Cuál es el bono estrella de los inversores para hacer carry trade
Luego de un julio movido, marcado por la alta volatilidad de las tasas de interés y la suba del dólar, el equipo económico intentará contener en las próximas semanas tanto el tipo de cambio como la inflación, las dos variables que hasta ahora representan los puntos más fuertes del actual modelo económico, junto con el superávit fiscal. De acuerdo con lo manifestado por el presidente Javier Milei en su discurso del viernes pasado, es innegociable cualquier gasto que afecte ese superávit del sector público no financiero.
La contracara para mantener esas dos variables es la fuerte suba de las tasas de interés del BCRA, con el objetivo de reducir al máximo el excedente de pesos en el mercado, lo que en la jerga financiera se denomina "secar la plaza".
Esta situación podría generar un nuevo carry trade de aquí hasta antes de las elecciones del 26 de octubre próximo.
La estrategia para hacer carry trade consiste en vender dólares al precio más alto posible, apostando por una baja del tipo de cambio, y luego colocar ese capital en instrumentos financieros en pesos que permitan "hacer tasa". Esto generaría grandes ganancias en dólares si efectivamente el valor del dólar cae, como ocurrió en los últimos 10 días, cuando el dólar oficial bajó de $1.385 a $1.335.
Lo cierto es que la volatilidad del mercado en el último mes llevó a redefinir las estrategias de inversión. Pese a ello, los activos en pesos continúan siendo una opción y algunos ven un buen momento para ingresar.
Instrumentos más utilizados y atractivo de los Bontam
En ese aspecto, los instrumentos en pesos más utilizados para el carry trade son los plazos fijos tradicionales, que hoy pagan tasas superiores al 40% anual; las Letras del Tesoro a tasa fija (Lecap); los bonos en pesos (Boncap); los Fondos Comunes de Inversión (FCI); los bonos ajustados por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia); y la nueva estrella del mercado: los Bontam, que son bonos ajustados por la Tasa Mayorista Activa.
La combinación de un esquema monetario en transición, con tasas de interés más inestables y un tipo de cambio que se aproxima al límite superior de la banda oficial, les otorga un atractivo que hoy desplaza a otros activos tradicionales de renta fija.
Estos títulos del Tesoro pagan el máximo entre una tasa fija y la Tamar (Tasa Mayorista Activa), que se calcula como el promedio de los depósitos a plazo fijo mayoristas.
Por lo tanto, ofrecen una cobertura en escenarios de suba de tasas y un piso de rendimiento cuando las tasas caen, incorporando una opcionalidad que, en el actual contexto financiero, se ha transformado en un activo valioso.
"Este tipo de bonos también atrae por su relación riesgo-retorno", explica el último informe de J.P. Morgan, que describe: "Los Bontam ofrecen una característica extraordinaria: pagar el máximo rendimiento entre una tasa nominal capitalizable y una tasa flotante de depósitos mayoristas, la Tamar, que actualmente es del 40,9%".
Esa dualidad les permite competir de manera directa con Lecap o Boncap de similar plazo, pero con un componente de protección que las tasas fijas no tienen.
Influencia del contexto electoral y proyecciones
Al respecto, el último informe de PPI explica: "La preferencia por estos bonos también se refleja en la comparación con la deuda en dólares en el tramo más corto. Los Bontam siguieron ganando en el relativo contra los Boncap y, para quienes quieren asumir mayor exposición, los bonos más largos como el TTJ26/TTD26 o los bonos CER largos son dos alternativas muy buenas".
El atractivo de los Bontam se fortalece cuando el dólar se mueve cerca del techo de la banda. El informe de J.P. Morgan destaca que "el límite superior de la banda cambiaria está 8,5% por encima del tipo de cambio actual, lo que, en conjunto, hace que el perfil de las operaciones de carry sea asimétrico".
En un escenario en el que las tasas nominales se ubican entre 5 y 10 puntos porcentuales por encima de sus mínimos recientes, en torno al 40%, los retornos resultan muy competitivos frente a otras opciones.
El contexto electoral y las expectativas de crédito también influyen. El informe de PPI señala que, si tras las elecciones de medio término mejora la percepción crediticia, el tramo medio-largo "tiene margen para capturar ganancias de capital por compresión de riesgo".
Tasas, rendimientos y escenarios cambiarios
La eliminación reciente de las LEFI para limpiar el pasivo del BCRA provocó fuertes oscilaciones en las tasas de corto plazo. En ese aspecto, el informe de J.P. Morgan, conocido la semana pasada, destaca: "Vuelve el carry trade tras el salto del dólar y creemos que esta cobertura podría ser atractiva en un contexto en el que las tasas de corto plazo podrían ver una mayor volatilidad".
En los dos últimos días de la semana pasada, la tasa de pases —los préstamos de cortísimo plazo entre bancos— llegó a valores superiores al 50% anual.
Por consiguiente, la mayoría de los operadores del mercado financiero local suponen que tasas más altas deberían atraer a los inversores a volver a hacer carry trade, es decir, vender sus posiciones en dólares para volcarse a pesos.
Por otro lado, tasas de interés más altas podrían ayudar a contener el traslado a precios del salto cambiario, por su impacto en el nivel de actividad económica.
En la última licitación del Tesoro, desde el equipo económico dejaron en claro que su prioridad es la aplicación de una política monetaria restrictiva y que captarán fondos a las tasas que sean necesarias. Además, explicaron que no será conveniente ofrecer una tasa excesiva.
Por lo tanto, luego de la suba de tasas de interés y dado el actual nivel del tipo de cambio, se abren posibilidades de reflotar inversiones en pesos.
En ese escenario, hay que destacar que todas las Lecap emitidas por el Tesoro hasta octubre tienen un dólar break even que las mantiene dentro de la banda, en la que el BCRA no intervendría en el mercado cambiario.
En tanto, la Lecap que vence a fin de octubre, luego de las elecciones, tiene un dólar break even por encima de la banda, en $1.480, cuando el break even se ubica en $1.492; es decir, un 10% por encima del valor actual y 0,8% por encima de la banda cambiaria.
A su vez, los títulos de mayor plazo tendrían una ganancia de entre 38% y 12% en dólares si el tipo de cambio se mantuviese dentro de la parte superior de la banda.
Por consiguiente, los retornos en dólares serían de entre 14,8% y 22% para Lecap a finales de octubre, mientras que las ganancias oscilarían entre 22% y 62% si el tipo de cambio se ubicase en la parte media de la banda para los títulos en pesos posteriores a octubre.
Si el valor del dólar cayera a la parte inferior de la banda, las Lecap hasta octubre darían retornos de entre 28% y 37% en dólares, y las ganancias irían de 38% a 98% para los títulos de mayor plazo.
En lo que respecta a la evolución de las tasas de interés, el último informe de PPI destaca: "La renta fija en pesos volvió a ser la protagonista esta semana. Tras un breve receso, las tasas cortas en moneda local se dispararon a niveles elevados, en un contexto marcado por una creciente escasez de pesos. En ese sentido, las TEM de las Lecap y Boncap pasaron de un rango del 2,4%-3,7% el lunes a 2,5%-4,9% el viernes, y la tasa de caución cerró con una TNA de 38,5%, tras un pico intradiario de TNA 48,5%".
En algunas etapas de este Gobierno, el carry trade ha sido la estrategia favorita de los inversores, considerando que los rendimientos en dólares ascendieron a casi 40% en el último año, en un contexto de tasas reales positivas y estabilidad cambiaria.
Pero con una divisa que avanzó 14% durante julio y marcó un nuevo récord, mantener la misma apuesta financiera empieza a generar dudas. Sin embargo, por el momento, el carry trade parece no perder atractivo, pese a que predomina la cautela por el contexto preelectoral.