La fiebre por las acciones aún no se detiene: la Bolsa porteña mantiene su racha y bate récords
La plaza accionaria argentina sorprende al ubicarse entre las rentables del mundo en el año, con ganancias extraordinarias, se mida de la forma o en la moneda en que sea.
Su principal referencia de precios, el índice Merval, acumula hasta una suba nominal de 84% tras avanzar 8% en la última semana, la novena de las últimas diez que logró un saldo positivo.
Además, 10 de los 25 papeles más negociados se valorizaron más del 100% y tres de ellos duplican o triplican esa ganancia.
El caso más notable es del de Edenor: qien haya comprado en la última rueda de 2012 una acción de la empresa a 65 centavos de peso, de haberla vendido el viernes a entre $2,50 (precio de apertura) y 2,69 (de cierre), habría obtenido una ganancia absolutamente lícita del 322 al 331% en sólo 10 meses, 7,5 veces más de lo que le hubiera redituado apostar al dólar paralelo y sin los riesgos legales u operativos típicos de esa apuesta.
Lo que más llama la atención es que el despegue se produce cuando la economía vuelve a mostrarse pobre. Los indicadores de actividad del 3° trimestre -aun los oficiales- distan mucho de los que en mayo y junio hicieron al Indec ilusionarse con volver a crecer a tasas chinas, mientras el consenso de los privados vaticina que vienen dos años mediocres, según consigna el diario La Nación.
El matutino agrega que el plafón de las subas es un mercado global que mantuvo, contra las previsiones, incentivos para que los inversores tomen riesgos al alargarse la vida del dólar abundante y barato. Ese escenario volvió a ser puesto en duda a media semana por lo que dejaron trascender las actas de la última reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos, al situar el comienzo del fin de los estímulos monetarios antes de fin de año y plantear que ese proceso se completaría a mediados del año próximo.
"En este contexto, algunos inversores extranjeros que nos recelaban, le apuntaron últimamente al mercado local porque, de los emergentes, era claramente el más rezagado y con valuaciones de algunas de sus empresas que, en comparación con similares de otros países de la región, eran ridículas", explica Augusto Posleman, director en Puente.
El combo de razones domésticas es más complejo y variado. Incluye un vuelco en las expectativas políticas, tras el resultado de las primarias; la falta de opciones tradicionales rentables de inversión (vedado el camino al dólar y con las tasas de interés bancarias siempre debajo de la inflación real); la valorización de las empresas exportadoras, que deviene tanto de la mayor devaluación oficial del peso como del contagio por despegue del dólar paralelo; los dos años de estancamiento previo que habían acumulado las acciones y hasta los incentivos a la recompra de sus papeles que encontraron las propias empresas cotizantes, al quedarles bloqueada la posibilidad de repartir dividendos o para blindarse ante el riesgo de intervención que trae consigo la reforma del mercado de capitales.
"Buena parte de esta suba tiene que ver con las recompras de acciones que realizan cotizantes como Telecom, Macro o IRSA para defender su capital y blindarse ante los posibles efectos de la reforma. Pero también con las compras de quienes buscan cobertura contra la inflación o la devaluación", dice Walter Molano, economista jefe de BCP Securities.
Claro que a todo esto se sumó, en las últimas horas, el efecto causado por la primera "señal promercado" que emitió el Gobierno en largos años: firmó un acuerdo para regularizar las deudas contraidas con empresas que le ganaron juicios en el tribunal arbitral del Banco Mundial (BM) para destrabar créditos al país y tratar de mover a la administración de Barack Obama de su neutralidad en el juicio por la deuda impaga.
Christian Reos, analista de Allaria Ledesma, también cree bueno recordar que los precios estaban en estado vegetativo desde fines de 2010 pese a que, por entonces, "la mayoría de las empresas argentinas tenía ganancias crecientes, planes de expansión y un muy bajo nivel de endeudamiento, debido a las dificultades para fondearse en lo exterior".
Sin embargo cree que el interés de los inversores por los activos locales se despertó hace unos tres meses por varias razones. "Al no haber grandes inversores extranjeros con tenencia de activos argentinos, cualquier apuesta, por mas chica que sea, puede generar fuerte suba de precios. Hay que tener en cuenta que la Argentina forma parte de los que se catalogan como mercados de frontera, que son precisamente los que han recibido más apuestas de los inversores globales en los últimos meses en detrimento de los típicos mercados emergentes porque éstos ya estaban caros".