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Síndrome de China: Sandleris logra "devaluación controlada" pero le espera el test más difícil

La reacción de Estados Unidos a la devaluación china hace temer una escalada del conflicto comercial. En Argentina, el Central trata de acotar el daño
06/08/2019 - 07:00hs
Síndrome de China: Sandleris logra "devaluación controlada" pero le espera el test más difícil

El recrudecimiento de la guerra comercial entre China y Estados Unidos no podría haber tenido un peor "timing" político. A días de las PASO, cuando el Gobierno parecía llegar a las urnas con el tipo de cambio estable, el gigante asiático avaló una devaluación del yuan, lo que provocó un salto del dólar de 1,88% en la City porteña, un movimiento similar al que registraron otras monedas de la región.

El Banco Central intervino con ventas en el mercado de futuros y con una suba en la tasa de la Leliqs y no vio la necesidad de usar su bala de plata: las ventas en spot.

Economistas y operadores destacaron el hecho de que el peso no se haya devaluado mucho más que el resto de las divisas y que el volumen operado no fue muy elevado, señal de que no hubo un temor excesivo entre los inversores.

"Creo que un poco de ruido agrega, pero me da la sensación de que por lo menos hoy no hubo pánico. Esto se vio reflejado en los flujos en el dólar y bonos locales, que fueron bastante limitados. Es decir, no hubo grandes órdenes de compras de divisas o ventas de bonos locales", sostiene Daniel Chodos, jefe de estrategia de bonos soberanos en Credit Suisse.

"Cuando realmente hay situaciones que generan pánico, los volúmenes suben muchísimo y esto no se vio", acota.

La jugada del Banco Popular de China, que además es el principal tenedor de bonos del Tesoro de Estados Unidos, fue la respuesta al nuevo arancel que Donald Trump impuso la semana pasada a productos de ese origen. Además, el Ministerio de Comercio del gigante asiático anunció que no descarta imponer aranceles a las importaciones de productos agrícolas norteamericanos

El presidente estadounidense contestó primero -a su modo- con un tuit en el que no sólo acusó a China de manipular su moneda, sino que hasta increpó a la Reserva Federal por no hacer nada. Más tarde, con los mercados ya cerrados y el S&P 500 digiriendo una caída del 3% en el día, el Tesoro declaró formalmente al país asiático como un manipulador de moneda, en una medida que promete empeorar la batalla entre ambas potencias.

Apenas se conoció la noticia, el ex PIMCO y actual jefe de asesor económico de Allianz, Mohamed A. El-Erian dijo a través de su cuenta de Twitter que ahora todos los ojos iban a estar puestos sobre las autoridades chinas y su accionar sobre la tasa.

"Quizás es lo que corresponda hacer, pero suena un poco inoportuna en el actual contexto de sensibilidad de los mercados. Estamos corriendo el riesgo de introducirnos en un bear market global auto infligido", advierte a iProfesional Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa, quien aporta que la medida del Tesoro "aparentemente es más enunciativa que concreta en cuanto a sanciones".

El ex Raymond James insiste con la idea de que el jefe de la FED, Jerome Powell, "trató de hacer el trabajo correcto" de disminuir las expectativas bullish sin provocar un bear market, pero sostiene que lo que hizo Trump es difícil de comprender, como así también la medida que tomó China, avalando la devaluación del yuan.

Con la declaración formal al gigante asiático como un manipulador de monedas lo que busca el titular del Tesoro, Steve Mnuchin, es que intervenga el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el G20 para sancionar a ese gobierno por buscar competencia "desleal" a través de su moneda.

"Hay una ley del 2015 que dice que para que ocurra eso, un país debe gastar al menos 2% de su PBI en manipular su moneda en 12 meses. No es el caso de China. Pero es parte de los castigos ejemplificadores de Trump. Será de pura casualidad si se llega a un acuerdo en el G2 este año", escribió en su cuenta de Twitter Gustavo Neffa, socio y director de Resarch for Traders.

Los mercados no tardaron en reaccionar a la noticia y los futuros de los índices de Wall Street operaban con rojos de más del 1%.

"Esto apunta a que el conflicto va a seguir escalando, lo cual es malo para los mercados emergentes y para la Argentina. Seguramente las monedas emergentes van a seguir bajo presión", asegura Chodos, del Credit Suisse, dando a entender que se espera otro día agitado en los mercados.

El rebote en Argentina

Lo cierto es que la devaluación del yuan reavivó la guerra comercial y desató una ola de ventas en los mercados de todo el mundo. Los inversores se refugiaron en los activos más seguros, como el oro o los bonos estadounidenses y desarmaron parte de sus posiciones en activos riesgosos, entre ellos bonos argentinos.

Ese movimiento se reflejó en una suba de 10,5% en el nivel de riesgo país, la mayor desde 24 de abril, y llegó a los 904 puntos. "Fue un día malo para todo el mundo, incluso para los desarrollados. Cuando los inversores se asustan buscan refugio, compran bonos del tesoro de Estados Unidos y se quieren sacar riesgo de encima. Y lo más riesgoso que tienen son los bonos argentinos", explica Gabriel Caamaño, economista de la Consultora Ledesma.

"Nosotros vimos un sólo fondo comprando dólares pero por un volumen bastante chico", destacan en la mesa de dinero de un banco extranjero. Si bien no quisieron revelar el nombre del fondo, aportaron que es uno de los que más exposición de argentina tiene, y que las operaciones fueron a través de contratos NDF.

Así, los bonos en dólares sufrieron un poco más con caídas de tres puntos o más en la parte media y larga de la curva.

El estratega del Credit Suisse, por su parte, insiste en que en términos de flujo el mercado estuvo bastante tranquilo, tanto a nivel doméstico como en el exterior y agrega: "Parte fue desarme de carry trade por parte de extranjeros mientras que en el segmento corporativo estuvo muy tranquilo".

En la rueda Forex del Mercado Abierto Electrónico (MAE), donde operan los grandes jugadores, se negociaron u$s747 millones, 18% menos de lo que se movió el viernes último. En el RofexMatba, el mercado de futuros con más liquidez y por donde interviene el BCRA, se operaron u$s1.179 millones, un 22,6 % más que el viernes.

"Durante la jornada, el BCRA continuó con intervenciones en algunos plazos, aunque cuando se corría, los futuros nuevamente retomaban el camino alcista", advierte Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios. Los precios para los meses de agosto y septiembre cerraron a $47,08 y $49,199; con tasas implícitas del 49,07% y 53,14%.

En el segmento minorista, en tanto, la demanda dólares aumentó un poco respecto a semanas pasadas pero nada significativo, agrega Chodos.

En uno de los principales bancos minoristas coinciden en que este martes registraron una mayor demanda, pero destacan que también tiene que ver con principio de mes -cuando se acreditan los sueldos- y con el vencimiento de tarjetas. "El monto de venta creció, pero esperaría a los próximos días para determinar la real magnitud", explican.

Para Caamaño, desde el punto de vista de la política monetaria, "un mundo más incierto y que los agentes estén más asustados es menos propicio que el mundo que tenía el BCRA antes". El economista de Consultora Ledesma cree que todo esto "le juega en contra al Central, tanto a corto como a largo plazo".

El rol del Central

Respecto a la intervención del organismo monetario el economista destaca que el BCRA haya intervenido en futuros -"buscando que no se desacoplen tanto las tasas implícitas", sostiene- y que no haya recurrido a su bala de plata.

"No tenía mucha lógica que venda en spot porque se estaba depreciando todo el mundo. Era como ponerse frente a una pared de agua", aporta.

Si bien esta vez el movimiento del dólar se debió pura y exclusivamente a factores externos, Caamaño cree que puede tener un impacto en la gente, justamente lo que no quería el Gobierno con su plan de pax cambiaria. "Va a depender mucho de cómo siga el resto de la semana, si fue sólo este lunes o si continúa y, en ese caso, ver cómo lo maneja el BCRA", sostiene.

El economista cree que si bien el dólar ya estuvo en estos valores, a la gente le puede generar algún ruido volver a verlo en estos niveles. "A los ahorristas por lo general no les gustan los movimientos bruscos del tipo de cambio. Hay veces que son inevitables, como pasó este lunes, y por eso tampoco le podía pedir al BCRA que lo evite", destaca.

Lo mismo opina Chodos, quien cree que algo va a afectar este movimiento en la divisa, ya que "es difícil explicarle a un ahorrista promedio que la suba es por el yuan, China o EE.UU". El estratega del Credit Suisse sostiene, de todos modos, que todavía es marginal el impacto que pueda tener en las elecciones y dependerá en gran parte de lo que pase en los próximos días.

"Lo malo es que ocurra justo una semana antes de las PASO, es mala suerte. Lo bueno es que sólo quedan cuatro días hábiles", comenta.

En el contexto de un agravamiento de la guerra comercial, el director de Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina, se preguntó en su cuenta de Twitter si durante el "veranito cambiario" el Banco Central se comportó como la cigarra o la hormiga de la fábula.

"Entre fin de abril y fin de junio, el BCRA recuperó poder de fuego en el mercado de futuros. De posición neta vendedora por u$s1.000 millones pasó en solo dos meses a u$s3.000 millones comprador", esgrimió el economista. Además, agregó, en julio consiguió que el FMI eleve el límite de posición vendedora de u$s1.000 millones a u$s3.600 millones.

Durante este pleno veranito, continuó Sigaut Gravina, el BCRA compró al Tesoro más de u$s1.000 millones elevando las reservas netas. "Al esterilizar dichas compras evitó que la tasa de referencia descienda mucho", destaca. En síntesis, resume, hizo como la hormiga, ganó poder de fuego para enfrentar el invierno.

"Resta saber cómo usará ese poder de fuego acumulado: hasta ahora administró tensiones cambiarias acompañando la depreciación de las monedas emergentes. ¿Cuándo será el momento de vender reservas? ¡El dólar está a un paso del récord y solo faltan cuatro días hábiles para las PASO!", concluyó el director de Ecolatina.

Todo indica que este martes habrá volatilidad en los mercados y nadie sabe si seguirá este "viento de frente" para lo que queda de la semana. En el Central seguirán apelando a la tasa y a los contratos a futuro para calmar las aguas, aunque no descartan vender dólares en contado si el movimiento es "disruptivo", como definen.

Son días claves. El Gobierno necesita que el billete verde siga calmo no sólo para llegar con más chances a los comicios del domingo, sino también para que no llegue a generar un rebote inflacionario, justamente los dos puntos más débiles del oficialismo.

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