Rentabilidad y liquidez bajan un escalón en las empresas
El clima de negocios comienza a enfriarse en el escenario argentino. Sucede que, según un informe del IERAL - Fundación Mediterránea, los balances con datos acumulados hasta el tercer trimestre confirman para 2007 un escenario de desaceleración de los ratios de rentabilidad y flujo de caja de las empresas, conjuntamente con un incremento de los costos de producción y comercialización.
El estudio, que la entidad realiza todos los años, toma el acumulado de doce meses hasta el tercer trimestre de cada año considerando a casi 70 empresas, con excepción de las financieras.
Estos datos empiezan a sembrar más incertidumbre en el contexto empresario, especialmente porque ponen sobre la mesa la falla de tres factores clave, que son los siguientes:
- El incremento de los costos de venta sobre la facturación.
- La caída de la rentabilidad sobre la facturación.
- El EBITDA, que es el margen o resultado bruto de explotación de la empresa antes de deducir intereses, amortizaciones y el impuesto sobre sociedades, que representa el 30% de la facturación.
Esperanzas de los empresarios
Superada la crisis postdevaluación y con un escenario global favorable, la expectativa era que un mejor clima de negocios admitiera una tasa de rentabilidad empresaria mayor.
Sin embargo, tal como explican la consultora KPMG en base a un trabajo elaborado con 200 entrevistas realizadas por SEL Consultores, más los balances presentados en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, el clima de negocios se muestra estable desde el punto de vista macroeconómico, pero hay elementos negativos desde la visión empresaria. "En otras palabras, el clima está enfriándose y también lo hace la rentabilidad", explican en KPMG.
Son tres los problemas básicos para las empresas:
1 - Por un lado, aumentan los costos de venta, algo que afecta a la mayoría de los sectores. En el 2003, los costos de comercialización y producción representaban el 63,6% del total facturado, pero desde que tocaron un piso en 2005, llegando al 61%, volvieron a escalar hasta situarse en 2007 en un costo de venta que supera el 64% de la facturación, el crecimiento más alto de los últimos diez años.

2 - Otro factor a tener en cuenta es la relación entre la rentabilidad de las empresas y la facturación, que comienza a acotarse hacia fines de 2007. Mientras en el 2005 alcanzó su máxima rentabilidad, que fue de 17,3%, este año se sitúa en el 12,4%.

3 - Por último, la relación entre el resultado bruto de explotación de la empresa (antes de deducir los intereses, las amortizaciones y el impuesto sobre sociedades y la facturación) también cae, mientras que el flujo de caja de las empresas pierde terreno respecto de la facturación. En este caso el máximo alcanzado fue en 2003, cuando llegó a 40,1%, mientras que comienza luego su descenso llegando al 29,7% en 2007.

Futuras inversiones
Para Soledad Pérez Duhalde, economista de la Consultora Exante, uno de los principales problemas que tienen las empresas para definir sus inversiones es el riesgo en un escenario donde cambian las reglas de juego continuamente. Esto, agregado a algunos hechos concretos como son aumentos de salarios y cambios en el sistema de seguridad social, hace pensar aún más a los inversores cuando definen el futuro, agrega.
El informe de KPMG suma otros elementos que aparecen como fundamentales para el crecimiento de las empresas: la inflación y la incertidumbre energética, aunque la política de precios del gobierno también es considerada en muchos sectores como un tema que afecta las decisiones de inversión.
Para el 81% de las empresas consultadas, el concepto que mejor caracteriza las perspectivas de la economía argentina es que hay una serie de desequilibrios que, de no resolverse en un plazo razonable, producirán una desaceleración del crecimiento. Hay que tener en cuenta que el horizonte de previsibilidad para invertir en el país es de 3,2 años para la mayoría de las compañías.
Además según SEL Consultores, una tasa de rentabilidad alta, pero con tendencia decreciente como lo señalan las empresas, debería estar acompañada de un clima de negocios que muestre mejorías. Es decir, cambios favorables en el entorno regulatorio y macroeconómico que ayuden a que las tasas de rentabilidad sean más normales.
El fantasma riesgo país
La reducción de la caja de las empresas se superpone a otras tendencias que también pueden frenar las inversiones. Una de ellas es el riesgo país, que estuvo por encima de los 400 puntos básicos en los últimos meses y no ha mostrado señales de reversión.
Otro tema es el aumento de la tasa de interés de los préstamos. El interés que los bancos cobran a empresas de primera línea por préstamos otorgados en pesos en julio se ubicaba en 9%, mientras que en noviembre promedia 16 por ciento.
"A fin de alcanzar un ritmo de crecimiento sostenible, las autoridades no deberían excluir de su agenda política medidas dirigidas a contrarrestar la merma en el flujo de caja de las empresas. Para lograrlo deberán enfrentar la problemática de costos actual. Conjuntamente con esto, se deberá trabajar en pos de mejorar las condiciones de financiamiento de largo plazo para las empresas, incluida la disminución del riesgo país", finaliza el informe del IERAL.