La segunda mayor distribuidora de gas de la Argentina quiere seguir en el negocio hasta 2047
Naturgy Ban, la segunda mayor distribuidora de gas de Argentina, solicitó este jueves la extensión de su licencia por un período adicional de 20 años que le permita operar hasta diciembre de 2047, al participar de la Audiencia Pública 108 del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas). De la misma manera lo hicieron las distribuidoras Gas del Centro y Gas Cuyana.
La audiencia es un paso requerido por la Ley del Gas 24.076 que establece que el Enargas debe evaluar la prestación del servicio y proponer al Poder Ejecutivo Nacional la renovación de la concesión por un período de 10 años. Así ya se realizó, por ejemplo, la audiencia para extender la vigencia que tiene la empresa Metrogas, la mayor distribuidora por la cantidad de usuarios y volumen entregado a sus 2,4 millones de clientes en el AMBA.
Pero ese plazo fue recientemente extendido por la Ley de Bases que permitió la extensión por dos décadas en caso de haber cumplido cada prestadora con los compromisos asumidos en los contratos, en este caso que datan de 1992 tras la privatización de la empresa pública Gas del Estado, revisión que es motivo de las audiencias públicas.
Marcela Córdoba, Directora de Regulación y Tarifas de Naturgy Ban, fue la encargada de presentar la postura de la empresa ante el Enargas. Según su exposición, la compañía cumplió "debidamente" con las obligaciones a su cargo, un hecho que, afirmó, está avalado por los informes técnicos y el dictamen jurídico de la autoridad regulatoria.
Naturgy es la segunda distribuidora de gas
En Argentina, la empresa opera desde 1992 distribuyendo gas en 30 partidos de Buenos Aires y en las provincias de San Juan, Tucumán, Salta y Santiago del Estero. Con una base de 2,5 millones de usuarios, Naturgy Ban es la segunda distribuidora del país, manejando el 15% del total de las ventas residenciales y comerciales de gas.
La distribuidora cuenta con una red de 40.000 kilómetros de gasoductos y 11.000 kilómetros de red para energía eléctrica. La empresa destacó su posición estratégica al ser la única distribuidora que recibe gas de las dos transportistas de Argentina, TGN y TGS, lo que confluye en el principal sistema de transporte en el anillo del Gran Buenos Aires. Este rol es crucial para garantizar la confiabilidad del suministro.
Además, la compañía subrayó la construcción y puesta en funcionamiento en el partido de General Rodríguez de la única planta del país que licúa gas para transformarlo en GNL, lo almacena y luego lo reinyecta a la red como gas natural. Este sistema de "peak shaving" es vital para asegurar el abastecimiento en los picos de demanda y aliviar el sistema en situaciones de emergencia operativa tal como ocurrió en la reciente crisis de abastecimiento semanas atrás.
Durante la presentación, Córdoba enfatizó que las inversiones realizadas por la compañía ascienden a u$s1.300 millones, actualizados a 2024. Estas inversiones, según Naturgy Ban, permitieron cumplir con los objetivos de inversión a pesar de sostener que desde 1992 solo durante un período de 13 años se aplicaron tarifas adecuadas que le proveyeron los ingresos necesarios para cubrir costos, inversiones y una rentabilidad razonable.
Concesiones afectadas por las tarifas congeladas
De la audiencia también participó la Distribuidora Gas del Centro que abarca las provincias de Córdoba, Catamarca y La Rioja, la cual destacó que triplicó la cantidad de clientes de 277.000 existentes en 1992 a los más de 811.000 a fines de 2024, elevó por 11 las localidades alcanzadas de 29 a 319 actuales, y casi cuadruplicó la red de poco más de 6.000 a 22.400 kilómetros.
De la misma manera, la Distribuidora Gas Cuyana que abarca las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis multiplicó por 2,8 la cantidad de usuarios hasta los actuales 651.672, pasó de 76 a 173 localidades abastecidas, elevó por 3,1 las redes hasta los 16.359 kilómetros y multiplicó dos veces y media el volumen de gas entregado hasta los 2.651 MMm3 de 2024.
En el cierre del encuentro, Daniel Martini como director de la Asociación de Distribuidores de Gas (Adigas) resaltó que las distribuidoras surgidas del proceso de privatización de comienzos de los 90 operaron desde entonces "bajo un contexto de inestabilidad institucional y tarifaria. A lo largo de más de 20 años, acumularon periodos de tarifas congeladas o intervenidas por el Estado".
Esta situación, según Martini, "no permitió que las distribuidoras obtuvieran los ingresos necesarios para cubrir sus costos operativos, impuestos, y una rentabilidad razonable, afectando directamente su ecuación económico-financiera". La falta de ingresos suficientes comprometió el desarrollo de inversiones en infraestructura de expansión, pero "sin embargo, y a pesar de estas severas limitaciones, las empresas cumplieron de manera satisfactoria con las demandas de sus licencias".