La acción de Microsoft perdió un 45% en la era Ballmer
En enero de 2000, cuando Ballmer asumió el sillón de consejero delegado de la empresa de Windows, sus títulos cotizaban en u$s58,38, frente a los 32,39 dólares a los que cerró ayer.
El simple anuncio de la marcha del cargo del directivo dio un fuerte impulso a su cotización este viernes del 8%, hasta cerca de los 35 dólares.
No obstante, a pesar de que la evolución negativa de sus títulos en Wall Street, Microsoft es hoy en día una empresa mucho más grande que al inicio del nuevo siglo.
Los ingresos anuales de esta compañía aumentaron desde los 25.000 millones hasta 70.000 millones de dólares, a la vez que su beneficio neto aumentó 215%, hasta cerca de u$s23.000 millones, en los 13 años de la era Ballmer.
Este ejecutivo era consciente de la enorme dependencia de negocio que tenía Microsoft con los ordenadores PC, por lo que creó nuevas alternativas como la división de centros de datos (reportaron ganancias a la compañía de u$s6,6 millones en 2011) y la plataforma de entretenimiento Xbox, que generó cerca de u$s8,9 millones también en el 2011.
Xbox 360 ha conseguido doblegar a la empresa japonesa Sony, que competía por este mismo mercado con su PlayStation 3. La propia Sony reconoció su derrota al afirmar que por cada PS3 que vende, Microsoft consigue vender 3 Xbox360.
Otra cosa es lo que ocurrirá en la nueva generación de consolas en la que Sony lleva la delantera, ya que lanzará su nueva consola el 29 de noviembre denominada PlayStation 4, mientras que Microsoft tras haber presentado la nueva Xbox One, aún no ha fijado una fecha para sacarla a la venta.
Frente al éxito cosechado en el sector de las videoconsolas, aparece el fracaso de Microsoft en los dispositivos móviles, dónde Apple y Google se han colocado a la vanguardia de los sistemas operativos en la era de los smartphones.
Para intentar competir en este enorme y rentable mercado de los teléfonos inteligentes, Microsoft decidió unirse con Nokia, fabricante de terminales.
Nokia aporta los smartphones y Microsoft contribuye con el sistema operativo, Windows Phone 8, que ha logrado captar más cuota de mercado aunque muy lejos aún de los dos dominadores.
La política empresarial adoptada estos años, en la que la multinacional no ha sido capaz de capitalizar nuevas tecnologías, ha sido muy criticada tanto por los accionistas como por los analistas.
De hecho, Steve Ballmer llegó a ser nombrado como el peor director ejecutivo a nivel mundial por la revista Forbes.
Sin embargo, Ballmer ocupa el puesto 47 en la lista de personas más ricas del mundo, con una fortuna cercana a los 16.000 millones de dólares, según la lista Bloomberg de millonarios.