y aguinaldos, no para invertir. Furió afirmó que "la industria tiene 6 de cada 10 máquinas paradas sin producir", y agregó: "El arancel se redujo un 15%, pero los juguetes importados no bajaron de precio".
La temporada actual muestra tickets de compra más bajos y una fuerte búsqueda de primeros precios. El ticket promedio en comercios de barrio ronda los $22.000, mientras que en grandes cadenas alcanza los $49.000, de los cuales más del 90% corresponde a productos importados. Se estima un ticket promedio general de $35.000.
El 85% de las transacciones se realiza con tarjeta de crédito, reflejando la necesidad de financiamiento. Para el armado del arbolito de Navidad en 2025, el costo puede ir desde $30.000 para versiones económicas hasta superar los $100.000 en formatos más grandes o premium.
Importaciones sin controles, una señal de alerta
Al referirse a las importaciones, Furió habló de algo "preocupante". "Los juguetes no tienen más que cumplir normas. Entran con una simple declaración jurada desde el exterior. Antes debían cumplir unas normas: cuál era el compuesto, si estaba habilitado para estar o no en la Argentina, el tamaño para la edad que tenían los chicos. Todo tenía que pasar por un control del Estado", explicó.
"Nosotros estamos a favor de desregular, pero no si a un niño de un año que le está dando un juguete con una declaración jurada de un tipo X, que encima no se conoce, que importó un juguete de chino y que dice yo tengo una certificación de un chino que me dijo que el juguete es seguro. Y presentan eso para entrar al país", subrayó.
"Nosotros sabemos lo que es una declaración jurada de Argentina, ¿no? No es Estados Unidos que si vos mentís en una declaración jurada o algo, vas preso. Acá no. Es lo que le comentábamos al Gobierno. El problema acá es que uno quiere hacer ese tipo de medida y tener un certificado de afuera, pero si a vos pasa algo, acá no pasa nada. Ese es el problema que hay. Y es lo que yo tenía la idea, para cerrar, para contarle esto, para que vean a la gente lo peligroso", agregó.