Por dónde pasa la incertidumbre frente a los cambios sobre las AFJP
El proyecto de estatización del sistema previsional, que este jueves podría aprobarse en la Cámara de Senadores, desde hace tiempo despierta polémica y dudas respecto al impacto que podría tener sobre la economía local, especialmente, sobre la inversión.
Ni bien se planteó la idea, surgió la crítica de que el Gobierno "quería hacer caja" para afrontar los compromisos del año próximo. Pero otra preocupación aún más fuerte giró en torno a que la mayor incertidumbre generada por el tratamiento rápido de un tema que propone un cambio estructural.
En este sentido, un informe de IERAL plantea que "la mayor incertidumbre del sector privado al enfrentar a un administrador monopólico de fondos para realizar sus colocaciones (desde emisión de acciones a obligaciones negociables, pasando por fideicomisos y créditos tradicionales) tiene implicancias sobre las decisiones de inversión". Así, añade que en caso de que la ley se aprobase, se requerirán medidas adicionales que garantizaran un adecuado uso de los fondos.
También agrega que "el trámite acelerado ha generado preocupación, fenómeno que se multiplica si se tiene en cuenta que juristas de prestigio han planteado el interrogante acerca de la validez de normas con efectos retroactivos".
Los especialistas advierten, en este sentido, que existen diversos factores que contribuyen al escenario de incertidumbre. Así, plantean fundamentalmente: qué sucederá con los ahorros de la población y cuál será su destino, la inseguridad jurídica, el riesgo de un menor esfuerzo de ahorro del sector público, el contexto internacional y la posibilidad de responder a los futuros jubilados considerando la estructura de la pirámide poblacional -proyectada para el mediano y largo plazo-. También hay interrogantes respecto de la forma de administración de los fondos.
Según el IERAL, una posibilidad para sortear el problema de un administrador monopólico por parte del Estado sería "emular la forma de financiamiento del banco de desarrollo del Brasil (BNDES) que canaliza sus créditos a través de bancos comerciales, es decir funciona como una banca de segundo piso". Este mecanismo permitiría una mayor transparencia de los créditos y reduciría los riesgos que conlleva todo monopolio, sea éste público o privado.
De todas formas, el estudio considera que esta sería sólo uno de los tantos puntos a resolver, puesto que también deberían establecerse reglas para el resto de las operaciones.
Así, el informe menciona otro cambio necesario -en la visión de los expertos- que sería establecer un límite a la suscripción de papeles privados por parte de la ANSES, "de modo que esas colocaciones superen el ‘test del mercado’ encontrando inversores por fuera del Estado".
Asimismo, en cuanto al vínculo con el mercado de capitales, los especialistas recomiendan nuevamente la gestión de "segundo piso", en este caso adquiriendo cuotas, partes de fondos comunes de inversión, tanto de renta fija como variable, para minimizar la intervención directa que puede prestarse a mayores controversias.
Riesgos del traspaso
"La estructura demográfica argentina se asemeja más a la campana de las economías en transición que a la pirámide de los países jóvenes", afirma el estudio del IERAL. En otras palabras, lo que está queriendo decir, es que paulatinamente, la Argentina está empezando a sufrir un envejecimiento poblacional.

Así, según la estimación del INDEC, la participación de la población mayor de 65 años en 2010 representará más de un 10% de la población total cuando 50 años antes era prácticamente la mitad.
Este es un dato importante, si se tiene en cuenta que la población activa debe sostener a una población pasiva cada vez mayor.
"El equilibrio financiero del sistema de reparto estriba en que se igualen los ingresos provenientes de los aportes de los trabajadores activos y el gasto compuesto por los haberes pagados a la población pasiva", se explayan en el informe.
Pero otro punto interesante que también se resalta es que, en la actualidad, el sistema de capitalización y el de reparto enfrentan una realidad totalmente opuesta en este punto.

Así, las AFJP, que se crearon en 1993, tienen una masa de aportantes significativamente mayor que la de beneficiaros, de manera que su tasa de sostenimiento (aportantes/beneficiarios) se ubica en torno a ocho.
Y si bien los especialistas prevén que este superávit se irá debilitando con el tiempo, plantean que es posible financiar este sistema en su madurez si lo fondos se invierten sustentablemente.
En un plano totalmente opuesto se encuentra el sistema de reparto, cuya tasa de sostenimiento es apenas cercana a uno, a pesar de que además de los aportantes al sistema cuenta con la contribución de los aportes patronales, incluso de quienes optaron por el régimen de capitalización.
Además, los especialistas de IERAL agregan: "La ANSES cuenta con un fondo acumulado cercano a los 25 mil millones de pesos (un 25% del total acumulado por las AFJP en sólo 14 años), de los cuales casi 9 mil millones provienen del traspaso de fondos administrados por las AFJP hacia la ANSES".
De esta manera, llegan a la conclusión de que "sólo se puede sustentar un haber medio equivalente al 62% del salario si cada peso ingresado en concepto de aportes es complementado con otro peso proveniente de impuestos generales, es decir que la financiación del sistema provenga en partes iguales de aportes e impuestos coparticipables".
Así, en el corto plazo, se puede compensar la caída de la tasa de sostenimiento debido al envejecimiento poblacional con un avance de la formalidad en los trabajadores. "Sin embargo, en el largo plazo, la parte de los beneficios que se podrá pagar con aportes se irá reduciendo por lo que se necesitará que existan dividendos regulares de los ahorros previos para no exigir más participación de los impuestos generales", advierte el documento.
El mercado de capitales
De aprobarse la reforma, casi $15.000 millones anuales ,que eran canalizados por las AFJP, serán desviados hacia la ANSES. Hoy en día, las AFJP administran una cartera de recursos de $95 mil millones (alrededor de u$s30 mil millones), que podrían pasar al Estado.

Un análisis de sus inversiones permite ver que el 60% de sus activos ($56.300 millones) se encuentran ubicados en deuda pública, es decir, en títulos nacionales, provinciales y de la Capital. Esta concentración se explica a partir de los límites de inversión en otros activos.
En segundo lugar, con 20,5%, aparecen las inversiones en el mercado de capital nacional, por $20.000 millones que se dedicaron a financiar inversiones y préstamos al consumo a través de fondos de inversión, fideicomisos y compra de acciones.
Otro 18,5% está invertido en garantías de estabilidad de fondos que otorgan una mayor seguridad debido a su menor volatilidad a costa de menor rentabilidad. En este punto se destacan las inversiones en Títulos del Tesoro (u$s9.000 millones) y las tenencias en efectivo y plazo fijo ($8.400 millones).
Por último, con sólo un 0,7%, se ubicaron las inversiones directas por un monto de $600 millones.
Es importante destacar que, en el último tiempo, el riesgo país argentino se disparó y se ubicó en torno a los 1.835 puntos, de manera que afectó a la rentabilidad de los bonos y acciones, también influidos por la crisis financiera y económica internacional. Por otra parte, cabe recordar que hoy en día, las AFJP representan casi un 12% de los plazos fijos privados al acumular depósitos por $7.500 millones.
Además, acaparan un 22% del capital cotizante en el mercado (free float). En otras palabras, en el Merval las empresas mantienen un 45,6% de acciones que cotizan en bolsa y no son controladas por los accionistas estables. Este capital flotante se reduce al 35% si se le descuenta el paquete accionario en manos de las AFJP.

Así, las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones cuentan con un 58% del capital flotante de Siderar, 47% del de Edenor y 45% del de TGS. Sin embargo, la participación en el capital flotante de otras empresas menos líquidas es aún mayor. Así, si se consideran empresas como Consultatio, Camuzzi y Metrovías, la participación de las AFJP en el free float oscila entre el 84 y el 88 por ciento.
Otro punto de no menos interés, es que el volumen que los fondos previsionales mantienen en el mercado de capitales abre la posibilidad de realizar cauciones bursátiles, que son un recurso de fondeo barato tanto para las empresas como para las familias.
"Este instrumento constituye una de las principales herramientas en los préstamos comerciales a corto plazo, a través de líneas de crédito que son garantizadas por títulos y acciones", explica el informe del IERAL.
De esta manera, en el sistema actual, todos estos fondos se utilizan para el pago del seguro de vida e invalidez, las comisiones de administración y para engrosar los fondos invertidos en las cuentas de capitalización individual (CCI).
En sus 14 años de historia, la participación de cada uno de estos destinos fue variando. Así, durante la crisis del 2002, la baja en los aportes personales (de 11% al 5% del salario) llevó a que la participación de comisiones y seguros (2,5% del salario), llegara a representar aproximadamente la mitad de estos flujos.
Sin embargo, con la lenta recomposición de aportes (en enero de 2008 volvieron al 11% original) y la mejora en los salarios reales, que se sumaron a la reforma en el cobro del seguro y al armado de un Fondo de Asistencia Mutual (FAM) que diversificó los riesgos, la participación de comisiones y seguros se movió hacia el 10% de los ingresos.
En este sentido, el informe no pudo aclarar que pasaría en caso de que la reforma se apruebe. "No se cuenta con elementos suficientes para cuantificar cómo se modificarán estas partidas en caso que los fondos pasen a ser manejados por la ANSES", concluyen los especialistas.