Las billeteras virtuales que dan beneficios por usar tu dinero… incluso cuando no consumís
Las billeteras digitales y las fintech en la Argentina atraviesan una etapa de reconfiguración de sus programas de beneficios. En un escenario con mayor competencia y usuarios atentos al rendimiento de su dinero, los esquemas centrados exclusivamente en premiar el consumo comienzan a incorporar nuevas variables. Entre ellas aparecen incentivos vinculados al ahorro, la inversión y el uso integrado de herramientas financieras dentro de cada plataforma.
En ese marco, algunas aplicaciones ya reconocen operaciones como suscripciones a fondos comunes de inversión, movimientos vinculados al ahorro, uso de tarjetas de débito y pagos internacionales. Estas acciones permiten acumular puntos o acceder a beneficios relacionados con viajes, estadías y experiencias. La dinámica replica modelos aplicados por la banca tradicional con los programas asociados a tarjetas de crédito, pero trasladados al ecosistema digital.
Dentro de esta tendencia, Cocos presentó un nuevo programa de beneficios que busca relacionar el uso cotidiano de su plataforma con la posibilidad de acceder a recompensas, con especial foco en experiencias de viaje y turismo. El sistema reconoce diversas operaciones financieras que los usuarios realizan dentro de la app, como inversiones, participación en fondos comunes y consumo con la tarjeta de débito. Cada una de estas acciones genera puntos que luego pueden canjearse a partir de una alianza con una empresa dedicada al rubro de viajes en América Latina.
Desde la compañía explicaron que el objetivo es asociar el uso de herramientas financieras con la acumulación de beneficios, en línea con los programas ya conocidos en el sistema bancario tradicional. Según señalaron, la iniciativa también contempla a los usuarios que utilizan Pix, el sistema de pagos instantáneos desarrollado por el Banco Central de Brasil, que hoy se integra a varias billeteras que operan en la Argentina.
El crecimiento de estas propuestas ocurre en paralelo a la expansión del turismo regional. Brasil volvió a ubicarse entre los destinos con mayor demanda por parte de los viajeros argentinos y Pix se consolidó como medio de pago en comercios, servicios y plataformas del país vecino. A través de este sistema, los usuarios pueden pagar escaneando un código QR o ingresando una clave, con conversión automática a reales y visualización del tipo de cambio en el momento de la operación. De acuerdo con datos difundidos por la empresa, desde la incorporación de Pix en su plataforma, Cocos procesó más de cinco millones de pagos bajo esta modalidad, por un monto superior a 166 millones de dólares. A partir del nuevo programa, cada operación realizada mediante Pix también suma puntos que pueden canjearse por beneficios vinculados con viajes y experiencias.
Cómo compiten las billeteras virtuales
Cocos no es la única billetera que incorporó Pix como medio de pago. Entre las plataformas disponibles con esta función figuran Belo, Astropay, Lemon, Dolar App, Mercado Pago, Takenos, Ualá y, más recientemente, Personal Pay. En algunos casos, estas operaciones también integran esquemas de beneficios, aportan a la mejora de la tasa de las cuentas remuneradas o se suman a programas de fidelización ya existentes. A esto se agregan rendimientos diarios sobre los saldos, acceso a instrumentos de inversión y descuentos en comercios.
Otras billeteras complementan sus servicios con tarjetas prepagas internacionales, tanto físicas como virtuales. Estas tarjetas permiten operar en comercios que no aceptan QR o en situaciones con conectividad limitada. Paralelamente, varias aplicaciones avanzan en herramientas para organizar el ahorro, como cuentas remuneradas, reservas programadas o plazos fijos digitales.
En el caso de Ualá, las operaciones también suman para acceder a la tasa plus de su cuenta remunerada, que alcanza hasta 28% de TNA, sin la percepción del 30% correspondiente al Impuesto a las Ganancias. La plataforma combina rendimientos sobre el saldo, acceso a productos de inversión y programas de devolución en comercios seleccionados, con la intención de integrar pagos, ahorro e inversiones en un mismo entorno digital.
Mercado Pago, por su parte, mantiene un esquema basado en rendimientos diarios sobre el saldo disponible, además de reintegros y descuentos en transporte, supermercados, combustibles y comercios. También incluye beneficios asociados al ecosistema de Mercado Libre y a distintos servicios vinculados al turismo. La billetera ofrece la herramienta "Reservas", que permite crear bolsillos virtuales para separar fondos, organizar gastos y fomentar el ahorro, con la particularidad de que el dinero apartado continúa generando rendimientos diarios y puede utilizarse en cualquier momento.
Para crear una reserva, el usuario ingresa a la aplicación, selecciona la sección correspondiente, elige "Crear reserva", define un nombre y establece el monto objetivo. La herramienta también permite programar reservas automáticas, por ejemplo en fechas cercanas al cobro de ingresos, o activar la función "Reservar al gastar", que aparta una suma determinada cada vez que se realiza un pago o transferencia, con la finalidad de construir hábitos de ahorro.
Personal Pay ofrece pagos, transferencias, recarga de servicios, cancelación de facturas y operaciones mediante QR. La plataforma cuenta con una tarjeta prepaga Visa internacional y habilita metas de ahorro con rendimientos diarios a través de una cuenta remunerada. Además, incluye descuentos y reintegros en distintos comercios, junto con promociones según el nivel de uso de la aplicación.
Takenos, en tanto, dispone de la Takecard, una tarjeta Visa internacional que puede utilizarse de manera física o virtual con el saldo disponible en la billetera.
Naranja X aún no incorporó Pix, pero continúa desarrollando productos vinculados al ahorro. A sus cuentas remuneradas y beneficios asociados al consumo sumó la opción "Frascos Fijos" como herramienta para convertir ingresos extraordinarios, como el aguinaldo, en ahorro o inversión. Se trata de un instrumento 100% digital, con plazos de entre 30 y 180 días y tasas de hasta 27% TNA. Los usuarios pueden invertir a partir de 1.000 pesos.
Una tendencia en expansión
El avance de estos programas de beneficios refleja una estrategia extendida en el sector fintech: retener usuarios a partir de esquemas que combinan consumo, ahorro e inversión. La posibilidad de acumular puntos, obtener rendimientos diarios y acceder a promociones busca consolidar el uso cotidiano de las aplicaciones como principal canal de administración financiera.
Los analistas del sector observan que la integración de Pix en Argentina también contribuye a esa dinámica, ya que facilita el pago en Brasil sin necesidad de efectivo ni trámites adicionales. A su vez, el desarrollo de tarjetas prepagas internacionales amplía el rango de uso de las billeteras en el exterior.
En todos los casos, los programas incorporan condiciones, topes y requisitos de permanencia que varían según cada plataforma. Los usuarios deben consultar los términos vigentes en cada servicio para conocer el alcance de los beneficios, las tasas aplicables, los plazos de acreditación y los límites de uso.
Perspectivas del mercado
Las fintech argentinas continúan ampliando su oferta de productos financieros digitales con el objetivo de competir con la banca tradicional y captar nuevos segmentos de usuarios. El despliegue de programas de fidelización basados en ahorro e inversión representa una nueva etapa en la evolución de este mercado, que suma herramientas vinculadas al turismo regional, pagos internacionales y educación financiera.
En los próximos meses, el desempeño de estas iniciativas estará condicionado por factores como la regulación, la evolución del consumo, el comportamiento del turismo y las condiciones macroeconómicas. La consolidación de Pix y de las tarjetas internacionales dentro de las billeteras locales podría seguir impulsando su adopción por parte de los usuarios que viajan al exterior o realizan consumos transfronterizos.
De esta manera, los programas de beneficios dejan de centrarse exclusivamente en el gasto con tarjeta de crédito y comienzan a reconocer un abanico más amplio de operaciones financieras, integradas en un mismo entorno digital.