Esso factura u$s2.100 M, pero no ve negocio en el mediano plazo

Las cuentas en el paí­s de la petrolera Esso "están en equilibrio", según aseguran quienes conocen la empresa al detalle, aunque analistas del sector agregan que el futuro de su negocio actual está comprometido.


Esso Argentina tuvo en el 2006 ventas por u$s2.100 M, de los que u$s510 M fueron impuestos. Así­, sus ingresos netos fueron casi u$s1.600 M, unos $5.100 M, según informa hoy el diario Clarí­n. "A veces ganan algo, a veces pierden otro tanto, tienen las cuentas en un estricto equilibrio", señaló al matutino un hombre que sabe los números de la petrolera de memoria.

"Pierden plata en la venta de combustibles, por los precios bajos que rigen en los surtidores -agregó un analista del sector-, pero luego compensan con las exportaciones de nafta".

Los números de la petrolera ahora están bajo la lupa luego de que su controlante, ExxonMobil, diera orden al J.P.Morgan de buscar comprador para la filial argentina.

El banco contactó a empresarios nacionales que podrí­an estar interesados en la petrolera. Eso incluyó también a la estatal ENARSA, según consigna el diario.

Esso tiene un esquema de negocio similar al de Shell: compran petróleo en el paí­s (Esso lo hace mayormente a Pan American Energy y Chevron), lo procesan en sus refinerí­as, y lo despachan al mercado interno. Cuando el petróleo cotiza en el mundo unos US$ 73 el barril, ellos lo pagan 40 o 45 dólares, gracias a las retenciones a las exportaciones que definió el Gobierno.

Pero los precios de los combustibles en la Argentina son también hasta 50% más bajos que en los paí­ses limí­trofes. Eso deja márgenes muy acotados a todo el sistema, y de allí­ la permanente queja de falta de rentabilidad de las estaciones de servicio, apretadas por las refinerí­as, que también tienen lí­mites ajustados.

La compensación está en los despachos al exterior. Es que quien marca el ritmo del mercado de combustibles en el paí­s es el gasoil, el más demandado.

Para abastecer al mercado, las refinerí­as funcionan al 100% de su capacidad. Pero por cada litro de gasoil procesado, producen otro de nafta, sin poder cambiar esa relación. Como nafta se consume menos, queda un excedente. Y eso lo despachan al exterior, cobrándolo a precios internacionales cuando el petróleo utilizado fue pagado a valores locales.

"Pero eso se está acabando, por dos razones", explicó ayer un analista que ya fue contactado para estudiar Esso por potenciales interesados en la empresa. Por un lado, el petróleo usado para refinar es de la categorí­a liviana, y de ése queda cada vez menos en el paí­s, por lo que en uno o dos años deberá ser importado. Y los márgenes de precios entonces desaparecen. "Pero además la demanda de nafta crece a un 17 o 18% anual, por lo que cada vez quedan menos excedentes para exportar", agregó el especialista.

Así­, si hoy Esso compensa las pérdidas que genera su red de estaciones de servicio con las exportaciones de nafta, en el mediano plazo eso ya no será posible. "Lo único que queda es pensar que el Gobierno permita subir los precios de los combustibles a valores internacionales -agregó un técnico consultado por el matutino-, pero eso hoy parece polí­ticamente inviable".

Cómo se reparte el mercado
En junio pasado, las ventas totales de combustibles en el mercado interno argentino superaron los $2.600 M, de las cuales el 95% correspondieron a sólo cuatro de las nueve empresas que producen los cuatro carburantes lí­quidos más utilizados (nafta común, súper, ultra y gasoil).

El cuarteto lo integran YPF, Petrobras, Shell y Esso, que tienen en conjunto unas 4.000 estaciones de servicio, desde Jujuy a Tierra del Fuego, a través de las cuales comercializaron en junio unos 1.500 millones de litros.

Sin embargo, la verdadera reina del mercado sigue siendo YPF, que se queda con más de 50% de esa gran torta, que puede ser un excelente, regular o mal negocio, según las circunstancias internas.

En términos gobales, el ranking de las cuatro primeras lo encabeza YPF, con 55,4% del mercado; mientras que segunda se ubica Petrobras, con 14,6%; tercera Shell, con 12,4% y cuarta Esso, con 12%. El resto se reparte entre varias empresas, entre las que se encuentra Dapsa, Rhasa, Refinor y otra menores, algunas de la cuales no comercializan la totalidad de los combustibles lí­quidos más consumidos. (Lea más: Cómo se reparte el mercado de los combustibles en el paí­s ).