El interventor de Enargas pasará a la secretarí­a de Hacienda

Cuando Cristina Fernández asuma la presidencia, la estratégica Secretarí­a de Hacienda de la Nación serí­a ocupada por Juan Carlos Pezoa, actual interventor del Enargas y hombre de confianza del jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

A pesar que la gestión del ex vicejefe de Gabinete en el Enargas fue ratificada y prorrogada el jueves por el presidente Néstor Kirchner, mediante la firma de un decreto, trascendió que luego del 10 de diciembre pasará a ocupar un cargo en el Ministerio de Economí­a.

En caso de confirmarse, su reemplazante en el organismo de control serí­a Martí­n Guglielmone, jefe de asesores de Pezoa.

Un área estratégica
El actual interventor del Enargas, reemplazarí­a a Carlos Mosse, de estrecha relación con el presidente Kirchner, quien asumirá como senador provincial en Buenos Aires.

Pezoa es un cuadro técnico del Partido Justicialista que durante la presidencia de Carlos Menem trabajó bajo la órbita de Domingo Cavallo en el Ministerio de Economí­a. Desde allí­ manejó la relación con las provincias, en una etapa en que el ví­nculo entre éstas y la Nación pasó por momentos turbulentos.

Fue en esa época que afianzó ví­nculos con Fernández, quien también era funcionario de Cavallo. Juntos volvieron a trabajar en la campaña presidencial de Eduardo Duhalde, en 1999.

Después de la caí­da de la Alianza en 2001, Pezoa integró el gobierno de transición del bonaerense.

Al ENARGAS llegó después del escándalo de Skanska y tras pasar por la vicejefatura de Gabinete de la Nación.

Según trascendió, la Secretarí­a de Hacienda le habrí­a sido ofrecida a Pezoa el miércoles, el mismo dí­a en que Fernández anunció la primera lí­nea del próximo gobierno, y ya habrí­a mantenido las primeras reuniones de trabajo con el saliente Mosse. 

La gestión en el ENARGAS
El decreto 571 del Poder Ejecutivo firmado el 21 de mayo decidió la intervención del Enargas por 180 dí­as, prorrogable por un lapso similar, tras una cuestionada gestión del anterior presidente del organismo de control, el pingí¼ino Fulvio Madaro.

El lunes vence este primer plazo y Pezoa fue confirmado en su cargo, al menos por ahora.

En estos primeros seis meses, el funcionario sin conocimiento previo del tema energético, intentó poner en orden los términos administrativos e indagó en una obra pública, cuyas acusaciones de sobreprecios afectaron al Gobierno.

Como una de sus primeras tareas, Pezoa tuvo que revisar lo hecho por Madaro con respecto a la primera ampliación de capacidad de transporte de gas (obra cuestionada que derivó en el caso Skanska) y, a su vez, establecer los valores unitarios de referencia para la segunda ampliación de capacidad de transporte, cuya obra ya comenzó pero sin un valor exacto debido al escándalo desatado con la primera.