Cómo funciona el nuevo mercado cambiario "libre y abierto" que implementó el gobierno de Venezuela
El Gobierno de Venezuela presentó este martes el nuevo esquema cambiario que se llamará Sistema Marginal de Divisas (Simadi), donde se podrá comprar y vender dólares a través de las casas de cambio, casas de bolsa y bancos nacionales.
El vicepresidente para el Área Económica venezolano, Rodolfo Marco Torres, anunció que el país caribeño, a partir de este miércoles implementará un sistema cambiario con tres modalidades y una de ellas será un mercado "totalmente libre" al que acudirán oferentes y demandantes de divisas.
Respecto a los tres esquemas cambiarios, desde el Gobierno explicaron que la primera modalidad seguirá siendo aquella en la cual "se mantiene el dolar a 6,30 bolívares" y, al igual que ahora se destinará exclusivamente a la importación de alimentos y medicinas.
Torres destacó que el "70% de las necesidades venezolanas están garantizadas" en este esquema que administrará el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex).
La segunda modalidad cambiaria consise en unificar los dos Sistemas Complementarios de Administración de Divisas actuales (SICAD I y II) en uno solo, cuya tasa comenzará con la de la última subasta realizada en el SICAD (cerca de 12 bolívares por dólar).
En tanto, Torres explicó que el último sistema introducido, el Simadi, funcionará a través de entidades bancarias, casas de cambio y operadores de valores autorizados.
Para ese sistema "abierto y libre", se crearán casi 3.800 puntos de atención en todo el país.
Sin embargo, pese a la expectativa creada, no habrá un valor fijado de manera oficial: será el mismo mercado el que fije el precio del dólar.
"Es muy positivo porque va a permitir libremente a las personas que quieran acceder a las divisas, donde los demandantes y los oferentes se puedan cruzar entre sí", afirmó Torres y precisó que la compra-venta de divisas podrá efectuarse en efectivo o a través de transferencias bancarias.
El funcionario aclaró que "podrán acceder libremente personas naturales y jurídicas" que tengan cuentas en dólares en bancos nacionales".
Sobre el límite de divisas en efectivo adelantó que se permitirá comprar en las casas de cambio "hasta 300 dólares diarios", mientras que en los bancos no habrá tope para la compra.
Un mercado cambiario con constantes retoques
Los últimos cambios al mercado del dólar habían sido introducidos en marzo del año pasado, cuando la administración del presidente Maduro había dado una vuelta de tuerca a su complicado sistema cambiario al poner en marcha el sistema denominado SICAD II, cuyo principal objetivo era el de subastar dólares a un precio menor que el marginal e intentar, una vez más, desactivar dicho mercado.
Tal es así que el propio Maduro había afirmado que ese mecanismo apuntaba a tumbar la cotización de la "lechuga verde", tal como se llama al billete informal en Venezuela.
El sistema de subastas, que ahora pasó a ser unificado, requiere que el interesado disponga de una cuenta en dólares, y funciona de la siguiente manera: al momento de solicitar billetes verdes, al individuo se le retienen los bolívares con los que pretende pagar la operación.
Al final de la rueda cambiaria, a los que resultaron favorecidos les llega un correo electrónico con la "buena noticia". En cambio, si la solicitud es rechazada, reciben como respuesta la libre disponibilidad de sus bolívares.
Aunque desde el lanzamiento de esta plataforma surgieron diversas críticas, como por ejemplo que el Sicad II no cubre toda la demanda de dólares, de modo que todos los que quedan afuera de la licitación acuden otra vez al mercado negro.
Por su parte, la influyente Federación de Cámaras Empresarias -Fedecámaras-, advirtió que este método carece de transparencia y que se deben esperar muchos días para ver acreditados los fondos en las cuentas bancarias.
A ello se sumó que no existen precios de referencia en el mercado cambiario doméstico, por lo que éste ingresó en una especie de "limbo".
El valor de este tipo de cambio surge de los precios que ofrecen los distintos actores intervinientes, aunque el Banco Central de Venezuela se reserva el derecho de modificarlo, según su conveniencia.
Cabe señalar que a este mercado puede acceder el sector privado, la petrolera estatal (PDVSA) y otras empresas del Estado.
El SICAD II equivale a un 7% de las ventas de dólares para cubrir la compra de bienes no esenciales.
"La tasa del SICAD II es una ganga en comparación con la del cambio no oficial", indicó The Economist. Es decir, fue creada también para que los importadores que desean evitar el mercado paralelo caro puedan "aliviar un poco la incertidumbre de divisas".
Y las críticas al respecto desde Caracas no se dejaron de oir: "El Banco Central no hizo otra cosa que poner en blanco sobre negro que el tipo de cambio oficial es apenas una caricatura, y que parte de los dramas que hoy afectan a Venezuela provienen de esta situación", afirmó el ejecutivo de una entidad financiera.
Así, "el Gobierno trató de descomprimir la acuciante falta de alimentos ante la escasez de divisas que complica las importaciones y, obviamente, la presión sobre el paralelo", explicó Agustín Cramo, analista de mercados internacionales.
"Pero lo que quizás es más grave, es que impulsa un aumento de los precios, cuyo ritmo de crecimiento ya antes del Sicad II se acercaba peligrosamente al 60% anual", completó el economista.
En tanto, la "lechuga verde" se negocia a unas once veces por encima del valor oficial. Semejante brecha entre el dólar más barato y el negro dificulta enormemente la medición del precio de un producto.
"En cualquier país del mundo, cuando se pregunta cuánto cuesta un dólar, la respuesta suele ser inmediata. En este caso no es tan así", resumió The Economist.
Tres sistemas cambiarios
Cabe señalar que el control cambiario implementado en Venezuela en 2003 estaba conformado por dos segmentos claramente diferenciados:
• El dólar oficial para bienes esenciales como alimentos y medicamentos, y otra referencia más alta para viajes al exterior.
• El SICAD I, por el que se realizan subastas semanales y que está destinado a sectores específicos del ámbito productivo que requieran divisas para adquirir insumos para sus procesos de producción.
Y por fuera de todo control oficial, también se sumó el mercado marginal, que por mucho tiempo se convirtió y, aún lo es, en una verdadera pesadilla para el Gobierno.
Precisamente, la implementación del SICAD II a inicios del 2014 fue otro intento por tratar de reducir la influencia de la "lechuga verde" en la economía venezolana. Sin embargo, no dio resultados y por eso ahora se introducen nuevos cambios.
Controles cambiarios para viajar al exterior
Previo a las medidas cambiarias anunciadas este martes, el gobierno venezolano había cortado abruptamente los cupos anuales de dólares subvencionados para turistas que viajen a Perú, Costa Rica y el estado de Florida, con el argumento que eran plazas donde operan mafias que revenden las divisas subsidiadas en el mercado negro.
Por lo tanto, quienes vayan a esos destinos recibirán apenas u$s700, frente a los u$s2.500 anuales que se otorgan para otros países.
Cabe señalar que para hacerse de estos billetes estadounidenses, los ciudadanos deben enfrentar un complejo procedimiento burocrático.
Pero eso no es todo, ya que el precio de la divisa aumentó casi un 100%.
Por otro lado, para el resto de Estados Unidos, otros países de América latina, Europa, África y Oceanía, el límite seguirá siendo de entre 2.500 y 3.000 dólares anuales.