Aumento en las tarifas de luz: los hogares pagarán más que las industrias durante el verano

La Secretaría de Energía avanzó en uno de los aspectos de la anunciada reforma del mercado eléctrico a través de la Resolución 434/25, generando un quiebre en la tradicional estructura tarifaria, por el cual durante el verano, los usuarios residenciales abonarán un precio mayorista de la energía superior al de la industria y los grandes comercios. Esta dinámica regirá hasta el 30 de abril de 2026 y se fundamenta en la nueva asignación de costos y la estacionalidad del precio del gas.

La normativa estableció la Programación Estacional de Verano y definió el Precio Estabilizado de la Energía (PEE) con un enfoque dual. Así, el usuario residencial ya paga a partir de las facturas que están llegando en noviembre entre $56.054 y $58.281 por Mwh, aunque ese monto no refleja el costo total de generación que es de $66.374/MWh.

El Gobierno está aplicando un sendero de quita gradual de subsidios que continuará con ajustes mensuales y que deberá redefinir su continuidad en el primer trimestre de 2026 para el resto del año, siempre con la idea del Gobierno de ir eliminando el aporte del Estado a las facturas de los usuarios, salvo aquellos que estén en situación de vulnerabilidad económica, para quienes se espera anunciar una tarifa social.

El contraste se observa al comparar los valores con los fijados para la industria y los Grandes Usuarios de Distribución (GUDIs), quienes abonarán entre $47.310 y $51.633 por MWh. La diferencia significa que, en verano, la electricidad para los hogares resulta hasta un 15% más cara que para el sector productivo en el precio mayorista.

Tarifas de luz más cara para los hogares

Esta inversión se debe al diseño de asignación de energía prevista en la reforma eléctrica por la cual los hogares son abastecidos con una combinación de fuentes de energía más estables y costosas a través de contratos a largo plazo de Cammesa, mientras que la industria y el comercio acceden a una porción mayor de energía spot.

El factor determinante es el costo del combustible para las centrales térmicas que operan en el mercado spot. Durante el verano (noviembre a abril), el gas natural es más económico por la estacionalidad de la oferta, y este bajo costo del combustible se traslada al precio spot, haciendo que la energía asignada a los GUDIs sea más barata.

Esta relación de precios se revertirá en invierno por el alza estacional en el costo del gas y otros combustibles (gasoil, fuel oil) que provocará que la energía para los grandes usuarios se encarezca notablemente.

Esta volatilidad de precios genera un incentivo claro para los GUDIs, quienes buscarán asegurar sus costos mediante la contratación de energía a largo plazo, en línea con los objetivos de la reforma eléctrica de fomentar la privatización y la gestión directa de riesgos por parte de los actores del mercado.

La aplicación de la reciente resolución ya se reflejó en las facturas, con aumentos de entre 3,4% y 4,1% para los hogares del AMBA, mientras que la industria experimentó variaciones que fueron desde un leve aumento hasta reducciones de hasta el 10,3%.