• 10/11/2025

Al sector energético no lo paró el invierno: aportó más de la mitad del superávit comercial del país

Las exportaciones impulsadas por Vaca Muerta, escalan 40% y consolidan un saldo comercial que supera la mitad del superávit total de la economía argentina
22/09/2025 - 15:00hs
Al sector energético no lo paró el invierno: aportó más de la mitad del superávit comercial del país

El sector de Combustibles y Energía (CyE) se viene erigiendo en el principal pilar del comercio exterior de la Argentina, consolidando el logro histórico de revertir su tradicional rol deficitario para convertirse en el motor del superávit nacional.

Las cifras de agosto confirman esta tendencia, donde el rubro energético no solo registró una balanza positiva de u$s750 millones, sino que este monto representó más de la mitad de los u$s1.402 millones de superávit global que presentó la economía en el octavo mes del año.

Este hecho cobra mayor relevancia si se considera que agosto es, históricamente, un mes de alto déficit comercial energético debido a las compras estacionales de Gas Natural Licuado (GNL) y otros combustibles para afrontar el invierno. Sin embargo, la creciente producción local, con la formación de Vaca Muerta a la cabeza, transformó el escenario de manera estructural.

De hecho, en el acumulado de 2025, el saldo comercial energético roza los u$s4.000 millones, una cifra que casi iguala el superávit total de la economía nacional, que apenas sobrepasa los u$s5.000 millones.

Combustibles y energía de exportación

El incremento de las exportaciones de CyE fue el factor decisivo, a pesar de la baja de los precios internacionales. En agosto, estas ventas al exterior alcanzaron los US$ 1.056 millones, lo que representa un aumento interanual del 40,6% y constituye el 13,4% del total exportado por la Argentina. De este flujo, un volumen significativo proviene de las provincias patagónicas, con Neuquén destacándose con u$s446 millones en envíos.

El petróleo se consolida como la estrella del sector, acaparando cerca del 70% del total de las exportaciones energéticas. Pese a la baja en los precios internacionales experimentada este año, el crudo argentino se posicionó como el segundo producto más exportado del país, solo superado por el aceite de soja, un indicativo claro de su peso específico en la matriz productiva.

Productos como el gas natural con u$s58 millones (18% más interanual), y los butanos y propanos licuados con crecimientos del 67% y 110% respectivamente, también exhiben cifras de crecimiento alentadoras.

En el acumulado hasta agosto, el sector de CyE exportó u$s7.162 millones con una suba del 11,7% interanual e importado u$s2.572 millones, es decir una caída del 21% interanual. El diferencial resultante subraya que la balanza energética no es solo un fenómeno puntual, sino una tendencia sostenida que provee una robustez inusual al comercio exterior argentino.

Balanza energética superavitaria

En la otra cara de la balanza, la política de sustitución de importaciones y la mayor oferta interna generaron una notable contracción en las compras de energía al exterior. Las importaciones de CyE totalizaron u$s307 millones, marcando una caída interanual del 38,4%. Esta baja se sostiene tanto por una reducción en las cantidades (-24%) como por mejores precios (-16%).

Un dato crucial es el hito alcanzado en la compra de gas natural, que registró cero dólares importados, revirtiendo los u$s92 millones demandados en el mismo mes de 2024. Las compras de GNL también cayeron un 10%, y las de gasoil se desplomaron un 65%, contribuyendo decisivamente al saldo favorable.

El análisis de los destinos de la exportación energética revela una diversificación con alto potencial. Si bien Estados Unidos (u$s2.273 millones, +57% interanual) y Chile (u$s1.996 millones, +7,2%) siguen siendo los principales compradores, se observan incrementos exponenciales en mercados emergentes.

India y China, aunque aún representan volúmenes menores, lideran el crecimiento interanual con incrementos del 518% y 338% respectivamente. Estas cifras, junto con las obras de infraestructura como el oleoducto OTASA y el impulso a las nuevas rutas de gasoductos, consolidan al sector como un actor estratégico y de creciente relevancia global para las finanzas de la Argentina.