Las elecciones en Bolivia abren un nuevo escenario para las exportaciones de gas de Vaca Muerta
La segunda vuelta electoral que el 19 de octubre definirá al nuevo presidente de Bolivia entre dos candidatos pro-mercado abre otro panorama para las pretensiones de los productores de gas en Vaca Muerta para llegar con sus exportaciones a la región en particular a Brasil.
Tras la derrota histórica del Movimiento al Socialismo (MAS) tras casi dos décadas en el poder, el derechista y expresidente Jorge Quiroga (27%) y el senador Rodrigo Paz (32%) auguran un cambio de rumbo y el inicio de una nueva era en la política energética del país que podría alterar el rumbo de la industria del gas y sus relaciones con países vecinos, como Argentina y Brasil.
Un informe de la consultora internacional Rystad Energy, destacó que ambos candidatos "reconocen la amenaza inminente de la disminución de la producción de gas, se ven presionados a diseñar estrategias para impulsar la producción y prevenir una caída potencialmente devastadora de las exportaciones durante la próxima década".
Con una producción actual en torno a los 22 MMm3/día, las proyecciones sobre el declino de sus campos convencionales permiten prever que de no mediar un cambio fuerte de rumbo hacia comienzos de la próxima década estará por debajo de los 15 MMm3/d, lo que no sólo eliminaría los saldos exportables sino que convertiría a Bolivia en importador de gas.
Argentina ya no necesita el gas de Bolivia
La Argentina dejó de ser un comprador diario a Bolivia desde octubre del año pasado cuando se completaron las primeras obras de reversión del Gasoducto del Norte, y a partir de futuras inversiones tiene la pretensión de llegar a la demanda del sur brasileño a través de los ductos ociosos de Bolivia, tal como se concretó con las primeras exportaciones de prueba este año.
Para Rystad, a pesar de descubrimientos recientes como el yacimiento de Mayaya, el panorama a largo plazo es sombrío. En 2014, las ventas de gas representaron el 46,5% de las exportaciones totales de Bolivia, alcanzando los u$s6.010 millones, sin embargo, para 2024, esta proporción se había desplomado al 18,1% con u$s1.610 millones.
"Tanto Quiroga como Paz reconocieron la preocupación por la disminución de la producción de gas natural del país en sus propuestas de campaña. Si bien ambos candidatos buscan impulsar la producción de gas, sus enfoques para lograr este objetivo son distintos", consideró el trabajo que destaca que a pesar de diferencias de metodologías ambos anticipan un cambio de políticas.
La propuesta de Quiroga implica otorgar subsidios a los productores para incentivar el aumento de la producción, mientras que Paz aboga por una combinación de incentivos legales y fiscales, acompañada de una reducción de los subsidios.
Además, Quiroga apoya la inversión en energías renovables, reconociendo que aproximadamente el 70% de la generación eléctrica interconectada de Bolivia proviene de centrales termoeléctricas, que se alimentan principalmente de gas natural. Este gas, a su vez, compite con los mercados de exportación, ya que el mismo recurso se utiliza para satisfacer tanto la demanda interna como los compromisos internacionales.
Vaca Muerta y el mercado regional
Ambos candidatos presidenciales proponen recortar los subsidios en el mercado interno, donde el gas se vende actualmente a un precio significativamente menor que en las exportaciones. Considerando los precios de referencia de los últimos 12 meses, Bolivia vende gas a Petrobras en Brasil a un precio de entre 6 y 7 dólares por MMBtu, mientras que a nivel nacional el precio oscila entre 1,0 y 1,4 dólares por MMBtu, lo que evidencia una disparidad sustancial.
"Tanto Quiroga como Paz buscan impulsar las exportaciones de gas natural a Brasil y Argentina, a la vez que mejoran el marco legal para atraer inversión extranjera y revertir la nacionalización del sector energético. Al crear un entorno empresarial estable, esperan incentivar a las empresas extranjeras a desarrollar las reservas energéticas del país, incrementando así la producción y las exportaciones de gas", consideró el trabajo.
Así el eventual éxito de los esfuerzos de Bolivia para aumentar la producción de gas podría tener un impacto significativo en sus socios regionales. "En el caso de Argentina, una mayor estabilidad en el sector gasífero boliviano podría proporcionar una ruta confiable para exportar gas a Brasil, pero también podría generar una mayor competencia por los volúmenes de exportación pretendidos".
Actualmente, los tres países forman parte de una mesa de negociación en la que se analizan no sólo las condiciones técnicas para alegir el mejor camino en que Vaca Muerta puede llegar a Brasil, sino los costos de ese largo periplo del gas argentino, para lo cual se puso sobre la mesa no sólo el precio del gas son el canon que Bolivia pretende cobrar por el transporte por sus gasoductos.
Mientras tanto, para Brasil, un aumento en la disponibilidad de gas boliviano mejoraría la seguridad del suministro a través del gasoducto Bolivia-Brasil, operado por Transportadora Brasileira Gasoduto Bolivia-Brasil (TBG). Ese potencial aumento en la oferta podría ser capitalizado por agentes privados en Brasil, quienes ya han demostrado una tendencia hacia una mayor diversidad en la importación que conduciría a un mercado más competitivo y dinámico.