Bitcoin y criptomonedas: sigue la "gran caída" y hay miedo extremo en los inversores
El Bitcoin, la criptodivisa más valiosa, cotiza este lunes a u$s33.000 y en los últimos siete días, los inversores perdieron 20%. Ether, la segunda criptomoneda más comercializada de todo el ecosistema, bajó 30% y hoy ronda los u$s2.200.
Otras criptos como Binance Coin, Cardano, XRP, Solana y Luna sufrieron caídas que oscilan entre un 25% y un 40%.
Por otro lado, hubo criptomonedas como Staked Olympus, Instadapp, Gomb y CyberFM que cayeron 100%, según datos de Coinmarketcap, y su cotización se desplomó.
Lo curioso es que la caída del mercado criptográfico sucede al mismo tiempo que las acciones de empresas de tecnología se desploman en el índice bursátil Nasdaq en la bolsa de Wall Street.
Por ejemplo, la firma de streaming de series y películas Netflix sufrió una caída del 21%; y otras compañías como Amazon, PayPal y Tesla cayeron alrededor del 5%.
Según explican los expertos, ambos mercados se vieron altamente afectados por la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de aumentar la tasa de los bonos del Tesoro.

Suba de tasas
La actualización de la tasa de los bonos es una maniobra financiera que repercute directamente en los mercados altamente especulativos y volátiles y, en consecuencia, los inversores -con carteras que superan los miles de millones de dólares- prefieren destinar su capital a inversiones más "seguras" y a largo plazo.
¿Por qué el Gobierno de los Estados Unidos decidió subir la tasa de los bonos? El país entró en un espiral inflacionario por la pandemia de alrededor del 6,8%, una cifra récord desde 1982, de acuerdo a estadísticas de la Oficina de Estadísticas Laborales (en inglés, Bureau of Labor Statistics).
Por la inflación y porque la bolsa de Wall Street no está generando los mismos rendimientos que antes, la Reserva Federal aumentó la tasa de los bonos de los Estados Unidos con el objetivo de frenar una posible recesión de la economía.
Además, la inflación del 6,8% tuvo impacto directo en el dólar estadounidense y lo debilitó como moneda.
Por estas razones, los Estados Unidos necesita una financiación con una tasa más alta y colocar más bonos del Tesoro para mantener su economía estable y fortalecer su moneda.
En este contexto, la última vez que las acciones sufrieron una baja de estas características fue en marzo de 2020, cuando irrumpió la pandemia de coronavirus en el mundo.
Pero hoy las empresas de tecnología no son las únicas afectadas: Bitcoin y las criptomonedas no paran de caer y ya reflejan los movimientos generales del mercado.
En este marco, los inversores de criptomonedas sienten "miedo extremo", según el índice de miedo y codicia, y la mayoría predice el inicio de un ciclo bajista que podría durar meses.
"La Fed está preocupada por la inflación, porque la Casa Blanca también lo está. La Fed lo va a dejar claro, aunque no se mueva este mes", avisan los expertos de Rabobank. Añaden estos analistas que, ante los augurios de diversas subidas de tipos este año, "no abordarán en absoluto los problemas subyacentes de la cadena de suministro; pero, por lo visto en el pasado, probablemente harán caer casi todo lo demás. Las criptomonedas y el Nasdaq (-12% en lo que va de año) son sólo una advertencia".

Posibles regulaciones
En cuanto al resto de motivos para explicar lo ocurrido, por un lado se destaca el balance de los flujos de las plataformas de compraventa del Bitcoin puede ofrecer una mejor instantánea. Entre el 20 de enero y el 21 de enero de 2022, hubo un repunte en las entradas de criptodivisas, lo que sugiere que la gente estaba vendiendo sus activos. Sin embargo, a continuación se produjeron salidas.
Después, el saldo de los flujos de intercambio mostraba de nuevo leves entradas. Sin embargo, vale la pena señalar que las recientes salidas no se acercaron a los niveles vistos alrededor del 11 de enero de 2022. Esto es una señal de que los inversores se mantienen cautelosos.
Los inversores llamaron a comprar la caída mucho antes del punto de precio más bajo. Ahora, las métricas parecen sugerir que los inversores se están volviendo más prudentes. A pesar de los niveles de miedo extremo en el mercado, no son muchos los que actúan con codicia a la espera de numerosos desarrollos regulatorios que están en ciernes en EEUU y Rusia.