Fondos de inversión: los principales inversores extranjeros en Argentina
Si bien la Argentina recupera de a poco la senda del crecimiento sostenido y vuelve a recibir mayores flujos de inversión extranjera directa (IED), la crisis de 2001 también generó grandes cambios en el perfil de esta IED. Después de su época dorada en los años ’90, los fondos de inversión son nuevamente actores importantes de las inversiones extranjeras que llegan al país.
Respecto de los fondos, el caso paradigmático de la IED durante la Convertibilidad fue The Exxel Group, que a mediados de la década pasada se había convertido en uno de los principales grupos económicos en la Argentina. Hoy, a más de tres años de la crisis económica de 2001, sólo posee un puñado de pequeñas empresas, después de haber tenido que desprenderse de sus principales activos (OCA, Musimundo, Freddo, Fargo, Havanna y Latinstocks).
Cambios significativos
Tanto los especialistas en operaciones de compras como los economistas coinciden en que todavía es demasiado pronto para confirmar si los nuevos flujos de IED podrán llegar a ser tan significativos como en los ’90, pero lo que ya es un hecho es que las empresas multinacionales dejaron de ser los principales inversores externos.
"En materia de origen de la IED, ha habido cambios muy significativos en los últimos dos años. Como contraparte de la caída de los inversores extranjeros directos tradicionales europeos y estadounidenses han emergido nuevos actores como los fondos de inversión, que constituyen instrumentos muy poderosos de adquisición de activos en la Argentina", sostiene el economista Pablo Rojo, director de la consultora Río Bravo.
Inversores de EEUU
Rojo considera que los fondos están integrados por inversores internacionales muy sofisticados, y que a pesar de que sea muy difícil determinar el origen de estos fondos, hay una participación muy significativa de inversores estadounidenses y argentinos.
Durante la Convertibilidad, época en la que la estabilidad económica atrajo a un importante flujo de IED, el número de fondos de inversión llegó a alcanzar los 25, pero hoy en día no operan más de 10 en el mercado argentino. Los más reconocidos en estos momentos son:
- Dolphin Management Fund, dirigido por Marcelo Mindlin, acaba de adquirir por u$s100 millones el 65% de la distribuidora Edenor y ya posee una participación en la transportadora de alta tensión Transener. Fue creado en 1990 por el financista de origen húngaro George Soros.
- Pegasus Capital, cuyo director gerente es Mario Quintana, dueño de las heladerías Freddo y de las cadenas Musimundo y Café Aroma. Ha sido el fondo más activo desde la devaluación con inversiones por u$s60 millones.
- Advent International (Juan Pablo Zucchini es su investment manager) está presente en la Argentina desde 1996 y posee el correo privado OCA y el laboratorio Fada Pharma. Invirtió u$s900 millones en toda la región.
- Southern Cross Capital Management lleva invertidos en la Argentina y Chile u$s200 millones. Son los dueños de Laboratorios Northia, Mayoristanet y The Value Brand Company, entre otros.
Cambia el estilo
Una de las principales características de estos nuevos fondos es que sus estrategias de inversión son muy distintas a las que predominaban en la década pasada. Luis Uncal, director del estudio Jebsen, especializado en asesoramiento a empresas, explica: "creo que en los años ’90, los fondos buscaban oportunidades en empresas que no estaban bien financieramente, y con un gerenciamiento intentaban levantar el negocio. También, antes eran habituales las operaciones de Leverage Buy Out (compra de activos mediante endeudamiento) y hoy son de difícil aplicación por las reglas cambiarias vigentes. Actualmente, se busca un riesgo más acotado, una mayor seguridad en la inversión a realizar".
Entre las estrategias más habituales, Uncal detalla las siguientes:
- En el caso de inversión y adquisición de una empresa, los fondos de inversión buscan tener la mayoría y el control dentro de las empresas adquiridas, evitando cualquier conflicto futuro. Prefieren ir a lo seguro en ese aspecto, teniendo la libertad de ejercer el control.
- Otra posibilidad es que los fondos actúen prestando el capital, aprovechando el know how de la gerencia de la empresa, sin tener control sobre la compañía, pero si participando de sus resultados.
- La otra alternativa es el Fronting. Una empresa quiere adquirir otra, y para eso lo hace a través de un fondo, que es la cara visible de la adquisición.
Otro aspecto que Rojo considera característico de estos nuevos players es su relación con el management de las compañías en las que invierten. "Muy a menudo, la toma de control por parte de una empresa extranjera significaba el retiro de todo el management local. En la actualidad, los fondos que están invirtiendo en activos en la Argentina no necesariamente están removiendo los managements domésticos. Al contrario, muchos de estos vehículos nuevos de inversión están efectivamente valorando de manera muy positiva las calidades del management argentino", indica el economista.
Carteras de activos
Rojo también pone el foco en el hecho de que los fondos que invierten en la actualidad no poseen una regla en la composición de sus carteras de activos, algo que sí sucedía en los ’90. "Cuando las empresas extranjeras que tradicionalmente invertían en la Argentina compraban varios activos, lo hacían siguiendo un solo patrón, que era el de especialización de su actividad o cierta lógica comercial. En la actualidad, estos fondos constituyen carteras conformadas por activos argentinos, pero no están gobernadas por ningún patrón en particular. Porque el comportamiento de estos fondos está unicamente orientado en la búsqueda de importantes retornos en la inversión".
Uncal coincide en que no existen sectores de actividad preferidos para orientar las inversiones de estos fondos: "yo no hablaría de sectores preferidos, sino de negocios variados, en los cuales no sólo el cash flow futuro sea lo importante. Es decir que la faz comercial esté asegurada, que la producción esté colocada y que exista un contrato comercial firmado que asegure la colocación de la producción".
Horizontes más acotados
Es una característica distintiva de estos flujos de IED que el horizonte de inversión que se busca sea más acotado. "Tradicionalmente, la empresa que adquiría un activo en la Agentina tenía un horizonte para el cálculo de sus retornos de no menos de 15 a 20 años. En la actualidad, estos fondos están trabajando con horizontes de 5 años", dice Rojo. De acuerdo con Uncal, el horizonte puede ser aún menor: "si bien no hay nada escrito al respecto, nuestra experiencia indica que oscila entre 3 y 5 años".
Martín Burbridge
mburbridge@infobae.com