Guillermo Calvo: "El peor tipo de cambio es aquel que el mercado piense que no es insostenible"

El economista Guillermo Calvo señaló en la conferencia organizada por el Banco Ciudad y la Universidad Torcuato Di Tella que el actual gobierno no "puede hacer nada" porque "no tiene credibilidad".

En relación a la ola de devaluaciones competitivas que enfrentan a los países emergentes, el profesor de la Universidad de Columbia y ex economista jefe del BID sostuvo que éstas "tienen que ver con la amenaza de que Estados Unidos suba las tasas de interés en el corto plazo, en un contexto de recuperación de su economía".

Por otro lado, estas monedas están sufriendo el impacto de la caída del euro a manos del dólar, a partir de un reflujo de capitales. "La región recibió una importante masa de dinero durante mucho tiempo, y ahora enfrenta la salida", afirmó. 

En cuanto a la posición del gobierno de no acompañar la depreciación de la moneda de sus socios comerciales, Calvo señaló: "Dicen que cuando cuando Brasil estornuda, la Argentina estornuda dos veces. Lo grave es que Argentina sufre de neumonía desde hece tres años. Por ahí un resfrío la mata pero no va esta mucho peor".

"Este Gobierno no puede hacer nada, sean buenos o malos los técnicos, no tienen credibilidad. ¿Cómo le va a creer el mercado de capitales?", agregó.

Consultado sobre si prefiere un tipo de cambio atrasado o apreciado, consideró que "lo peor es un tipo de cambio que el mercado piense que no es sostenible. Porque entonces no sirve para nada".

"Crea incertidumbre e interfiere mucho -agregó- particularmente con las exportaciones. Si la no sostenibilidad es resultado de la incertidumbre regulatoria, se hace muy difícil que los mercados contingentes de seguros y derivados funcionen bien".

En cuanto al cepo cambiario, Calvo manifestó que su levantamiento no va a ser sencillo. En tal sentido explicó: "Hay mucho dinero trabado que las compañías no pudieron girar, y quiero ver qué hacen si se levantan las restricciones de un día para el otro".

Y agregó: "Tal vez una forma de suavizar los efectos de medidas económicas repentinas podría ser pedirles que para sacar la plata del país compren bonos que luego puedan vender en Nueva York. Con esa opción, tal vez varios decidan no salir".