Acciones de Boldt se derrumban casi un 28% en medio de la "guerra de las imprentas"
Rara vez llegar a los titulares es una buena noticia para la cotización de una acción. Las acciones de la empresa Boldt, envuelta en el escándalo por la concesión de la impresión de billetes a la ex Ciccone, están sufriendo un castigo durísimo en su precio.
El papel asociado a su actividad en la industria del juego perdió 28,14% en lo que va del año, mientras que la otra acción emitida por la empresa, relacionada con su actividad como impresora, cae 19,48% en el mismo período, consigna El Cronista en su edición de hoy.
GAMI y BOLT, el nombre o “ticker” con el que cotizan las acciones emitidas por la empresa de Antonio Tabanelli, supieron ser una perla reservada sólo para entendidos en el mercado local, pero ayer perdieron 5,6% y 5,3%, respectivamente.
A pesar de su poca liquidez –aún en estos días turbulentos los volúmenes operados rozan apenas los $35.000 diarios–, los papeles de la empresa impresora y administradora de salas de juego eran muy apreciados por los inversores por sus jugosos dividendos.
“La acción es conocida por los dividendos que paga, el que la compra lo hace esperando la distribución”, comentó un operador a El Cronista.
Hasta ahora, la empresa nunca defraudó a quienes le apostaron. El 5 de marzo pasado tuvo lugar su última distribución de dividendos: GAMI distribuyó $89,55 millones, o el 199% de su capital social, mientras que BOLT distribuyó $50 millones, el 20% de su capital.
La alta relación entre dividendos y capital social se da por dos motivos. Por un lado, al ser una empresa concesionaria no se recapitaliza para realizar fuertes inversiones, y distribuye la mayor parte de lo que obtiene de un ejercicio.
Por el otro, al ser su principal accionista dueño de alrededor del 90% del paquete accionario, la persona con más poder de voto en la asamblea es la mayor beneficiaria.
Pero bastó que la empresa quedara enredada en el escándalo que rodea a la imprenta Ciccone, a la que alquiló y operó durante un año, para que el valor de sus acciones se viniera a pique. Más tarde, cuando el vicepresidente Amado Boudou mencionó a Tabanelli como involucrado en una supuesta oferta de sobornos, la curva de esas acciones se transformó en un tobogán.
El Estado interrumpió el año pasado la presencia de Boldt en Ciccone, y le otorgó la imprenta a un fondo que está siendo investigado. Para Boudou, Tabanelli tiene mucho que ver con los problemas judiciales que sufre el vicepresidente.
Así, entre los operadores que supieron elegir a Boldt para su cartera, la decisión de vender cuando antes era casi unánime.
Para una empresa dependiente de contratos de loterías estatales, salas de juego y contratos públicos, el conflicto político es devastador. Los dueños de acciones de Boldt temen que, como ha pasado con otras empresas señaladas por el Gobierno nacional, la distribución anual de dividendos pueda ser seriamente afectada.
Peor aún, el avance del escándalo genera temores de que los contratos de los que depende la empresa estén en peligro, concluye El Cronista este martes.