El drama de los alquileres en Capital Federal y Gran Buenos Aires no cede. Por el contrario, al aumento incesante de los precios por la abrupta contracción de la demanda se suma un ajuste de los valores para los inmuebles que tienen contrato cada vez más elevado y las idas y vueltas en el Congreso en el tratamiento de una nueva ley. De hecho, según se conoció recientemente la oferta de departamentos aptos para alquileres se redujo en forma significativa, ya que por estos días se ubica en los niveles más bajos en décadas.

Según un monitoreo de Reporte Inmobiliario al que accedió iProfesional, la cifra actual de unidades disponibles resulta inferior en un 35 por ciento respecto de lo constatado un mes atrás. Respecto de hace un año, la merma en la oferta exhibe una caída que bordea el 70 por ciento.

De acuerdo al relevamiento de esta consultora, las pocas unidades que se publican lo hacen con precios que superan la inflación pasada "y suman un adicional a cuenta de la esperada a futuro como consecuencia directa de la limitación legal que impone la ley vigente que obliga a un solo ajuste interanual del precio".

"A esta caída estrepitosa de la oferta, que ya era escasísima un año atrás, se suma una aceleración del incremento de su cotización inicial que alcanza, en el promedio general de los departamentos de todas las tipologías, el 208 por ciento interanual", especificó la consultora.

Alquileres: el drama se repite aquí, allá y en todas partes

En la región, la situación más complicada se registra en Brasil, pues para el alquiler de un departamento de un ambiente equivale a tres cuartas partes de un sueldo promedio, en tanto que si se opta por uno de tres, se requiere una vez y media del mismo. Algo parecido sucede en Chile, en tanto que en Uruguay se necesita pagar medio sueldo por un ambiente y poco menos de uno para alcanzar los tres ambientes.

En los Estados Unidos los precios de los alquileres para la vivienda vienen mostrando un comportamiento al alza que supera los valores históricos, pues se ubica apenas por debajo de los 1.900 dólares en promedio, lo cual implica una suba del 28% frente a fines de 2020.

El drama de alquilar una vivienda no se circunscribe solo a la Argentina

En igual sentido, varios países europeos viven una situación similar, pues la demanda también está muy por encima de la oferta, lo que hace que los precios también sigan escalando posiciones en forma permanente.

En España se calcula que el costo es de 12 euros por m2, con subas de más del 20% por encima que hace un año en las principales ciudades. Algo similar sucede en Amsterdam (Países Bajos), donde la escasez de viviendas se vuelve especialmente grave debido al aumento de la fuerza laboral y las ventajas fiscales que atrajeron a grandes empresas como Tesla o Netflix a ubicar allí sus oficinas centrales europeas. Tal es así, que en un informe reciente, el Gobierno de Ámsterdam estima la ciudad acumula una escasez de alrededor de 200.000 viviendas.

El número de propiedades de alquiler disponibles en Irlanda alcanzó su punto máximo en 2009, con más de 23.400 viviendas ofrecidas en todo el país, pero desde entonces el stock ha disminuido, ya que en agosto apenas se contabilizaban apenas 1.200 propiedades disponibles para una población de más de cinco millones de habitantes.

En Zúrich (Suiza), donde Google tiene su mayor centro de investigación fuera de EE.UU., la oferta también se redujo a la mínima expresión, por lo que las colas para ver departamentos suelen superar las 100 personas.

Y las previsiones no son halagüeñas. Walter Angst, codirector de la asociación de inquilinos de Zúrich, estima que los alquileres aumentarán alrededor de un 30% hasta 2025 a medida que las tasas de interés más altas sean una traba para nuevas hipotecas.

En declaraciones Bloomberg, Angs explica que muchos hogares ya están gastando más de una cuarta parte de sus ingresos disponibles en alquiler, por lo que tal aumento obligará a muchas personas a abandonar la ciudad, acelerando una transformación de los vecindarios que ya está ocurriendo a "velocidad vertiginosa".

Qué pasó cuando intervino el Estado

Así como en la Argentina la vigencia de la ley paralizó el mercado, en Europa las intervenciones en el mercado del alquiler para aumentar la demanda, como por ejemplo fijar un tope a los precios, estarían en algunos casos provocando un efecto indeseado: los propietarios prefieren vender la vivienda a congelar el alquiler, reduciendo aún más la oferta.

Para Djordy Seelmann, director ejecutivo de la plataforma de alquiler Housing Anywhere, "el control de los precios de los alquileres es la peor política que se puede implementar porque restringe aún más la oferta".