Cómo invertir en acciones japonesas desde Argentina y ganar con el rebote
La primera evaluación del Banco Mundial sobre el impacto económico del terremoto de Japón corrobora lo que ya anticipaban los analistas internacionales: será el más costoso de la historia, con daños que pueden elevarse hasta casi un 5% del PBI de ese país.
La institución estima que "el crecimiento se verá negativamente afectado en la primera mitad del año", pero que luego "los trabajos de reconstrucción" compensarán ese retroceso en la recta final de 2011.
El informe prevé que pasarán unos cinco años antes de que esas obras finalicen, aunque la actividad económica no se resentirá tanto tiempo.
De acuerdo a sus cálculos, su costo será mucho mayor que el que causó el sismo de Kobe, en 1995.
Los daños de aquel desastre se valoraron en algo más de u$s100.000 millones (2% del PBI) aunque la recuperación fue casi inmediata.
Las consecuencias para las empresas
Para analistas e inversores, el dato que cobra gran relevancia es la evaluación de las pérdidas en las empresas que ocasionara el desastre.
Según estimaciones preliminares, los recortes previstos en las ganancias de las compañías más afectadas ascienden, en conjunto, a unos u$s2.600 millones, en Europa, y u$s6.500 millones, en los Estados Unidos.
La tecnología, el acero y las automotrices son los rubros más afectados, debido a su enorme peso en las exportaciones de ese país, según coinciden en afirmar varios expertos consultados por iProfesional.com.
En el sector servicios, en Europa, se considera que las firmas más castigadas en sus resultados son los grupos ingleses Lloyds y HSBC.
Otra firma que se verá muy perjudicada es la francesa Wendel, que se dedica a la fabricación de componentes electrónicos.
Tomando en cuenta las previsiones de mercado, el impacto de la catástrofe también afecta a sectores vinculados con la minería, metales, farmacéutico y servicios sanitarios.
Compañías de la talla de British Petroleum (BP), o la minera Rio Tinto, tampoco quedaron indemnes.
En Wall Street, los grandes descensos registrados en el S&P 500 vinieron de la mano de la tecnología y del sector financiero.
Fuera de este segmento, compañías de seguros, como Ace, también muestran serias grietas en las cifras que se estiman para el cierre de este ejercicio.
Los gigantes estadounidenses tampoco se han salvado de los recortes en sus cuentas de resultados.
En tal sentido, los pronósticos son más que preocupantes para corporaciones del nivel de Microsoft, JP Morgan, Pfizer o IBM, entre otras.
En medio del desastre, surgen las oportunidades
La caída de las acciones en los diversos mercados mostró dos fases bien definidas:
• La primera, ocurrida apenas se vieron los grandes daños iniciales. En ese momento, los inversores se lanzaron a adquirir títulos de compañías ligadas a la construcción, obra pública y energías renovables. Como contrapartida, se desprendieron de tenencias de papeles de automotrices y aseguradoras.
• La segunda, iniciada una vez desatado el riesgo nuclear. A partir de ese entonces, las mayores ventas fueron las de acciones ligadas al sector financiero.
Sin embargo, como toda crisis genera una oportunidad -claro está, siempre hablando en el campo estrictamente financiero-, ahora los "dueños del dinero" comienzan a ver en Japón una tierra de enormes posibilidades.
Sucede que muchas acciones han quedado muy subvaluadas y esto funciona como un imán para atraer capitales.
"Basta con mirar atrás en la historia y analizar el ´efecto Kobe´. Tras el breve período de fortaleza del yen y la debilidad de acciones, la tendencia se invirtió. Luego la moneda cayó y las acciones japonesas ganaron hasta un 50% en apenas 12 meses", afirma Hugo Scopetani, analista de mercados internacionales.
Ahora, sectores como el de la construcción o el inmobiliario y firmas que habitualmente distribuyen altos dividendos, han pasado a ser alternativas muy valoradas, a la hora de canalizar el dinero.
En tal sentido, el propio Warren Buffett hizo su aporte para consolidar la confianza sobre el mercado nipón.
"Tomará algo de tiempo reconstruir Japón, pero no cambiará su futuro económico", afirmó el magnate este lunes, en una visita a una fábrica de Corea del Sur.
"De poseer acciones japonesas, ciertamente no las vendería", afirmó el inversor de 80 años, conocido como el "Oráculo de Omaha", por su exitosa estrategia de inversión de largo plazo.
"Frecuentemente, algo inesperado como lo ha sido este tipo de sucesos, crea realmente muy buenas oportunidades de compra. Pasa en los Estados Unidos, en el mundo y Japón no es una excepción", agregó. (ver nota: "Japón: mientras el mundo ve desolación, Buffett "olfatea" oportunidades de compra").
Lo que está claro es que si la situación tiende a la normalización, los inversores que piensen a largo plazo tienen ante sí interesantes posibilidades de hacer grandes diferencias invirtiendo en acciones japonesas.
Para sustentar este pronóstico los analistas toman en cuenta un indicador de cabecera: el "Price Earning" (P/E), o el número de veces que las ganancias obtenidas por una empresa "caben" en el precio de la acción (si, por ejemplo, el P/E es de 4, esto implica que con 4 años de beneficios similares a los registrados en el último período, el inversor podría recomprar ese papel con los rendimientos obtenidos).
En el caso de muchas firmas que componen el índice Nikkei, "el P/E está por debajo del resto de los mercados por primera vez en la historia", afirman los analistas del Credit Suisse.
Quizá por ello son muchos los administradores de fondos, como el gurú Jim Rogers, que recomiendan aprovechar el descenso que ha sufrido el mercado nipón para tomar posiciones ahora.
"Creemos que las correcciones responden sólo a factores cortoplacistas, por lo que son una buena oportunidad para crear valor una vez se relaje el mercado", afirman en Oaktree Funds.
¿En qué acciones y fondos es recomendable entrar?
Conviene analizar brevemente qué tipo de fondos y, sobre todo, en qué sectores se puede sacar partido, si el mercado se reencuentra con la normalidad.
Para ello, lo mejor es recordar el rebote sucedido tras el terremoto de Kobe.
Algunas de estas reacciones ya se han empezado a ver en los últimos días.
De hecho, varias compañías de construcción e ingeniería que integran el Nikkei ya han rebotado y algunas como la cementera Sumitomo Osaka o Kojima acumulan rentabilidades superiores al 10% en la última semana.
Para el economista Luis Palma Cané, "en un contexto en el que la reconstrucción será acelerada, los sectores más atractivos son los de la construcción y los ligados a la obra pública".
Según Hugo Scopetani, "la caída del yen beneficiará a los exportadores de Japón, pues históricamente les va bien cuando la moneda pierde frente al dólar. Para quien apueste a este mercado, lo aconsejable es tomar posiciones en acciones de las más importantes empresas exportadoras como Honda, Takeda Pharmaceuticals, Komatsu y Canon, entre otras".
"Se calcula que el presupuesto que el Gobierno destinará a la reconstrucción del país ascenderá a los 3 trillones de yenes (u$s36.000 millones) a corto plazo", apunta Agustín Cramo, analista de mercados.
Cramo agrega que "la mejor vía que tiene el inversor de beneficiarse del esperado rebote de este tipo de compañías es a través de fondos sectoriales de infraestructura que tengan mayor peso en el mercado japonés".
Además, lo que también repuntará de la mano de la reconstrucción es el consumo.
Si bien las compañías de lujo se han visto fuertemente afectadas en varios mercados, como el francés o el alemán -sobre todo aquellas que tienen en Japón a uno de sus principales mercados-, la historia dice que, a mediano plazo, es más factible que repunten a que sigan cayendo.
"La demanda de acciones defensivas, como las de alta tecnología y consumo, también se comportarán bien", aseguran en el Citi.
Cómo invertir desde la Argentina
Adquirir acciones de compañías japonesas, o fondos ligados a ellas, no es tan complejo como parecería. Los caminos para ello son básicamente tres:
• Comprar Cedears en la Bolsa de Comercio. Estos son certificados representativos de acciones de compañías extranjeras que se negocian en el mercado local. Entre las japonesas se destacan los de Honda, Sony, Nissan, Canon, Toyota y Mitsubishi.
• Adquirir cuotaparte de fondos que contengan este tipo de papeles. Se puede consignar el Super Gestión Internacional, del Santander Río que, entre otros, incluye los certificados de Toyota. Otro fondo, el HF Asia, que administra el HSBC, que incluye acciones y Cedears de empresas de ese origen se encuentra momentánemante inactivo.
• Comprar a través de una cuenta radicada en un banco del exterior, a través de la intervención de un agente de bolsa local o directamente por medio de una entidad que opere en Estados Unidos o Europa.
En el terreno más específico de los fondos, los bancos ofrecen, por ejemplo, al Clariden Leu (Lux) o el Robeco Infrastructure, que invierten una parte de su cartera en compañías de infraestructura japonesas.
También, dentro de este universo, pero enfocados al consumo existen alternativas de inversión como el SSgA Consumer o el Invest Consumer Goods, que son vistos por los expertos como los que más se beneficiarán con la recuperación japonesa.
Así, para los expertos, pese a los miles de kilómetros que separan a la Argentina de Japón, las oportunidades de sumar rentabilidad a quien posea una cartera diversificada pueden estar a una distancia no tan lejana.