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Tras el refuerzo al cepo, ahora preocupa la brecha con estos nuevos tipos de dólar

La CNV redujo la operatoria de los dólares financieros contra bono AL30. Eso trajo una segmentación del mercado y los analistas ya observan varias brechas
20/10/2021 - 13:00hs
Tras el refuerzo al cepo, ahora preocupa la brecha con estos nuevos tipos de dólar

En septiembre, el dólar financiero Contado Con Liquidación (CCL) que se negocia en el mercado tradicional (Precio Pantalla Tiempo – PPT) contra el bono AL30 comenzó el mes alrededor de los $171 y subió alrededor de $5 en los siguientes 30 días. Tal como lo señala a iProfesional el director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, "en septiembre, la brecha cambiaria continuó agrandándose y la brecha en el CCL se ubicó cerca del 80%".

La tendencia siguió en las primeras jornadas de octubre y motivó que el Gobierno buscara contrarrestarla con un nuevo ajuste del cepo cambiario. Esta vez, a través de una serie de medidas que tomó la Comisión Nacional de Valores (CNV) por las que se redujo el volumen permitido de compra e implementó un diferimiento para la operatoria de bonos AL30.

Principalmente, el objetivo de las medidas fue disminuir el volumen de ese mercado para reducir la necesidad de intervención que realiza el BCRA en los bonos ley local mencionados a fin de abaratar esos tipos de cambio y canalizar a través de ellos la demanda de dólares (una estrategia que ya no le resulta conveniente al BCRA).

La brecha es un elemento que inquieta al Gobierno y al mercado.
La brecha es un elemento que inquieta al Gobierno y al mercado.

Segmentación de los dólares financieros

Lo cierto es que, por estos días, los dólares CCL y MEP se ubican alrededor de los $178 en el mercado tradicional (PPT, Precio Pantalla Tiempo) y el Central pudo reducir sus necesidades de intervención allí, pero las medidas de a CNV trajeron una mayor segmentación que antes del mercado de dólares financieros, de modo tal que, hoy se habla de:

  • Dólar SENEBI: que ronda los $195 y es el que se negocia en el mercado mayorista, que canalizó gran parte de las compraventas de dólar CCL y hoy se convirtió en una fuerte cotización de referencia para el mercado.
  • Dólar acción: que supera los $196 y es el que se negocia contra CEDEARs y acciones, principalmente de empresas que cotizan en Argentina y Estados Unidos.
  • GD30: que cotiza $181 y es el que se opera contra ese  bono de legislación extranjera.

"El Gobierno buscó aumentar la cantidad de mercados para disminuir el volumen operado en el cual interviene y tener que poner menos dólares para contener la brecha", explica Caprarulo. Y evalúa que "la medida, junto con el cambio en la normativa para el pago de importaciones hasta el 31 de octubre, le dio buenos resultados y le permitió al Central incrementar sus reservas en las últimas ruedas".

Así, según aporta a iProfesional Nicolás Zeolla, economista jefe de la Fundación de investigaciones para el Desarrollo (FIDE),  "aunque el BCRA interviene mayoritariamente en el AL30, también ha vendido en SENEBI y en otros títulos" en el último tiempo para contrarrestar la suba registrada en esos otros mercados paralelos.

Esto se da en un contexto en el que, según advierte, "es importante que la entidad preserve reservas para abastecer la compra de insumos para el sector industrial por sobre la administración de la brecha, cosa que no ha sido efectiva".

La brecha: un problema

Pero, por otro lado, Caprarulo apunta que "el problema es que más allá de las reservas es que la brecha cambiaria sigue en aumento, tanto en los mercados que interviene como en aquellos en los que no".

De hecho, en  los más libres, se ubica por encima del 95%, con un dólar alrededor de $195. "La demanda de dólares no reacciona al precio y la nueva posición compradora del Central. Se volvió inelástica", observa. Así, señala que "es evidente que la solución tiene que provenir de un aumento sostenible de la oferta y un cambio en las expectativas" y asegura que, hasta que eso no suceda, no hay razones para proyectar una salida de lo que él denomina como "el laberinto cambiario".

Por su parte, Zeolla atribuye la suba, en parte, a "la incertidumbre del proceso electoral", aunque no desconoce que la coyuntura actual y futura estará marcada por la falta de dólares, "por lo menos hasta que haya precisiones sobre el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)", anticipa.

En igual sentido, el economista Martín Vauthier, director de Anker Latinoamérica, apunta que todos los dólares financieros siguen presionados y  considera que "esa situación es un reflejo del desequilibrio monetario, marcado por un balance deteriorado del Banco Central y una estacionalidad habitual en el segundo semestre".

El crecimiento del gasto por las elecciones presiona los dólares a la suba.
El crecimiento del gasto por las elecciones presiona los dólares a la suba.

¿Qué pasará a futuro?

Y es que se trata de una etapa del año con mayor emisión de pesos para financiar un déficit fiscal en modo electoral, una menor liquidación de exportaciones y una mayor demanda de cobertura. "Todo eso lleva a un mayor deterioro del balance del BCRA en un contexto en el que la demanda de pesos es muy débil porque la expectativa está afectada y eso se traduce en un incremento de la presión cambiaria y un ensanchamiento de la brecha, que se mantiene muy elevada", sostiene Vauthier.

Así, de cara a los próximos meses, el analista anticipa que, desde Anker, no ven que esta presión vaya a ceder hasta que no aparezca un programa económico serio en materia fiscal, monetaria y financiero, que brinde certidumbre en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

"Mientras no se logren estas cuestiones y se sigan emitiendo pesos para financiar el déficit fiscal, vamos a continuar viendo presión sobre los tipos de cambio alternativos", sostiene.

Es por eso que, tal como apunta Zeolla, será importante observar en los próximos meses que pasará con:

1. El volumen de reservas que se juegan en esa intervención, ya que, como dijo anteriormente, los dólares deben cuidarse para abastecer los insumos industriales.

2. La letra chica del  acuerdo con el FMI, en lo que respecta a la posibilidad o no de que haya nuevos desembolsos y a si se permite intervenir o no ese mercado.