• 20/12/2025
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Préstamos online: cada vez son más las empresas que ofrecen dinero ví­a web, "rapidito" pero a altas tasas

A los bancos les está apareciendo una competencia en el otorgamiento de créditos de bajos montos, aunque su costo es elevado   
13/11/2014 - 18:46hs
Préstamos online: cada vez son más las empresas que ofrecen dinero ví­a web, "rapidito" pero a altas tasas

"Cuando vas a un banco a pedir un préstamo casi hay que demostrarle al gerente que a uno le va tan bien que no necesita la plata".

Así se expresaba días atrás un empresario que cuenta con varios negocios de indumentaria y que tuvo que pasar por esa experiencia, ante las demoras que sufre en la cadena de pagos.

Más allá de la ironía, lo cierto es que solicitar dinero a una entidad no es tarea fácil, a pesar que las campañas publicitarias de las instituciones financieras aseguran lo contrario.

En el caso de los individuos, hasta que el cajero que atiende en la sucursal oprime la tecla "Enter" y acredita los fondos, se deben completar varios formularios, con "abundante letra chica", y superar otros tantos obstáculos.

Este proceso -engorroso para muchos particulares del segmento medio y medio bajo-, ha hecho que diferentes empresarios encontraran un nicho de negocios y comiencen a desarrollar sistemas online con la finalidad de reducir esa pesada carga y otorgar dinero en forma rápida.

Las firmas encargadas de administrar estas plataformas apuntan a captar personas con ingresos superiores a los $5.000 mensuales y buen historial crediticio.

En varios casos, estas empresas analizan previamente la información de los solicitantes por medio de algoritmos basados en múltiples variables de los individuos -obtenida de redes sociales como Facebook-, además de información pública y bureaus de crédito.

A nivel global, estas alternativas se dividen en dos: las que ofrecen micro préstamos para fines sociales, y las que "juntan puntas" entre privados. Es decir, entre los que aportan dinero a cambio de un interés y quienes lo solicitan.

En Argentina, las más desarrolladas son las segundas y, entre ellas, se puede mencionar a Moni y a PréstamoMóvil.

Básicamente, se dedican a brindar créditos que se devuelven en su totalidad en un brevísimo lapso.

En el caso de la primera (Moni), se trata de una herramienta de servicios que otorga dinero de manera inmediata, creada por Juan Pablo Bruzzo y Alejandro Estrada, ex dueños y fundadores de Dineromail.

"Nuestra empresa apunta al 85% de individuos bancarizados, que no tienen acceso a una cuenta corriente y que necesitan cash a modo de adelanto o préstamo", afirma Estrada.

El monto máximo que se otorga es de unos $4.000, que se restituye a los 15 días de su acreditación.

El interesado recibe el efectivo el mismo día en el que es aprobada la solicitud y al vencimiento se lo debita directamente de la cuenta bancaria del deudor.

En cuanto a la forma de registrarse, desde la empresa afirman que sólo basta con ingresar los datos personales o, simplemente, la cuenta de Facebook. Es decir, como parte de su estrategia, apuntan a que el interesado evite trámites engorrosos.

Cuánto se debe pagar
Ahora bien, la pregunta es cuánto debe restituirse por esos $4.000 al cabo de los 15 días.

El monto a cancelar es de unos es $4.750, lo que implica un costo financiero total -para ese breve lapso- del 19%. Pero en términos anualizados, representa la friolera de 460%.

En ese valor tienen gran incidencia los "gastos administrativos", que son fijos e independientes del dinero requerido. De modo tal que cuanto menor sea la cifra, mayor será el costo total.

Por ejemplo, si se piden $2.000, se devuelven $2.600. Es decir, un 30% en 15 días, que equivale a un costo total anual superior al 700%.

Algo parecido sucede con PéstamoMóvil. Opera con montos también reducidos, con un tope máximo de $3.000 a dos semanas o un mes. El costo financiero total, en este caso, se dispara al 490% y 850%, respectivamente, para ambos plazos.

Quien solicita $1.000 a dos semanas, deberá restituir $1.350. Es decir, un 35% más. Mientras que aquél que obtenga $3.000 a un mes, enfrentará una tasa 40% más alta ($4.200).

Para acceder a estos préstamos, se debe completar una solicitud y enviar por correo electrónico la fotocopia del DNI y constancia de CBU. Por lo que si todos los papeles están en orden, a las 24 horas el interesado recibe el cash.

Otras opciones online
Para quienes buscan financiación a más largo plazo, el abanico es amplio en cuanto a compañías que la ofrecen, montos, tasas de interés y costo financiero total.

Cantidades: parten de los $5.000.
Plazos: la mayoría trabaja a 24 meses, aunque hay casos en los que el lapso de financiamiento es 36 o 48 meses.
Tasas de interés: del 38% al 49%.

En Prestaronline.com, afirman: "No somos un banco ni una financiera. Es un innovador concepto bajo una novedosa propuesta crediticia para tener dinero extra de una forma muy fácil y flexible".

La firma ofrece hasta $15.000 a quienes pueden justificar estabilidad laboral y buen historial crediticio.

En este caso, cobra una comisión del 4% sobre el monto aprobado, al que se suman gastos mensuales e impuestos.

Por ese dinero recibido, luego deben abonarse 24 cuotas mensuales de $1.181, de modo tal que se termina restituyendo casi el doble de lo solicitado.

Otro de los participantes de este negocio es Cashonline. Sus líneas están destinadas a personas mayores de 21 años que tengan un empleo fijo y ganen más de $60.000 anuales.

También exigen que los interesados estén bancarizados, ya que el cobro de las cuotas -que van de los 6 a 24 meses- se realiza directamente sobre sus cuentas.

Una vez cumplidos estos requisitos, quien solicite $15.000 a 24 meses, se compromete a abonar mensualidades de $1.433.

Otra empresa que compite por el "dinero rápido" es Crediclick, que cuenta con diez años de trayectoria y, desde 2006, es parte del grupo de compañías del Banco Comafi.

Desde la firma sostienen que ya han canalizado unos 30.000 créditos por más de $1.200 millones. Su mayor lapso de otorgamientos es de 48 meses y el monto es hasta de $100.000.

En caso de pedir $15.000 a 24 meses por esta vía, la cuota es de $1.165 y la tasa nominal anual de casi del 50%.

A diferencia de otras compañías, al monto solicitado se suman $950 en concepto de gastos de gestoría. Así, la cifra inicial por la que se deben calcular las cuotas se eleva a unos $16.000.

Entre los requisitos que solicita Crediclick, figura contar con ingresos anuales netos de $45.000. Si se trata de una pareja, se precisarán, al menos, 65.000 pesos.

También se requiere un buen comportamiento crediticio en tarjetas de crédito, préstamos personales, prendarios, créditos hipotecarios u otros productos bancarios.

En el caso de creditaronline, su radio de acción es la ciudad de Rosario, presta entre $5.000 y $25.000, a plazos que van de 6 a 36 meses.

Su página consigna que toda la operación se realiza online, debiendo el cliente
enviar la información requerida vía e-mail.

Para los $15.000 que se tomaron como base de cálculo, las cuotas son de unos $1.500.

Una especie de híbrido entre todas las variantes mencionadas es Quiero Crédito, ya que otorga pequeños montos, de hasta $5.000, que se pueden cancelar en hasta en 36 meses.

"Conectamos a quienes requieren de préstamos con quienes buscan un mejor retorno de su dinero. Sin bancos", rezan desde la firma Afluenta.

Su fundador, Alejandro Cosentino, sostiene que intenta ser una plataforma de "finanzas colaborativas" que relaciona a usuarios que buscan obtener dinero con aquellos que pueden ofrecerlo.

"Las personas invierten en otras, que así evitan los costos y burocracia de los bancos", dicen desde esta plataforma online.

Hablando en plata, la compañía ya generó alrededor de 45.000 transacciones y cuenta con una comunidad de alrededor de 36.000 personas.

El sistema opera a través de un fideicomiso de administración, en el cual Afluenta es el fiduciario.

Los préstamos son otorgados con recursos de los inversores y conforme a las instrucciones de éstos. Al igual que en el caso anterior, al monto pedido se le suman los gastos administrativos.

Quien solicita $15.000, comenzará adeudando $16.100, que restituirá en 24 cuotas de $1.100 cada una.

Cómo es la inversión en estas plataformas
Los inversores que deciden participar en estas redes online de crédito rápido deben disponer de un mínimo de $5.000 para colocar en la red social y financiar a otros usuarios.

Pueden ofertar en los pedidos de préstamos publicados por otras personas, que tienen un período de subasta de dos semanas. Más de un individuo puede financiar una sola solicitud de crédito, de forma colaborativa.

El inversor es quien decide dónde poner sus "fichas" en base a la información provista en cada solicitud. A partir de estos datos, surge la tasa y el potencial retorno esperado, junto con la evaluación crediticia del cliente.

Según la compañía, quienes optan por financiar a aquellos que cuentan con buen historial crediticio, obtendrán un rendimiento del orden del 40% anual a 24 meses.

"La confiabilidad de pago está apoyada en un buen sistema de selección", detalla Cosentino.

Respecto al negocio de las plataformas, este tipo de empresas obtiene sus ingresos cobrando comisiones a las partes que participan de las transacciones.

Competencia a los bancos
Según Francisco Gismondi, analista económico de la consultora Empiria, estos sistemas de financiamiento son "innovadores, por lo que para los bancos representan una competencia interesante".

"El Banco Central debería incorporar regulaciones para que también las entidades bancarias presten, por ejemplo, a través de redes sociales. Podría ser más expeditivo todo el sistema", agrega.

El punto es que el BCRA no puede interceder en este intercambio, porque se trata de privados que aportan su propia plata.

"En cambio, en el caso de los bancos, el Central sí regula estas operaciones ya que las entidades prestan el dinero de los depositantes", precisa Gismondi.

Lo que hay que tener en cuenta
Al momento de decidir la conveniencia de un crédito de este tipo, deben tomarse en cuenta factores estrictamente financieros, como la tasa de interés y, fundamentalmente, el costo financiero total. Pero eso no es todo.

Además, debe contemplarse la reputación de quién ofrece financiación.

Si bien existen muchas empresas que cuentan con páginas web, que son absolutamente seguras, existen otras que lucen como muy convenientes, con mínimos requisitos, orientadas a personas que no pueden acceder al financiamiento bancario.

La gran diferencia entre una firma que ofrece créditos online de buena reputación y una que no es fiable, es el modo en que opera.

El fraude más habitual que se registra en Internet proviene de negocios que exigen que el cliente entregue una cantidad determinada para "desbloquear" el acceso al crédito (sacar al cliente del Veraz, por ejemplo), antes de obtener el monto de dinero solicitado.

También es frecuente que se le exija al interesado el pago de una cantidad específica para preparar algún tipo de contrato. Como es de imaginar, luego de cancelar esta suma a la empresa prestamista, los estafadores desaparecen.

Resulta conveniente leer otro tipo de señales para identificar la confiabilidad que ofrece la financiación.

Es decir, averiguar si se trata de una firma reconocida y con trayectoria, más allá de que su página web inspire confianza, profesionalismo y seriedad.

Para evitar estafas, Gismondi opina: "El Banco Central podría pensar en implementar regulaciones y alertas a los usuarios para que no se cometan engaños".

"Se depende exclusivamente de que al que se le presta el dinero lo devuelva, por lo que la falta de pago es una posibilidad latente", agrega.

Lo cierto es que estas plataformas online se han multiplicado en este último tiempo y tienen como estrategia de negocio "juntar puntas entre particulares", agilazar la obtención de dinero cash, aunque, como suele suceder, lo "rapidito" sale caro.