A pesar de la malaria económica, los deudores UVA no están pasándola mal como se piensa
El 31 de marzo de 2016 comenzó oficialmente a cotizar la UVA o Unidad de Valor Adquisitivo. La idea de este instrumento, que es simplemente una unidad de cuenta, era que volviera a haber crédito hipotecario accesible en Argentina.La particularidad de un crédito UVA es que el capital adeudado se va ajustando por la inflación, porque es un préstamo “en UVAS”, y cada UVA aumenta de valor al ritmo de la inflación.
Con la reciente crisis cambiaria y su impacto en precios, muchos comenzaron a pensar en lo mal que la estarían pasando los deudores UVA. Sin embargo, una mirada a los datos muestra que este no es el caso.
Según el economista Iván Carrino, "Si en enero de 2017 se sacó un crédito #UVA con una relación cuota/ingreso de 25%, a fin de este año, si el sueldo sube 23% y la inflación 29%, la relación subirá a 25,3%. Para nada dramático".
Obviamente, como el capital se ajusta, lo adeudado en pesos también. Pero, con un dólar a $16 en enero de 2017, se compró casa de u$s100.000 por $1,6 Millones. En diciembre de este año, incluso asumiendo caída de 10% en dólares, la casa vale $2,7 Millones en pesos.
Incluso en un caso más desfavorable, de inflación +35,5% y salarios +23%, la relación cuota ingreso pasaría a 26,5% (1,5 puntos más). Ésta volvería a bajar en 2019 si crece la economía.La “desventaja” de sacar un crédito indexado como el UVA es que… ¡hay que pagarlo! Y en un país acostumbrado a defaultear y licuar deudas, eso no resulta fácil de digerir.
Lo único diferencial de la UVA -que es solamente una unidad de cuenta- es que protege el capital prestado y, por tanto, hace que el crédito hipotecario, otrora desaparecido por las licuaciones e impagos, regrese al país.