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Se viene un nuevo billete de $2.000: cómo evitar que te den uno falso

EL BCRA pone en circulación un nuevo billete de 2000 pesos. ¿Cuáles son las principales novedades con respecto a la versión anterior?
07/11/2023 - 18:12hs
Se viene un nuevo billete de $2.000: cómo evitar que te den uno falso

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) pone en circulación un nuevo billete de 2.000 pesos, que cuenta con medidas de seguridad adicionales. La principal novedad consiste en la incorporación de un hilo de seguridad de color verde.

Otra de las diferencias con el anterior, que se puso en circulación en mayo de este año, es que en el anverso se modifica la ubicación del número 2.000 para dar lugar a la marca de agua, que contiene las iniciales de los personajes en electrotipo. En el reverso, una porción de la viñeta principal tiene un color distinto. También las firmas ocupan un espacio diferente en esta emisión.

Este billete que forma parte de la familia Heroínas y Héroes de la Patria, el cual será distribuido progresivamente a través de la red de sucursales bancarias a todo el país, mantiene el resto de las características del billete de 2.000 pesos y coexistirá con el billete conmemorativo de igual denominación. Además, se iniciará con la serie "E".

Medidas de seguridad del nuevo billete de $2.000

Anverso del nuevo billete de $2.000

Diseñado en colaboración con Casa de Moneda Argentina, el billete de 2.000 pesos cuenta, entre otras, con las siguientes medidas de seguridad:

  • Marca de agua. En el sector en blanco, al observar el billete al trasluz, se perciben los retratos del Dr. Ramón Carrillo y de la Dra. Cecilia Grierson, así como las iniciales de sus nombres en tono claro.
  • Hilo de seguridad aventanillado. Un hilo de seguridad color verde está inserto en el billete y se revela en tres "ventanas". Al trasluz, se ve como una banda continua y se aprecia la sigla BCRA. El hilo presenta un efecto dinámico al mover el billete.
  • Tinta de variabilidad óptica. Este motivo cambia de color del verde al azul al inclinar el billete y presenta un efecto dinámico tridimensional.
  • Imagen latente. Las iniciales "RA" pueden apreciarse cuando se observa el billete con luz rasante.
  • Motivo de complementación frente-dorso. Al trasluz, se completa el motivo y aparece el valor "2.000".
  • Además, el billete cuenta con identificación para personas con ceguera: en los bordes verticales se percibe al tacto el relieve del lineado de las barras paralelas.
Reverso del nuevo billete de $2.000

Por qué casi no hay billetes de $2.000 

Pocas veces en la historia Argentina la máxima denominación de un billete quedó desactualizado de forma tan rápida. El flamante papel de $2.000, que empezó a circular hace menos de 6 meses, ya perdió casi la mitad de su valor real, a causa de una inflación de más de 10% mensual que se registra desde agosto hasta la actualidad.

A ello se le suma otro problema no menor, que es la poca cantidad de unidades que la Casa de la Moneda emitió hasta el momento de esta cifra más alta, ya que el volumen que circula en la calle y bancos del ejemplar en homenaje a la ciencia argentina representa apenas un 1,8% del total. Y, encima, el ritmo de impresión viene a "paso lento".

De esta manera, la alta inflación no sólo golpea a los bolsillos de los argentinos, sino también al poder de compra de los pesos. Es que hoy el papel nacional de máximo valor nominal ni siquiera alcanza para comprar un kilo de carne, de queso o helado. Tampoco llega a cubrir un combo mediano de fast food o la tarifa de un viaje en taxi.

De hecho, el billete de $2.000 queda cada vez más lejos de estas referencias de precios de los consumos cotidianos, y se transforma en un soporte intrascendente para las transacciones, porque ya se precisan varias de estas "nuevas" unidades para poder hacerse de estos productos y servicios.

"Desde que se anunció oficialmente en febrero pasado, con los datos estimados de octubre de los precios de la economía, se ve una caída acumulada del 50% del poder adquisitivo del billete de $2.000. Sin duda, con la dinámica inflacionaria que venimos teniendo, se va a seguir acrecentando su menor cobertura. Por eso, ya la misma realidad económica está pidiendo un billete de mayor denominación", indica a iProfesional Salvador Vitelli, economista de Romano Group.

Y si se analiza el poder de compra del papel con los dibujos del Instituto Malbrán, la Dra. Cecilia Grierson y el Dr. Ramón Carrillo, desde el 22 de mayo, cuando salió por primera vez a la calle, se puede decir que perdió un total de 40% en menos de 6 meses.

Desde que el Banco Central anunció al billete de $2.000 hasta el presente, su valor cayó 50%.
Desde que el Banco Central anunció al billete de $2.000 hasta el presente, su valor cayó la mitad.

Billete de $2.000 golpeado

En resumidas cuentas, el valor equivalente actual que debería tener el papel de $2.000 para conservar el poder de compra que tuvo cuando se anunció en febrero de este año, sería de $4.000. Es decir, perdió la mitad de su valor real.

"Incluso, si se mira la gran base monetaria en relación al producto bruto (PBI), estamos en un valor de una máxima denominación que es extremadamente bajo por la fuerte inflación", acota Vitelli.

A ello le agrega otro factor que impulsa el tan bajo poder de compra del billete de $2.000 y el incremento acelerado de los precios al consumidor, que tiene que ver con un "desplazamiento de la economía hacia cuentas digitales", donde al mismo tiempo se puede obtener una remuneración por las colocaciones para evitar perder contra la inflación.

"Además, los billetes que circulan son de denominaciones muy bajas, por lo que terminan ´expulsando´ a lo que puede quedar de la economía en efectivo. Sin dudas, urge una actualización del valor nominal del billete. El tema para el Gobierno, supongo, es que esto no facilite a los negocios informales y que exteriorice el mal manejo inflacionario", concluye Vitelli.

En definitiva, para los economistas, hoy el billete de máxima denominación que debería estar circulando, para equiparar, por ejemplo, el poder de compra que tenía el de $1.000 cuando salió a fines del 2017, debería ser de, por lo menos, un cifra de $10.000.

Otro punto que se pone sobre la mesa es el bajo valor en dólares que tiene el papel de $2.000 como máxima denominación, ya que equivale apenas a u$s2,1 al tipo de cambio libre. Muy lejos a los más de u$s20 que tienen las monedas más altas de los países vecinos, y ni que hablar a los de u$s100 que circulan en Estados Unidos.

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