Dos empresas de Argentina y Brasil dan el primer paso en un negocio que promete ser millonario
El gigante energético brasileño Petrobras y la argentina Pluspetrol realizaron la primera importación de gas natural no convencional de Vaca Muerta, producido en la Cuenca Neuquina. La operación se llevó a cabo en virtud del acuerdo firmado entre las compañías y sus filiales Petrobras Operaciones (POSA) y Gas Bridge Comercializadora.
Petrobras informó que en esta operación se importaron 100.000 metros cúbicos de gas natural, producidos por POSA y Pluspetrol, para probar el marco comercial y operativo de la operación. El gas se transportó por ductos desde Argentina a Bolivia y de allí a Brasil.
Según el acuerdo, Petrobras puede importar hasta 2 millones de metros cúbicos de gas natural al día de forma interrumpible, por lo que se anticipa que se realizarán nuevas importaciones a medida que las compañías identifiquen oportunidades comerciales.
Esta primera operación representa un hito significativo para Petrobras, gracias a la integración de infraestructura y a la conexión de su producción en Argentina, a través de su filial local, con el mercado nacional brasileño.
"Esta solución logística y comercial abre una nueva posibilidad para la importación de gas natural a Brasil, lo que refleja el compromiso de la compañía del vecino país con el aumento de la oferta y el desarrollo sostenible del mercado del gas natural", afirmó Angélica Laureano, Directora de Transición Energética y Sostenibilidad de Petrobras.
Petrobras en la Argentina
La opreadora brasileña mantiene operaciones de producción en Argentina a través de su filial que posee una participación no operativa del 33,6% en el yacimiento Río Neuquén, ubicado en las provincias de Río Neuquén y Río Negro. La producción de Río Neuquén proviene principalmente de yacimientos no convencionales (tight gas) en las formaciones Punta Rosada y Lajas.
Hace dos años, Petrobras decidió con Río Neuquén conservar el único campo que mantenía en la cuenca Neuquina, tras la desinversión de la década pasada, lo que incluyó operaciones de upstream, transporte, refinación y comercialización de combustibles, en un marco de reorganización corporativa y focalización de operaciones en su país.
La experiencia fue la primera para la mayor empresa de hidrocaburos de Sudamérica, pero la vía de exportación vía Bolivia comenzó a ser explorada el 1 de abril con la operatoria que concretó TotalEnergies, empresa que dedicó buena parte de 2024 a desarrollar junto a YPFB, la petrolera estatal de Bolivia, la regulación necesaria para que el país vecino país se convierta en mercado de tránsito del gas natural a fin de que se pueda exportar el fluido desde la Argentina.
Aquella primera exportación funcionó, en la práctica, como una operación piloto para visibilizar al mercado industrial brasileño que el envío de gas desde la Argentina mediante el sistema de ductos existentes es viable técnica y comercialmente. A partir de entonces se realizaron al menos otras 10 operaciones de exportación a través de los ductos bolivianos.
Todos los caminos conducen a Brasil
Des fines del año pasado, tras la firma de un memorandum, los gobiernos de Brasil y de Argentina analizan tres alternativas principales para viabilizar la llegada del gas de Vaca Muerta. La primera de ellas ya mostró este año su factibilidad con las primeras exportaciones que concretaron varias de las compañías operadoras en Vaca Muerta, como Total, Tecpetrol, Pampa Energía y hasta la misma YPF, que cerraron acuerdos de corto plazo para la entrega de gas a través de la red de ductos de Bolivia.
Para esa alternativa ya se discute con el gobierno boliviano la adecuación tarifaria para este tipo de operación mediante el cobro de un canon de uso de la red que permita mantener un costo competitivo de la molécula del no convencional neuquino.
También se analiza la posibilidad de construir un gasoducto que atraviese territorio de Paraguay, país que se manifestó igualmente interesado en contar con el gas de Vaca Muerta para fortalecer su diversificación energética y dar un impulso al proceso de industrialización con un producto energético ideal para cualquier proceso de transición energética.
Finalmente, para no depender de terceros países, la Argentina y Brasil tienen la posibilidad de potenciar el ducto transfronterizo existente a través de la localidad de Uruguaiana, donde a fines de los 90 se instaló una planta termoeléctrica que funcionó en distintas etapas con gas argentino y podría ser el punto de partida de la extensión del gasoducto hacia Porto Alegre y San Pablo.
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