Comienza el invierno, pero el gas de Vaca Muerta no alcanza para el NOA por falta de obras
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Las obras de reversión del Gasoducto del Norte que lleva casi un año en operación prometían liberar al país de las importaciones de gas para abastecer la demanda de siete provincias del Noroeste Argentino, sin embargo el incumplimiento con obras clave pendientes permiten una cobertura parcial del gas proveniente de Vaca Muerta.
Es que a la par de la reversión del ducto, que históricamente corría de norte a sur para ingresar el gas importado desde Bolivia, se devía avanzar con la reversión de cuatro plantas compresoras ubicadas en las localidades de Ferreyra y Deán Funes en la provincia de Córdoba, Lavalle en Santiago del Estero y Lumbreras en Salta, ubicadas sobre la traza del ducto operado por TGN.
Ese reequipamiento fue adjudicado mediante licitación de la estatal Enarsa a la empresa Esuco, la cual debía entregar las obras para este invierno, lo que permitiría pasar de una inyección diaria de 15 MMm3 a unos 19 MMm3, un volumen que si bien no cubriría toda la demanda regional se le acercaba bastante, según las previsiones de la industria.
Pero las obras aún no están concluidas según aseguró un vocero de una de las distribuidoras de gas que atiende varias provincias del NOA, lo que explica que se hayan retomado las importaciones de gas desde Bolivia mediante contratos privados, es decir ya sin la intervención de Cammesa y Enarsa, para abastecer a las generadoras eléctricas.
Las distribuidoras ya anticipan que se deberá habilitar también por parte de la Secretaría de Energía un mix de importaciones de Gas Natural Licuado que se puede inyectar desde Chile a través del gasoducto NorAndino que vincula Salta con la terminal de regasificación de Majillones en el Pacífico, y de combustibles líquidos que son la opción más costosa para generación.
Gasoducto del Norte, obras pendientes para el NOA y la exportación de gas
Como parte de estas estimaciones se suma el aporte de 2,5 MMm3/día que puede seguir produciendo la Cuenca del Noroeste, cuyos yacimientos maduros también reflejan una abrupta caída de productividad en los últimos años tal como ocurre en el resto de las cuencas convencionales del país y del vecino Bolivia.
Con es escenario, la única alternativa para cubrir debidamente la demanda y asegurar volúmenes de de exportación hacia Brasil, es incrementar las obras de infraestructura que permitan en primera instancia aumentar la capacidad de evacuación desde Vaca Muerta, sumar mayor volúmenes hasta el sistema del Gasoducto del Norte e incrementar la capacidad de éste de forma modular.
En este sentido, es largamente conocido en la industria el proyecto de construcción de un nuevo gasoducto que partiendo de Tratayén, en Neuquén, se extienda hasta el sur de Córdoba, en la localidad de La Carlota, donde empalmaría con el Gasoducto del Norte con un aporte adicional de 20 MMm3/d, lo cual crecería con la inclusión de plantas compresoras.
Por el veto a la obra pública que ejerce la actual gestión de Gobierno, se trata de una iniciativa de exclusivo riesgo y financimiento privado, que se asegura está plenamente justificado en que aportará una solución definitiva al abastecimiento actual y el crecimiento futuro de la demanda de las provincias del NOA por unos 10 MMm3/d y permitirá a las operadoras disponer de otro tanto para destinar de inmediato a la exportación, incluso con contratos en firme durante todo el año.
Desde comienzos de abril, unas siete productoras de gas comenzaron las exportaciones de testeo desde Vaca Muerta hacia el sur de Brasil utilizando la infraestructura ociosa disponible en Bolivia, pero transformar ese negocio en contratos en firme durante todo el año requerirá de una inversión millonaria en el sistema argentino que aún no alcanza a cubrir su demanda interna.