Redrado: "La crisis no tuvo impacto por la política monetaria"
El presidente del Banco Central de la Republica Argentina (BCRA), Martín Redrado, aseguró que la crisis financiera mundial desatada por el colapso de la hipotecas de alto riesgo "es la peor de los últimos diez años, y llegó para quedarse".
Sin embargo, rescató que "no ha tenido impacto en nuestro país" y afirmó que esto se debió, fundamentalmente, a la estrategia monetaria y financiera que aplicó el BCRA.
"La caída del mercado inmobiliario se profundizó, afectando las expectativas de consumo de la mayor economía del mundo. Las consecuencias que esto puede tener sobre el crecimiento de la economía mundial todavía no están claras", explicó Redrado en la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
"Esto no ha tenido impacto alguno en la economía real de nuestro país" se apuró en aclarar, a la vez que precisó que "en el segundo y tercer trimestre experimentamos una reversión en la cuenta capital de 5.000 millones de dólares, equivalentes a dos puntos del PBI, que en otros tiempos hubiese impactado significativamente en la actividad económica local".
El titular del BCRA defendió la política cambiaria. "Desde el inicio de esta crisis mundial, la paridad nominal peso-dólar ha variado un 2,5%, mientras que el real osciló un 10%, y el peso colombiano un 13%", manifestó.
Para Redrado, "con un régimen de libre flotación, el tipo de cambio habría llegado a niveles mucho más altos, con riesgos de volver a la dinámica devaluación-inflación".
Turbulencias financieras
"El deterioro que se observa en los últimos días en el mercado inmobiliario de los EEUU no hace más que oscurecer el escenario para los activos subyacentes", explicó Redrado al comienzo de su disertación.
Para el titular del BCRA, "las variables financieras en las economías desarrolladas se han deteriorado más aún en los últimos días por la actual incertidumbre sobre cuál es la real exposición del sistema bancario a las pérdidas asociadas a los vehículos especiales de inversión, fuera de las hojas de balance".
El problema central actual es que "se está frente a una crisis de información, porque no se sabe cuántas veces se han transferido éstos riesgos y la restricción de liquidez también ha generado incertidumbre acerca de cuál es el verdadero valor de estos activos, de ahí la parálisis total del crédito de corto plazo en los países desarrollados, de ahí la preocupación de los bancos central de inyectar liquidez para evitar efectos negativos sobre el resto de la economía".