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Nuevos tiempos: el riesgo paí­s ya está por debajo de Brasil y toca su nivel más bajo de los últimos 8 años

Nuevos tiempos: el riesgo paí­s ya está por debajo de Brasil y toca su nivel más bajo de los últimos 8 años
06/01/2016 - 14:04hs
Nuevos tiempos: el riesgo paí­s ya está por debajo de Brasil y toca su nivel más bajo de los últimos 8 años

El riesgo país argentino se ubica en el nivel más bajo de los últimos ocho años y es el único de la región en el cual el índice cayó en el 2015 (descendió 38%), mientras que en el resto de los "vecinos" trepó hasta 100%, como es el caso de Brasil.

Las causas están a la vista: hace escasas semanas Argentina decidió cambiar, y darle un giro notorio tanto a su política como economía, lo que también contribuyó a mejorar el clima de negocios del país.

Por ejemplo, los gestos de acercamiento de Mauricio Macri hacia la oposición y a todos los gobernadores fue algo bien visto en el ámbito interno. También el levantamiento del cepo cambiario, que generó una recepción positiva en el exterior, ante el escenario que se pueda ingresar y retirar divisas sin ningún tipo de restricciones.

De hecho, según el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, podría sumar en el corto plazo unos u$s25.000 millones al Banco Central, por parte de exportadores, empresas, bancos y emisión de bonos, lo que le brindaría más confianza al nuevo Gobierno.

Además contribuyó para fomentar un buen clima con la plaza financiera internacional las conversaciones de los últimos días entre el secretario de Finanzas, Luis Caputo, y el mediador Daniel Pollack, designado por el juez estadounidense Thomas Griesa, para comenzar en enero a entablar un acuerdo con los holdouts.

El objetivo: solucionar el conflicto por la deuda que mantiene el Estado argentino con los acreedores, que arrastra una disputa de varios años.

En consecuencia, las expectativas de los inversores en el último tiempo saltan a la vista. Y uno de los termómetros que posee el mercado y que refleja esto es el índice de riesgo país, que representa en una cifra las distintas condiciones que refleja cada nación para realizar inversiones allí, en base a su situación económica, social, política y contextual, entre otras áreas significativas.

Es decir, es un indicador inverso: cuanta más alta es la cifra que arroja, menos confianza indica.

A fin de 2015 el índice (EMBI+) argentino se ubica en un piso de 444 puntos, uno de los niveles más bajos de los últimos ocho años. Lo que se traduce en una menor sobretasa a la hora de emitir deuda.

De hecho, es casi la mitad del que había a principios de 2015 (766 unidades) y cuatro veces menos que en 2009 (alrededor de 1.900 puntos).

En los primeros días del año hubo una leve variación que lo llevó a 447 puntos, en un contexto todavia de cierta volatilidad ante el cambio de gobierno.

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Cabe recordar que a fines de los años´90 se lo tomaba muy en cuenta por el endeudamiento externo que tenía Argentina, y era visto como un termómetro de qué tan cerca estaba el país de ver caer su sistema de convertibilidad cambiaia. Claro que, luego del default y la devaluación de 2002, el índice trepó a niveles tan altos que el mercado simplemente dejó de mirarlo como referencia.

¿Cómo surge el riesgo país?
El riesgo país es calculado por el banco estadounidense por J.P. Morgan Chase con base en el EMBI (Indicador de Bonos de Mercados Emergentes), que se vincula a la deuda externa emitida por cada nación.

A grandes rasgos, este indicador surge en la diferencia entre la tasa de interés de Estados Unidos y la del Estado puntual a medir.

Se toma a Estados Unidos como referente ya que la tasa que paga sus bonos es una de las más bajas del mundo, debido a que el riesgo implícito que posee estos papeles es casi inexistente, por la solidez económica e institucional norteamericana, así como por el hecho de que el dólar sea la moneda de comercio internacional.

Entonces, se sustenta en la idea que la ganancia que otorga es un "premio a la espera", y si llega a ser igual en todos los países, entonces la diferencia entre tasas será el componente de riesgo del país analizado.

Así, cuanto menor sea este indicador más baja será la sobretasa a la hora de emitir deuda.

La referencia es que por cada 100 puntos que sube el riesgo país, el costo se incrementa un 1%.

Por ejemplo, si una nación tiene un riesgo país de 500 puntos básicos (pb), deberá pagar 5% por encima del rendimiento que ofrecen los bonos de Estados Unidos, considerados libres de riesgo.

Medida con los vecinos
Tras la baja registrada en el riesgo argentino, se da la situación de que ahora el costo crediticio del país quedó más barato, por primera vez en muchos años, que el de Brasil, que ha visto empeorar su panorama, en medio de un escenario de estancamiento económico y crisis política.

Así, el índice para la Argentina es 17% más bajo del que cuenta en la actualidad Brasil (520 unidades).

O bien, el riesgo de Ecuador es tres veces mayor al argentino, o el de Venezuela es más de seis veces superior (casi 2.900 puntos).

El indicador argentino es el único de la región que cayó en el año (bajó 38% en el 2015), mientras que en el resto de los países escaló hasta el doble, como es el caso de Brasil (trepó 100%) o Colombia, donde ascendió 65 por ciento.

Aunque, respecto a otros estados "vecinos" sigue siendo elevado, ya que el "riesgo nacional" es prácticamente el doble del que registran México, Perú y Uruguay, que arrojan un promedio de 250 unidades.

En la siguiente tabla, los datos actualizados al 30 de diciembre:

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En resumen, en el vecindario, Ecuador (1.267 puntos) y Brasil (520) son los que hoy en día se encuentran más castigados. Los inversores consideran que son lugares riesgosos y entonces exigen un rendimiento mayor a la hora de comprar un bono.

Argentina, en este último tiempo, se ha podido alejar de ellos y acercarse a los de mejor reputación, pese de que su deuda sigue estando dentro del rango de "default", según las agencias calificadoras de riesgo.

El caso contrario es el de Brasil, que enfrenta peores condiciones económicas, una salida masiva de capitales y fuerte devaluación del real. A estos factores se le suma el debilitamiento político de Dilma Rousseff, por ese contexto y porque varios de los integrantes de su Gabinete se encuentran seriamente sospechados en casos de corrupción.

De hecho, Moody's probablemente siga los pasos de Standard & Poor's y Fitch, y recorte la calificación crediticia de Brasil para llevarla a categoría especulativa, según la agencia Reuters.

"Es duro ver con qué rapidez se han reducido las proyecciones de crecimiento de Brasil (...) y también los problemas políticos que no han sido resueltos. Hay casi una tormenta perfecta", dijo Alastair Wilson, jefe de soberanos de Moody's.

Argentina y el cambio
Mientras que para Argentina la situación es opuesta: asumió un nuevo Presidente con una intención de apertura a los mercados externos y de negociar con los tenedores de deuda nacional (holdouts), que rechazaron los términos de reestructuraciones realizadas por el país en 2005 y 2010.

Por lo que si Macri soluciona el conflicto con estos fondos internacionales en litigio, para el vocero de Moody´s "sería un paso muy positivo" para Argentina.

Y Wilson agregó que la calificación podría subir tres a cuatro escalones con el tiempo hasta la parte alta de la nota B.

Por el momento, el Gobierno está haciendo bien los deberes. En la visión del economista Luis Palma Cané, las medidas tomadas "son las adecuadas, como por ejemplo la liberación del cepo, y también hay una clara intención política de solucionar el tema de los holdouts, lo que se refleja en la baja del riesgo país".

Y agrega: "Cuanto menor sea este indicador, menor será el costo que deberá afrontar Argentina para financiarse".

En su opinión, hace unos meses atrás la tasa que se debía convalidar localmente era de un 11%, pero ahora la situación cambió al punto de que se ve como un objetivo factible una tasa en torno del 7% anual. "Si se diera eso, sería muy optimista para el país y una respuesta positiva del mercado de capitales", afirma el analista.

Esta visión es compartida por Gastón Rossi, director de LCG Labour y ex secretario de políticas económicas del ministerio de Economía, que afirma que con el EMBI+ actual que posee Argentina, ahora tiene "algo más de margen para bajar el costo" para fondearse en el extranjero.

Por ejemplo, el Bonar X, título que vence en abril de 2017, ya ofrece una renta anual para los cupones que paga de 7%. Y en el Bonar 2024 el rendimiento promedio también es de 7%.

También se puede mencionar al Bonar 2020, título que surgió en septiembre de 2015 después que venció y el Gobierno canceló el Boden15, por el que el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, había pagado una tasa mayor al 9%. Hoy, apenas dos meses después que nació, su rendimiento es 8% por año, aunque su TIR anual descendió a menos del 6%.

La tasa interna de retorno (TIR), que mide la rentabilidad o retorno de las inversiones en toda su trayectoria, también se ubica en torno al 7% en los casos del Discount y el Par (dos bonos de largo plazo), ambos en dólares.

De hecho, el pasado lunes 28 de diciembre, el Gobierno realizó un canje de Letras Intransferibles por u$s16.000 millones al Banco Central, en el que emitió tres nuevos títulos Bonar a 2022, 2025 y 2027, en el que pagará un cupón de renta anual menor al 8 por ciento.

Para Rossi, "se puede bajar un punto más" el interés por endeudarse a través de estos papeles. Pero contra este objetivo atenta el costo fiscal elevado e inflación alta, que "no permitirán que baje mucho más este costo y todo dependerá que se arregle el conflicto con los holdouts. Hay que hacer un país más previsible".

En resumen, si el mercado sigue percibiendo buenas señales, los expertos creen que en el mediano plazo puede bajar al 5% el costo del fondeo, no mucho más. "Pero esta tasa es más acorde a la que tiene que ver con la región, que anda por alrededor de ese porcentaje", concluye Rossi.

Y finaliza: "Al bajar costo de financiamiento se puede hacer que los proyectos sean más rentables y cuesten menos ya que pueden concretar a tasas más bajas".

También dependerá de los precios de los commodities y las tasas que establezca la FED como referencia.

En principio, los inversores que compraron en la Bolsa títulos públicos de la deuda, emitidos en pesos, obtuvieron importantes ganancias en 2015.

"Los bonos se beneficiaron de una importante compresión de spreads, dado que el riesgo país cayó 38%. Los de plazos largos fueron los que más capturaron la baja de tasas. El Par en pesos, tuvo subas de 150% en el año. Es que al ser el papel más largo de la curva recuperó en doce meses los deterioros de años pasados", resumió a iProfesional Rafael Di Giorno, director de Proficio Investment.

En cuanto al Discount, con vencimiento a 2033, también fue beneficiado con subas de casi 90% en todo 2015.

En conclusión, para Palma Cané en el 2016 va a serle "más fácil a la Argentina captar fondos, ya que hay una liquidez récord en el mundo y esto es excelente para el país, más allá que la situación general es compleja.

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