Con las camas náuticas es posible duplicar la inversión en tres años

Invertir en ladrillos no es la única opción para los adeptos al real estate vernáculo: también se puede invertir en metros cuadrados en el agua, que arroja un mayor rendimiento.

"Hoy la renta de una cama náutica es del 7,5% anual en dólares con el mercado en baja. Al recuperar el mercado, la renta sube al 14%", advierte Augusto Carosi, director de Delta Marina.

El precio de alquiler de una cama de 18 pies se consigue en $ 2.200. Descontando $ 700 de expensas, la renta mensual da $ 1.500. Hoy una cama de 19 pies que se entrega a un año vale $ 231.900, y la inversión se puede apreciar 100% en dos a tres años en moneda dura.

"La renta estimada de un producto inmobiliario maduro, pero menos masivo como una guardería náutica, no debería ser menor al 8% anual, por lo que el valor de equilibrio de una cama debería ser de $ 490.000, similar a una cochera premium. Por eso el recorrido de apreciación de capital es importante aún", aventura Carosi.

Desde 2004 a 2011, el parque náutico en la Zona Norte del GBA se incrementaba en lanchas nuevas de 2.000 a 2.500 anuales. Desde 2012 a hoy no se cumplió por la crisis de confianza del gobierno anterior, la implementación de impuestos internos y la inflación.

Se estima que con un rebote de la economía a partir del segundo semestre, durante los próximos tres años el parque náutico debería incorporar 7.500 embarcaciones nuevas: esto hará que se absorba toda la oferta disponible que hoy hay en el mercado, suban los valores de renta y ocupación.

En el sector subrayan lo favorable de un bajo ticket de entrada a una inversión inmobilairia, el respaldo legal por tener un titulo de propiedad escriturable y una rentabilidad mayor a cualquier inversión inmobiliaria. Además, está la posibilidad de diversificar la inversión: en lugar de comprar un inmueble, el inversor adquiere cuatro camas y, en caso de necesidad de capital, puede venderlas de a una.

Otra de las ventajas de este negocio es la dificultad de ingreso de nuevos jugadores, por tener muchas barreras de entrada: terrenos con salida al río y buen acceso por tierra, y obtención de permisos restringidos actualmente. Se valoran aquellas guarderías ubicadas en las zonas de mayor crecimiento de viviendas de clase ABC1, como Nordelta, Villanueva y Escobar.

Pero como se trata de un negocio nuevo, según El Cronista, genera cierta incertidumbre. Hoy hay una oferta de camas producto de la crisis que será temporal, ya que se comenzó a vislumbrar una recuperación del sector.