Con un billete verde quieto, ahorristas se pasan a pesos para ganar más dólares

Los ahorristas ahora venden su posición en moneda extranjera para hacer un plazo fijo en pesos. Esto se debe a que el dólar está quieto y, en segundo lugar, la tasa de interés para un depósito a un año ronda entre el 24 y el 30%, según el monto que se deposite.

"Los depósitos privados mostraron un fuerte impulso en la última semana de enero, luego de la devaluación que llevó el dólar a alrededor de ocho pesos y el levantamiento parcial de la restricción a la compra de divisas", dice un trabajo realizado por KPMG Argentina para su Foro de Servicios Financieros.

"Con estos datos recientes, pareciera que el fondeo de los bancos no sufre un déficit de cantidad, en el marco de una todavía reinante represión financiera y una suba generalizada de tasas", comentó Ricardo De Lellis, socio a cargo de la industria de Servicios Financieros de KPMG en la Argentina, según consigna el diario La Nación. 

Lejos de esas atractivas tasas de interés en pesos, los bancos no llegan a dar un premio de un uno por ciento a quien deposite sus dólares a un año. El jueves, último dato oficial disponible del BCRA, la tasa para plazos fijos de más de un millón de dólares a un año era de 0,93 por ciento.

Otra de las opciones que los ahorristas tienen para intentar mantener el valor de los ahorros es dejar depositados por un año los dólares que la AFIP autorice a comprar, claro está, en caso de cumplir los requisitos que exige a la hora de calificar como comprador de dólares para atesorar. En ese supuesto y transcurrido el año, el banco entregará 104 dólares por cada 100 que se dejaron en la cuenta, según el matutino. 

Aquellos que estén dispuestos a permanecer en pesos mientras confían en la quietud del dólar podrían colocar su dinero en el Banco Provincia a una tasa de 26,45% anual, lo que implica una tasa efectiva mensual de 2,03%.

En el Banco Ciudad, en tanto, para un depósito de 100.000 pesos, el interés que la entidad pagará al ahorrista será de 24,50%. 

Claro que para que estas alquimias entre pesos y dólares funcione hay que partir de un presupuesto básico: confiar en que el dólar estará quieto por un tiempo.