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ALERTA

Después de la crisis, llegó el momento de las energí­as renovables

Darío Epstein, presidente de Research for Traders, explica su fuerte relevancia en el sector transporte, calefacción y por qué serán un foco de inversión
02/04/2011 - 10:00hs
Después de la crisis, llegó el momento de las energí­as renovables

A raíz de los últimos acontecimientos en Japón, las energías renovables son vistas con mejores perspectivas que antes para los próximos años. Muchos países ya buscaron el desarrollo de energías limpias cuando el precio del petróleo alcanzó su máximo en el año 2008, este hecho y los problemas en el Norte de África no hicieron más que potenciar esa necesidad.

A través de su historia, el ser humano incrementó su dependencia energética. Hoy no es concebible la vida sin iluminación, calefacción, refrigeración, transportes, comunicaciones, etc.

La energía puede clasificarse en dos grandes grupos de acuerdo a la forma en que es obtenida. En primer lugar, se encuentran las energías no renovables o convencionales, y proviene de fuentes que podrían agotarse a través del uso o explotación (petróleo, uranio, carbón, gas, etc.).

El otro gran grupo son las energías renovables o alternativas. Ente ellas se encuentran las fuentes energéticas no son susceptibles de agotarse (energía solar, eólica, mareomotriz, geotérmica, etc.).

Este tipo de energías alternativas son vistas con buenas perspectivas en los próximos años. Además, la situación de calentamiento global requiere enfocar esfuerzos en la reducción de emisiones de dióxido de carbono.

Actualmente el consumo de energía se distribuye principalmente entre petróleo, gas natural, carbón y energía nuclear. El consumo de energías alternativas es aún muy limitado, aunque creciendo de manera notable. Los programas gubernamentales para el desarrollo de estas fuentes de energía impulsan a este sector.

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A partir de los trágicos acontecimientos ocurridos en Japón y su consecuente crisis nuclear, el mundo muestra preocupación más allá de la región afectada. Antes de la catástrofe de Fukushima, el planeta parecía encaminarse hacia un renacimiento de la energía nuclear, ya que surgía como una solución a las preocupaciones sobre la seguridad energética.

El mayor desarrollo se ha registrado en los países emergentes, aunque algunos desarrollados como Estados Unidos y Reino Unido prevén reemplazar las centrales antiguas o aumentar su capacidad.


Sin embargo, muchos países pusieron paños fríos al desarrollo de este tipo de energía, por la preocupación respecto a la seguridad y la oposición popular, además de anunciar revisiones en sus políticas, surgidas de la ya conocida situación ocurrida en Japón.

Por ejemplo, el gobierno alemán cerró temporalmente sus mayores centrales nucleares, incluso China aplazó la aprobación de nuevas plantas nucleares.

Existen dos razones fundamentales para pensar que el panorama mundial en cuanto a un desarrollo de la energía nuclear cambie considerablemente el marco del mercado energético. En primer lugar, según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, en los próximos 20 años se espera que la generación de energía nuclear crezca solo 20 por cierto.

Por otro lado, las consecuencias sobre un posible desastre nuclear llevarían a muchos países a tomar medidas más drásticas y duraderas sobre la producción nuclear, y no solo limitaciones temporales a la expansión.

En este sentido, China planeaba expandir 45% de la producción nuclear en los próximos 20 años, sin embargo, las medidas tomadas en las últimas semanas referidas a la suspensión de la aprobación de construcción de nuevas centrales, ponen en duda que el gobierno continúe con el programa de desarrollo nuclear.

Por su parte, Estados Unidos planteó la revisión de las ubicaciones geográficas donde están instaladas las plantas nucleares, pero manteniendo el compromiso con el crecimiento de la capacidad nuclear.

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El caso de Fukushima destaca la necesidad de evaluar las centrales que se encuentran en regiones propensas a sufrir terremotos y no poner en duda la condición de seguridad de la energía atómica como tal, aunque claramente tendrá un impacto negativo en la industria nuclear.

Igualmente, cualquier reducción en la ambición nuclear será positiva para las fuentes alternativas de energía, tales como el carbón y el gas.

También debe haber un impulso para las energías renovables necesarias para llenar algunas de las diferencias en el cumplimiento de los objetivos de emisiones de carbono. El petróleo debería ser poco afectado, ya que no se utiliza mucho para la generación de electricidad.

Las energías renovables tomarán relevancia importante en el sector transporte, calefacción y refrigeración. Se estima que el uso de los biocombustibles en el transporte se expanda ocho veces el nivel actual.

Según el escenario potencial desarrollado por Desarrollo Tecnológico de Energía Renovable (RETD), este tipo de energías se convertiría en la fuente más importante en algún momento entre 2030 y 2040, cuando pase a ser el 50% de todos los suministros de energía primaria, frente a alrededor del 20% hoy en día.

Es por todo ello, que las energías renovables son un atractivo foco de inversión. El despliegue de estas energías en el corto y mediano plazo extenderá las capacidades de todas las partes interesadas del sector.

En el transcurso de 2011, los ETF's que replican la energía alternativa fueron los que tuvieron mayores rendimientos. De hecho, algunos ETF's han tenido retornos mayores al 10% en lo que va del año. Bajo todos los contextos anteriormente enunciados, creemos que aún estamos ante un muy buen escenario de inversión, tanto a mediano como a largo plazo, en el rector en cuestión.

Darío Epstein
Presidente de Research for Traders
Especial para iProfesional.com