• 18/12/2025
ALERTA

Cada argentino con su "dólar a medida", según cuánto gaste y cómo financie sus compras en el exterior

Las últimas medidas dictadas por la AFIP con respecto al mercado cambiario, que incluyen la aplicación de un anticipo a las compras con tarjetas
16/10/2012 - 10:04hs
Cada argentino con su "dólar a medida", según cuánto gaste y cómo financie sus compras en el exterior

Poco más de doce meses. Este tiempo fue el que transcurrió desde que el Gobierno decidiera iniciar una ofensiva frontal para limitar -y posteriormente prohibir- la compra de dólares a particulares y empresas para atesoramiento. 

Así, fue quedando atrás lo que alguna vez en la Argentina fue llamado el "mercado libre y único de cambios": las restricciones se ocuparon de tachar la primera palabra; la proliferación de las cotizaciones, la segunda.

Por lo pronto, a esta altura muchos se preguntan si el remedio no fue peor que la enfermedad.

Es que el cepo sirvió para parar la sangría de divisas, pero afectó a muchas ramas de actividad, alejó a inversores -que no quieren traer sus billetes al saber que después no los van a poder sacar- e incrementó la tensión en el mercado cambiario, entre otras cuestiones.

"Desconfianza, temor a la voracidad estatal y una inflación que no se ha podido bajar" son algunas de las causas que, a ojos de la Fundación Pensar, explican el por qué el público busca refugio en activos dolarizados o elige sacar su dinero del país.

En medio de este panorama, el blue se fue alejando del valor oficial y se ha instalado como referencia a la hora de pactar operaciones entre privados.

Sin embargo, la convivencia de este doble mercado no parece quitarle el sueño al Ejecutivo: "Para el Gobierno la prioridad no pasa por combatir la brecha entre paralelo y oficial", argumentan desde M&S Consultores, al tiempo que observan con preocupación el fuerte impulso dado a "la maquinita" para emitir dinero.

Desde la firma dirigida por Carlos Melconián y Rodolfo Santángelo recalcan que las restricciones son un "camino de ida" y que sólo puede salirse del actual escenario con un "plan integral que genere mucha confianza y que resuelva los problemas de fondo", como son la inflación y el atraso cambiario.

La forma en cómo se ha ido profundizando el cepo (cabe recordar que al principio sólo se decía que iba a afectar a quienes no pudiesen comprobar su capacidad patrimonial) da prueba de ello.

A esto se sumó el recargo con tarjeta para compras en el exterior y un estricto control entre lo declarado en Aduana y lo comprado, vía cruce de datos entre el fisco y las compañías emisoras de los plásticos.

¿Por qué el Gobierno ha tomado estas medidas?

  • El cepo, para que el Banco Central tenga el "monopolio" absoluto de la compra de dólares que genera el comercio exterior.
  • El recargo del 15%, para reducir la fuga de capitales que genera el "tarjeteo" fuera del país.

Sobre este último punto, cabe recordar que los bancos argentinos tienen que enviar al exterior el monto gastado por sus clientes. Y lo hacen "sacando" esa cantidad de una cuenta que cada uno tiene en el Banco Central que, a su vez, tiene ese dinero contabilizado como reservas.

Sin embargo, y pese a las restricciones vigentes, el BCRA no ha podido incrementar su tenencia.

Esto lleva a decir a varios analistas que el control de cambios "no cierra" y a ironizar con que alguien se está llevando parte de esos dólares, una vez que éstos llegan al tesoro.

"El Gobierno paga los costos del control pero desde hace meses no lucra con sus beneficios. Este es un problema que intentará corregir con nuevas resoluciones", prevén desde la consultora M&S.

Y agregan: "El encarecimiento del 15% de los consumos con tarjeta en el exterior es una primera reacción ´light´para apretar más el torniquete cambiario".

Ahora bien, si se considera la combinación de:

  • El nuevo recargo sobre las compras efectuadas con plásticos.
  • La "magra cantidad de billetes" que entrega la AFIP por día y por persona.
  • La búsqueda del dólar blue por parte de quienes buscan hacerse de más fondos.
  • El pago del gravamen aduanero, que es del 50% sobre todo monto declarado que supere los u$s300 (ejemplo: si se trajo mercadería por u$s500, que implica un exceso de u$s200, se paga la mitad de dicho exceso, es decir, u$s100).

La suma de todos estos factores da lugar a que ahora cada argentino tenga "su dólar". Es decir, un valor implícito, según el total gastado y la forma en que eligió financiar sus compras.

En buen romance, esos consumos realizados en el exterior pueden representarle un dólar que irá:

  • Desde los $5,45, si es que gastó menos de u$s300 y pagó todo con plástico ("dólar tarjeta"). 
  • A un valor de $8,29, si es que declaró compras por u$s2.500 y eligió recurrir al circuito paralelo para pagar con cash. 

Cada uno con "su dólar" en la valija
El monto total de la compra y la forma elegida de pago (cash o tarjeta) definen qué dólar le corresponde a cada argentino que viaja.

El siguiente cuadro detalla el valor que "le toca" al que cruzó las fronteras y eligió financiar sus compras con tarjeta luego de declararlas en Aduana.

El valor implícito de la divisa puede ir desde los $5,45 (el llamado "dólar tarjeta", que es el oficial más el recargo del 15%) a los $7,54 (para un consumo de u$s2.500). Es decir, es la situación que se presenta para los que deciden no comprar nada en "cash" y declarar todo el excedente sobre los u$s300 permitidos.

image placeholder

En el próximo cuadro, se muestra la situación de quienes optaron por fondearse recurriendo a dólares blue y pagar con ellos los consumos efectuados, como una forma de que sus gastos no queden plasmados en el resumen del plástico.

En este caso, el valor implícito de la divisa va desde los $6,20 (que es justamente la cotización en el mercado negro y sin sobrecosto y por estar el total declarado por debajo del permitido) a los $8,29 (para compras del orden de los u$s2.500):

image placeholder

En este caso, se paga el recargo aduanero a valor oficial y las compras efectuadas a "blue". El tipo de cambio implícito es el resultado de la combinación de ambas variables. 

En definitiva, queda claro que:

  1. En todos los casos, el hecho de tarjetear resulta más barato que el querer fondearse con el blue.
  2. Con un consumo declarado del orden de los u$s500 -abonado con plástico- el valor del dólar implícito ($6,40) ya supera a la cotización informal de $6,20 (por el efecto combinado del recargo del 15% y el arancel aduanero).
  3. El buscar que los consumos no queden plasmados en los resúmenes de la tarjeta -y elegir para ello la vía blue- representa un sobrecosto de entre un 14% (para un gasto mínimo) y un 10% (para un gasto de, por ejemplo, u$s2.500).

Dólar de $8,30, ¿caro o barato?
El tener que pensar en un valor del dólar que, por el recargo del 15% y el arancel aduanero se eleva muy por encima de la cotización oficial puede inducir a muchos a pensar que no es negocio traerse algunos "chiches" electrónicos de afuera.

Pero puede que no sea así, si uno observa las diferencias de precio entre los artículos electrónicos que se comercializan aquí y en el exterior.

De hecho, si se suma el costo de una New iPad, un Smartphone Galaxy III y una ultrabook, marca Acer o Asus, se redondea un dólar del orden de los $8,30. En efecto:

  • Si se toma como referencia esa última cotización la compra de esos productos -fuera del país, por ejemplo en Best Buy- equivaldrá a unos $21.040.
  • Lo llamativo es que si esos tres mismos productos se adquieren a través de los portales de venta online nacionales, el monto resulta ser aun mayor, pues asciende a $21.500.

Atraso cambiario "mata" cepo al dólar
Es evidente que ya pocos creen que el dólar en la Argentina cueste los $4,74 que dice el Banco Central.

En general, la sensación que predomina es que su valor real se ubica en una franja que va entre los $5,40 y los $6,20 en que cotiza en el mercado negro. Y este atraso cambiario lo percibe la sociedad.

Prueba de ello es que todas las restricciones a las compras de divisas que el Gobierno se encargó de instaurar no fueron impedimento para que los argentinos se movilicen y consuman fuera del país. Incluso más que antes.

En este sentido, un dato aportado por el economista Fernando Marengo, del estudio Arriazu, constituye una prueba más que elocuente del "atraso cambiario":

  • En el primer semestre de este año (es decir, en plenas turbulencias y con restricciones cambiarias) salieron del país u$s2.500 millones en concepto de turismo.
  • En el primer semestre de 2011 (cuando aún existía la tranquilidad con el dólar) esta cifra fue de "apenas" u$s1.500 millones.

Los analistas, en general, comparten la idea de que más allá de las medidas restrictivas que pueda idear el Gobierno, el factor decisivo y clave a la hora de decidir un viaje es el atraso cambiario.

El hecho de que los productos electrónicos valgan menos afuera, aun pagando el arancel aduanero y el recargo del 15%, es una prueba más que elocuente de cómo la inflación se ha ido "comiendo" la cotización del dólar oficial a lo largo de estos últimos años.

Y fue tal la "ingesta" que muchos siguen viendo como buen negocio el comprar fuera del país, aun con las restricciones oficiales.

"Es mucha la cantidad de argentinos que van a preferir irse al exterior", apunta el economista Tomás Bulat, quien da por descontado que habrá nuevas medidas restrictivas.

Por lo pronto, buena parte de la sociedad sigue disfrutando del atraso cambiario, soportando más y más restricciones, pero favorecida por el seguro de cambio que ofrece el Gobierno, que ya dijo que no tiene en sus planes avanzar en una brusca devaluación.

"Nos va bien a los argentinos", dice la Presidenta, cuando celebra que tantos particulares viajen al exterior. Y muchos aprovechan para hacer un revival de la época de la "plata dulce", aunque el Gobierno se haya quedado sin dólares para darles.

Es que en el fondo saben que el atraso cambiario todo lo puede y hasta es capaz de "matar", incluso, al cepo al dólar.