¿Qué pasa con las deudas de tarjeta de crédito de un fallecido en Argentina?
Los intereses por una deuda con una tarjeta de crédito suelen ser de los más costosos, llegando a superar con creces el capital inicial adeudado si el atraso es significativo.
Por lo tanto, ante el fallecimiento de una persona, es muy común que sus familiares directos, como es el caso de su pareja, se pregunten qué sucede con las deudas de la tarjeta de crédito del fallecido.
Qué sucede con las deudas de tarjeta de crédito ante un fallecimiento
Ante el lamentable caso del fallecimiento del titular de una tarjeta de crédito, su familia no debe hacerse cargo de dichas obligaciones. Esto se debe a que se encuentran aseguradas ante el fallecimiento del titular, por lo que, de ocurrir, la aseguradora cubre ese capital.
Es importante que las personas tengan presente que, ante el fallecimiento de la persona, deben darle aviso del deceso a la entidad financiera para que proceda a la baja y que se haga cargo de la deuda el seguro de vida.
Dicho paso es fundamental, debido a que el banco no tiene forma de saber que uno de sus clientes falleció y, de no ser notificado, no actuará en consecuencia. Además, desde el momento que la persona murió, no se puede realizar ninguna transacción con su tarjeta de crédito ni solicitar servicios financieros como préstamos. Esto se debe no solo por una cuestión ética, sino que la aseguradora no cubrirá esos montos e incluso pueden iniciar acciones legales por intento de fraude.
En cuanto a otro tipo de créditos, como es el caso de los préstamos personales e incluso en los hipotecarios, también suelen estar asegurados y la aseguradora asume la deuda en el caso de fallecimiento.
Qué sucede en Argentina con las deudas de una persona fallecida
Si una persona fallece, es clave tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Responsabilidad de los herederos: estos pueden aceptar o rechazar la herencia. En el caso de aceptarla, también asumen la responsabilidad de liquidar las deudas del fallecido, pero solo hasta el valor de los bienes recibidos. Es decir, no están obligados a pagar las deudas con su propio patrimonio, sino únicamente con los bienes heredados
- Alternativas para los herederos: pueden aceptar la herencia bajo beneficio de inventario, y en este caso, las deudas se abonan utilizando los activos del fallecido. Si los bienes no alcanzan a cubrir todas las deudas, los herederos no deben responder con su propio patrimonio. O también pueden rechazar la herencia, si consideran que las deudas superan los bienes o simplemente no desean asumirlas. Esto significa que no recibirán ni los bienes ni las deudas del fallecido
En pocas palabras, cuando una persona muere, sus obligaciones no desaparecen, sino que su responsabilidad recaen en su patrimonio, es decir, en los activos y derechos que esta poseía a su nombre antes de morir. En el caso de estar asegurado dicho riesgo, como un seguro de vida, entonces la aseguradora responde por dichas obligaciones hasta el monto pactado.
Es importante mencionar que la herencia abarca tanto a los activos tangibles como a los intangibles que se trasmiten a los herederos a través del proceso sucesorio. En el momento en que el testamento se hace efectivo, el sucesor designado tiene la decisión final de aceptar o no la herencia, tanto para los aspectos positivos como negativos.
Cabe aclarar que lo que la persona hereda no es la deuda como tal, sino la obligación de liquidar los compromisos financieros. Es decir, deberá responder por las deudas de la persona fallecida con los bienes que recibe, o su equivalente, y solo hasta ese límite.