El FMI podría anunciar novedades del acuerdo para un nuevo préstamo para la Argentina
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El mercado espera con expectativa las posibles señales que el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría dar sobre la marcha de las negociaciones por un nuevo acuerdo con la Argentina, en el marco de la habitual conferencia de prensa que la vocera del organismo, Julie Kozack, ofrecerá este jueves en Washington.
A fines del mes pasado, una delegación del FMI concluyó una misión en el país.
El ministro de Economía, Luis Caputo, rechazó de plano esa noche que el Fondo Monetario esté reclamando una devaluación, y dijo que no hay chances de que se deprecie el peso en la Argentina, porque eso "generaría pobreza".
Al término de estas negociaciones en Buenos Aires, el organismo difundió un comunicado donde sostuvo que el diálogo con las autoridades argentinas fue "altamente constructivo y positivo", pero los operadores esperan más precisiones.
Originalmente la conferencia de prensa de Kozack estaba prevista para la semana pasada, pero la postergación llevó a que se especulara con la posibilidad que el cambio de fecha estuviera vinculado a un posible anuncio sobre la Argentina, el país que registra la mayor deuda con el organismo.
Aún no se conoce qué tipo de acuerdo se está negociando: si un Standby que significaría reprogramar los compromisos existentes pero sin fondos frescos o un Extended Fund Facility (EFF) por un período más largo y con fondos frescos.
El presidente Javier Milei afirmó que el cepo se levantará a más tardar el 1° de enero del 2026 pero acotó que "si hay desembolso del FMI podemos hacerlo más rápido, hay que ver como queda estructurado el programa. Como se calzan los fondos y eso determinará la salida del cepo".
Si bien Milei fue muy más allá de lo exigido por el FMI en materia fiscal, no siguió las recomendaciones tradicionales del Fondo en el terreno cambiario y monetario.
El mensaje del FMI sobre el financiamiento a la salud
Algunos minutos después de que el gobierno de Javier Milei anunciara la decisión de retirar a Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe en el que enfatiza la necesidad de fortalecer el financiamiento en salud, especialmente después del impacto de la pandemia de COVID-19.
El documento, titulado "Cómo fortalecer el financiamiento de la salud", fue elaborado por los especialistas Victoria Fan y Sanjeev Gupta y se difundió casi en simultáneo con el comunicado del gobierno argentino. En su declaración, la administración Milei argumentó que la OMS compromete la "soberanía sanitaria" de los países, impone recomendaciones sin una base científica sólida y actúa más como un actor político que como un organismo técnico. Además, cuestionó la existencia de entidades supranacionales financiadas por diversos países, que a su entender han desviado su propósito original.
El informe del FMI advierte sobre los riesgos de ignorar los aprendizajes derivados de la pandemia. Según los autores, la crisis sanitaria global evidenció deficiencias estructurales en la coordinación internacional, especialmente en la distribución equitativa de vacunas, que favoreció a las economías más desarrolladas en detrimento de los países de ingresos bajos y medios.

Uno de los puntos clave del documento es la necesidad de evitar errores similares en futuras emergencias sanitarias, como el reciente brote de viruela símica en África subsahariana. La falta de coordinación entre donantes y organismos internacionales ha generado respuestas fragmentadas y financiación insuficiente, lo que ralentiza las medidas de contención y agrava la crisis.
Otro factor que afecta directamente la inversión en salud, señala el organismo, es la crisis fiscal que enfrentan muchos países en desarrollo. El FMI señala que la baja recaudación de impuestos y el alto endeudamiento limitan los recursos destinados a salud y otros servicios esenciales. En algunas economías emergentes, más de un tercio de los ingresos fiscales se destinan al pago de la deuda externa e interna, reduciendo significativamente el margen de maniobra para reforzar los sistemas sanitarios.
Además, aunque la ayuda internacional en materia de salud ha crecido un 50% en los últimos años, los fondos suelen destinarse a programas específicos en lugar de fortalecer la infraestructura sanitaria de manera integral. Según el informe, este enfoque segmentado no aborda las causas estructurales de la fragilidad del sistema y dificulta la preparación para futuras crisis sanitarias.
Para mejorar la respuesta global ante emergencias sanitarias y optimizar el uso de los fondos disponibles, el FMI sugiere la creación de un organismo permanente de coordinación entre el sector salud y el sector financiero. Esta entidad, que tomaría como referencia el Grupo Especial Mixto sobre Finanzas y Salud del G20, trabajaría en conjunto con el Banco Mundial y la OMS para mejorar la transparencia, el diálogo y la eficiencia en la asignación de recursos.
El informe concluye que, más allá de la ayuda internacional, cada país debe priorizar el fortalecimiento de su sistema de salud e integrar estrategias locales con iniciativas globales. Solo así, sostienen los autores, se logrará un impacto duradero en la salud pública y se evitarán fallas de respuesta como las observadas durante la pandemia.