Redrado quiere que las AFJP financien a los industriales

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, finalmente asistió a la Conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA) y repitió la promesa del oficialismo de crear un banco de desarrollo, ahora que comienza el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

En cambio, el presidente del Banco Central de la Republica Argentina (BCRA), Martí­n Redrado, recomendó que la financiación venga de parte de las Aseguradoras de Fondos de Jubilaciónes y Pensiones (AFJP) y del Banco Nación.

La confirmación del proyecto por parte del jefe de Gabinete fue una clara señal que ratifica la alianza del Gobierno con la UIA, pese a que Miguel Peirano, ex economista jefe de la entidad, dejará de ser el ministro de Economí­a.

En dialogo con la prensa, Fernández aseguró que el alejamiento de Peirano obedece a "cuestiones estrictamente personales" y negó que la salida del ministro se haya resuelto por los tironeos con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

Otra vez por los fondos de las AFJP
El presidente del BCRA recomendó que el Banco Nación o las AFJP sean los que financien la inversión productiva.

Redrado aportó sus ideas sobre el financiamiento a la producción, pero no habló de una banca de desarrollo ni de reconvertir y ampliar al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), como sugerí­a Peirano.

"El Banco de la Nación Argentina deberí­a estar a la vanguardia del financiamiento de largo plazo. Posee 700 sucursales en todo el paí­s con profesionales que pueden controlar el riesgo crediticio. El Banco Nación puede volcar no menos de 10.000 millones de pesos a largo plazo y a tasas razonables", aseguró.

En la misma senda, Redrado advirtió que en otros paí­ses latinoamericanos las AFJP financian la inversión. En Argentina, sólo el 1,3% de los fondos de las administradoras privadas de los aportes jubilatorios lo hace, pese a que legalmente puede elevarse la cifra al 50%.

Por último, el director del Banco Central manifestó que las aseguradoras cuentan con una liquidez de $30.000 millones, la mitad de ella proveniente de seguros de retiro y de vida.

"Estos tipos de inversores están ávidos de posibilidades de largo plazo. Hay que coordinar esfuerzos entre la banca pública, los fondos institucionales y los proyectos de inversión productiva", concluyó.


En busca de un banco como el de Brasil
"Necesitamos un sistema financiero que cambie", dijo por su parte Fernández, que llegó al Hotel Sheraton de Pilar después de anunciar el gabinete de Cristina Kirchner.

"Cuando los bancos dicen que no prestan a largo plazo porque reciben inversiones a corto, debe estar fallando otra cosa. Tenemos que ver cómo crear una banca de desarrollo que apoye la industria", añadió.

El jefe de Gabinete aseguró que la entidad no tendrá el "triste final" del Banco Nacional de Desarrollo (BANADE) "con el que muchos invirtieron, muchos se enriquecieron y muchos padecemos ahora por no tenerlo".

Para el jefe de ministros, "hay que pensar en más productividad y para eso la industria es un pilar clave". Fernández aseguró que "tenemos el compromiso de utilizar este desarrollo para abrir a la Argentina a los mercados del mundo".

Para regocijo de los cientos de industriales que asistieron al hotel Sheraton de Pilar, el jefe de Gabinete afirmó: "No queremos el viejo Banade, sino un banco que apoye al hombre de la industria, que no beneficie a un pí­caro. Pero aunque existe un banco de desarrollo, el sector privado también tiene que prestar a la inversión".

Fernández admitió que "discute" con Redrado, sobre la necesidad de "cambiar reglas" para que los bancos no se limiten a conceder préstamos al consumo, financiar las tarjetas de crédito y oficiar de cobrador de cuentas.

"La verdad a veces no entiendo cómo con este crecimiento a veces no hay créditos para el que quiere invertir y apostar por el paí­s. Hay algo que tiene que estar fallando", explicó Fernández.

"Los bancos privados creen que solo hay que prestar cuando las cosas van bien, pero eso esta equivocado. Tienen que colaborar como todos", aseguró finalmente.